Su mano trataba de llegar hasta el abdomen de Henry, pero aquel lugar se sentía solo sin importar en qué lado de la cama estaba tocando ella
Elizabeth abrió los ojos al fin y no había nadie en la habitación, debía aceptar que una ola de soledad se reflejaba en ella , aunque ¿Qué podía hacer?, Henry estaba comprometido con su Reino y una parte de ella seguía siendo egoísta, lo quería a su lado aunque por ahora su inseguridad con este asunto ilegal sea una bomba de tiempo.
Se levantó de la cama y se miró en el espejo, abrió los ojos de golpe cuando se dio cuenta de lo que había en su cuello y en partes de su cuerpo.
-Maldición-Bramo enojada tocando los hematomas que había dejado Henry ayer.-¡¡Te matare!!-Agregó ella tomando la bata que colgaba al lado del mueble.
Salió de la habitación, el castillo estaba realmente sin vida y solo, bajó las escaleras tenía muchas cosas que hacer por ahora, Henry al parecer había partido a Findara y no había ninguna nota ni se había despertado eso en cierta parte le daba cólera,
Elizabeth escuchó la voz de Maximiliano que se encontraba en la oficina al parecer estaba hablando con alguien pero no escuchaba nada, abrió la puerta y para su sorpresa él estaba en frente de Maximiliano con una sonrisa al costado cuando la vio y por un momento ella sintió paz.
-¡Buenos días!, Henry-Enredo sus manos en su cuello.
-¡Hola Mi Reina!-soltó correspondiendo su abrazo.
Maximiliano aclaró la garganta con disgusto-Majestad-Agregó con una pequeña Reverencia.
-¿Sabes que deberías de implementar en tu Reino principalmente- Propuso con una pequeña sonrisa irónica.-Que tus Sirvientes sepan su lugar.
-Henry-Lo llamó ella rodando los ojos-Es temprano.
Cruzó los brazos como niño pequeño-¿Sabes cuánto me costó llegar a ser lo que soy?.
-¡¿Qué le costó!?-Cuestiono Maximiliano en modo burlón.
-La verdad es que nada, yo era perfecto incluso de Príncipe.-Soltó con Soberbia.
-Bueno si ese fuera el destino de cualquier hombre por supuesto las mujeres se volverían locas.-Agregó Maximiliano levantando los hombros.
-Pues te equivocas-Bramo enojado-Aun siendo un humano promedio tendría más mujeres que tú, eso es algo evidente.
-¡¡Wyngaard!!-Soltó Elizabeth molesta por su comportamiento tan infantil-Basta los dos.
-¡¿Por qué me llamas por mi apellido?-Dijo ofendido-Neville-Agregó con una mueca.
-¡Cuidado!-Comentó ella fulminando con la mirada.-Tengo muchas cosas que hacer, ahora no estoy para ser niñera de nadie.
-¡El empezó!-Soltó Maximiliano enojado.
-¡¿Vas a dejar que me traten de esta manera, Elizabeth?-Su modo era más tenso, sabía que estaba enojado, aunque no sabía la verdadera razón de esta pelea innecesaria.
-¡¿No crees que estás exagerando!?-Comentó ella cansada.
-¡Tienes dos opciones, Elizabeth-Soltó alterado- Si él no me da mi lugar y se va de esta habitación, me iré yo.!
-¿¡Me amenazas a mi!?-Grite enojada.-¿¡Quién crees que eres!?.
-¿Que quien soy!?-Dijo con una sonrisa de costado-Pensé que tu sabias que soy para ti.-Agregó tratando de salir de la habitación-Esto demuestra que tu eres mas importante que yo, Maximiliano te felicito.
-¡Espera!, Henry-Se precipitó a tomar su mano antes de que girara la perilla.-¿No puedes olvidar esto?, solo hay que desayunar.
-Yo he matado, Elizabeth, he lastimado a demasiada gente, no sabía que era el amor solo sabía él que mi madre me había dado antes de que la asesinaran, y aun así yo te di tu lugar en mi Reino cuando fuiste, te senté donde nunca había sentado incluso a mi madre, pero todo lo hice por ti, yo juré que jamás actuaría de esta manera tan vergonzosa, pero cuando amas a alguien no puedes evitarlo.-Quito mi mano bruscamente-Me iré ahora.
Salió y la dejó ahí pensando en lo que me había dicho, ¿Por que no lo seguía?, Ella no podía mover las manos y sus pies no responden, tal vez era mejor que así terminará, cuando mencionó a su madre de nuevo, se estremeció como nunca me había sentido, pero en algo sí tenía razón.
-¿Majestad?-Murmuro Maximiliano con pena.-Es mi culpa..
-Ahora no quiero hablar-Agregó saliendo de la oficina.
-¿Majestad?-Comentó con insistencia-Ya está el desayuno listo.
-Bien-Soltó sería-iré a cambiarme, ahora bajo
Elizabeth subió las escaleras hasta llegar a la habitación, abrió la puerta y llevó sus manos a su boca, ¿Cómo era posible esto?.
-¡Hola Señora!-Dijeron las dos con una sonrisa alegre.
-¡Eleonor!! ¡¡ Amelia!!- Corría Elizabeth a abrazarlas-¿Qué hacen aquí?.
-Su majestad, el Rey Henry nos dio una gran propuesta que no pudimos rechazar.-Comentó Amelia con una sonrisa-Él comentó que no quería que estuviera sola.
-¿Eso es cierto?-Elizabeth observó a Eleonor que solo se limitaba a sonreír.-¿Dónde está su Majestad?.
-Bueno-Hice una mueca-Él se fue.
-¿El sonido de la Carreta de hace un momento es de él?-Comentó Amelia confundida.
-Yo lo deje ir...
-¿Y se quedara así?-Comentó Eleonor algo molesta
Elizabeth jamás había tenido ese aspecto desde que la conozco-Majestad siempre he estado de su lado pero creo que esta vez actuó algo tonta.
-¡¿Eleonor!?-Amelia le llamó la atención.
-Es verdad....-Solté desesperada ella por no saber qué hacer-¿¡Ahora que!?
-¡Tiene que ir a alcanzarlo, en caballo será más rápido!-Soltó Amelia-¡Eleonor saca algo para ponerle a su Majestad, que sea algo sencillo para poder montar más rápido!
-Bien-Comentó Eleonor sacando un vestido verde, Amelia cepillo su cabello y salí rápidamente junto con ellas a la habitación.
-¡¿Está listo un caballo!?-Comentó Amelia a Maximiliano una vez que bajamos al salón principal.
-¿Quienes son ustedes?-Comentó confundido.-¿Majestad?
-¡No hay tiempo!, ¿hay algún caballo?.
-Enseguida se lo traigo, Majestad.-Comento serio abriendo la puerta para salir pero empezaron a venir muchos ruidos del exterior.