La Elección

Capitulo 49

Antes de abrir la puerta a su dormitorio había una pequeña punzada que detuvo su mente en recuerdos fragmentados de todo aquello que hizo para llegar hasta este lugar y sobrevivir, estaba en este castillo que es hermoso a simple vista pero por dentro hay una gran oscuridad que puede apagar hasta la más grande sonrisa, eso hacía recordar sin duda a Eleonor, Elizabeth se cuestionaba si quería venir aquí por un tiempo, ver rostros que no había cruzado en su vida era algo agotador, Elizabeth abrió la puerta y ahí estaba Amanda con un especie de tinta negra.

-¿Qué es lo que haces con eso?-Dije extrañada tomando asiento en el tocador.

-Su majestad...-Su cuerpo se endurece con un rostro pálido, tenía miedo-Ordenó que mañana será su coronación y debía lucir igual que su madre..

-Ha-Elizabeth Frunce el ceño mientras se tocaba el rostro pidiendo aún más paciencia de la que ya había desperdiciado con Stefan, cuando había pensado que no podía caer más en la locura él la sorprende otra vez.

Su madre tenia el cabello color negro intenso, era lo único que ocupaba para ser una copia exacta de ella y sabia que si ella no seguía las instrucciones el no se comportará y quería proteger a Henry es por eso que por el podía soportar lo que sea.-Adelante hazlo.

-Seré rápida señora.-Amanda coloco la primera capa y lo que había sido su cabello claro empezó a cubrirse con negro intenso, después de amarrarlo con una pequeña toalla se alejo mientras ella se observaba detenidamente, Elizabeth podía sentir que aquella mujer se compadece de ella, pues conocía la faceta verdadera del hombre que era su Rey.-Termine señora.

-Te lo agradezco-Soltó ella con un suspiro sin poder apartar sus ojos del espejo.-Ahora no solo cambiare de personalidad, también tendré que cambiar en mi interior.

-Lo lamento tanto, Señora-Exclamó cabizbaja.-Preparare el baño para que pueda descansar.

-Adelante-Comente seria-Amanda tengo entendido que tienen cigarrillos para los invitados del Rey.

-Sí señora.

-Traerme algunos.-Ordenó amable.

-Claro-Soltó con una pequeña sonrisa cerrando la puerta,

Elizabeth se acercó a la bañera y sacó lentamente el vestido como pudo mientras esperaba a Amanda, la puerta se escuchó.

-¿Quién llama?-Comente cubriendo su desnudez con una toalla.

-Soy Amanda, Señora.-Comentó al otro extremo de la puerta.

-Adelante-Solté con un suspiro de alivio.

-Ya está listo-Dejo caer el balde de agua caliente en la tina-Puede meterse señora lentamente.

Elizabeth quitó la toalla mientras se sumergía lentamente llegó hasta su torso , Amanda quitó lentamente la toalla de mi cabello y empezó a enjuagar lentamente hasta que el agua se tornará oscura. -¿Ya habías hecho esto?

-Si-guardó silencio, después de repetir el proceso varios minutos su cuerpo por todo el estrés que cargue en los días anteriores empezó a debilitarse.-Quédese un momento así ahora vuelvo a cambiar el agua de nuevo.

-Esta bien.-Comentó ella con los ojos cerrados, solo pudo escuchar el sonido de la puerta abrirse y cerrarse aun así Elizabeth no abrió los ojos, quería permanecer unos minutos así antes de volver a salir del agua, la puerta se abrió de nuevo.

-Regresaste rápido-Comente sin abrir los ojos, no obtuve ninguna respuesta.-¿Amanda? .-Sus ojos se encontraron con Stefan en frente de ella observando detenidamente, alucinaba sin duda.

-¿Qué haces aquí?!-Dije enfadada-tú creaste esto para calmar tu conciencia!

-Eres igual que tu madre....-Aun así ella no podía frenarlo, se estaba acercando a ella lentamente y esa mirada le daba pánico pues su cuerpo estaba tan relajado que no tenía muchas fuerzas si el intentaba algo.-Mírate...

-¡Stefan vuelve, quieres!-Comentó Elizabeth desesperada mientras se ponía de pie y tomaba la toalla para cubrirse.-¡No puedes hacer esto!

-Eres hermosa...-Exclamo agarrando su cabello negro-¿Sabes cuanto te extrañe?....

-Basta, Stefan me estás asustando-Exclamó ella tratando de alejarse de él pero era tan insistente que la estaba volviendo loca, este maldito color de cabello hizo que el perdiera la cordura, puso sus brazos alrededor de ella.- ¡Suéltame.!

-Melissa..-Comentó como un niño pequeño que había vuelto a ver a su juguete perdido, estaba de acuerdo que sentía amor por su madre pero esto era ya una obsesión algo enferma por parte de él, Su paciencia se había acabado.

Stefan la soltó lentamente mientras se acercaba a sus labios, Ella tomó el jarrón al lado de ella y lo estrelle en su cabeza mientras su silueta se desplomó en el suelo,

La puerta se abrió dejando ver a Amanda con una expresión de pánico.

-¡Llama al General Maximiliano!-Soltó ella de golpe sosteniendo el jarrón aun en sus manos,

Amanda salió corriendo y después de unos segundos Maximiliano llegó, Su expresión era algo sombría, Elizabeth sabía que tener el jarrón en la mano daría esa expresión, su mano se acercó a su espada pero antes de siquiera tocarla , Elizabeth salió corriendo dejando caer el florero y tomando su mano.-No es lo que crees..

-¿Qué pasó?-Comentó confundido.

-Él entró cuando tomaba un baño...-Espeto agarrando su mano más fuerte mientras temblaba.-¿Crees que atacaría a alguien con toalla?

-Por supuesto que no-Exclamó él observando detenidamente mientras su rostro se ponía rojo-¿Tu estas bien?..

-¿Qué pasa con tu cara?-Solté confundida-¿Estás bien?

-Yo no importo por ahora-Aclaro su garganta soltando su mano para quitar el seguro de su capa y enredarla con ella cubriéndola.-Esto te mantendrá caliente por ahora.

-Te agradezco-Comente con una pequeña sonrisa-¿Pero que pasara con el?

-Yo me encargare, Tranquila, él había tomado unas copas antes de llegar aquí, estaba dirigiéndose hacia su habitación pero al parecer-Guardó silencio observando el cuadro detrás de él mientras regresaba su mirada así ella .-¿Quien eres?




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