-¿Acaso es una maldita broma?-Henry estaba desenfrenado.
Sus manos apretaban con fuerza los hombros de Elizabeth, Ella incapaz de poder moverse al fin derramo algunas lagrimas.
-¡No llores!-Reclamo el-No tienes derecho.
-Yo quería decirte pero -Henry la sacudió con brusquedad.
-¿Sabes cuantas veces soñé con encontrar a la persona que asesino a mi madre?-Soltó con impotencia.
-¡¿Crees que yo quería esto?!-Intento explicar pero el se aparto con frialdad.
-Elizabeth, basta-Ordeno Harry mientras la agarraba del brazo-¿No ves que lo hago por tu bien?
-¡Tu!-Replico ella con furia-¡No vuelvas a tocarme!
-¡Quieres estar con el!-La agarro del brazo mas fuerte pegando la cerca del Rey Henry-¡Anda! el no te quiere cerca de el.
-Henry-Elizabeth sollozó de tal manera que su corazón presentía que si el salía de su Reino jamás volvería hacer lo mismo.
La agarró del brazo y la arrastró a otra habitación, cerrando la puerta con fuerza tras ellos.
-¡Henry, suéltame!-Ordeno ella con dolor.
-Sabias que jamás había amado a una mujer con el corazón por que seria capaz de lastimarla-Hizo una pausa mientras se acercaba a ella en total silencio, acaricio su mentón y limpio algunas lagrimas en el camino-Cuide tanto de ti por ello y fui yo quien me descuide.
-Lo lamento-Se a sincero con el de todo corazón pero sabia que eso no era suficiente para el. -Lucia yo..
-¡NOO!-Soltó con rabia mientras la agarraba fuerza.-Tu no tienes derecho a decir su nombre, aquel que esta manchado con sangre de su madre.
-No puedes simplemente culparme por la muerte de tu madre-Lo intento agarrar del brazo.-¿Crees que soy igual que ella?
-En verdad quieres que te responda esa pregunta-Ataco sin piedad.
-No compares- se excuso ella-Si hubiera sabido esto desde hace mucho tiempo yo no fuera dejado que mi corazón sintiera algo por ti.
-Elizabeth- Llamo con desprecio en sus ojos.
Elizabeth sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. No podía creer lo que estaba escuchando. Sus lágrimas corrían libremente mientras intentaba encontrar las palabras adecuadas.
-No quiero verte nunca más en mis tierras, Elizabeth. Si alguna vez vuelves a pisarlas, te haré pagar por lo que tu madre hizo.
-¡Henry!-Llamo ella desesperada mientras pensaba en algo que podría hacer para que no se fuera.-Sabes que no me rendiré, no me alejare de ti incluso aunque me digas que no.
-Si no haces lo que te digo, abriré la puerta y le contare todo lo que hiciste esa noche con su padre.
-¿Crees que amenazarme va a beneficiarte en algo?-Cuestión ella.
-Tal vez no, pero si de algo estoy seguro es que no querrás perder a dos en el mismo dia.
-¡No es justo!-Lo agarro con fuerza-¡No puedes hacerme pagar el pecado de mi madre!}
-¿Y como no quieres que lo haga?-La agarro también -.Cuando incluso pintaste el cabello como ella.
-Lo pintare de nuevo.
-¿Crees que eso servirá? -Ataco con incredulidad.
-No puedes simplemente olvidar lo que pasamos- Saco ella-¿O es que acaso soy una de tus amantes?
-¿Acaso te crees tan especial solo por tener un corona en la cabeza?-.Soltó sin piedad.
-Si quieres culparme por los pecados de mi madre que así sea Henry pero no puedes solo herirme con esas palabras que expresa tu cabeza pero que duelen en tu corazón.
-Yo jure que terminaría con el asesino de mi madre y con todo aquel que tiene legado con el-Declaro alejándose de ella.-No volveré a repetir lo que te dije Elizabeth.
-¿Me mataras tu mismo si entro a tu Reino?-Tenia miedo, ella tenia miedo de aquella persona que estaba enfrente de ella, sabia que el Rey de Findara no decía palabras para vacilar el no le gustaba que la gente hablara hipócritamente -Lo harás realmente.
-Si entras, si tan solo das un paso cerca yo mismo te matare.-Afirmo
La confrontación dejó un silencio tenso en la habitación, ambos sabían que sus caminos se habían separado de forma irrevocable. Elizabeth, con el corazón pesado pero decidido, se dio la vuelta era incapaz de poder creer lo que su tío le había dicho.
-¿Acaso sabes lo que tuve que hacer para que estuvieras a mi lado?-Replico mientras agarraba con fuerza el pecho-¿Sabes el precio que estoy pagando por estar a donde eh llegado?
Henry solo guardo silencio aunque la curiosidad era insoportable no podía simplemente dejarla ir, era un caballero que todo aquella palabra que salía de su boca era verdadero, había hecho una promesa, mataría todo la generación de aquel que le había quitado el amor de su madre en ese entonces.
-Te amo-Comento el débilmente-lo hago honestamente, pero no puedo estar junto a ti.
-¿Entonces renunciaras así a nosotros?
-Hice una promesa, Elizabeth jure junto al cuerpo de mi madre- hizo una pauso-y no sabes cuanto me estoy conteniendo solo por aquello que siente mi corazón por ti.
-¿Por que mejor no terminamos con esto?-Tomo ella la espada cerca de la mesa y se apunto así misma.
Henry, sorprendido por el repentino gesto de Elizabeth, dio un paso hacia ella, su expresión cambiando de ira a preocupación.
-¡Elizabeth, no! No hagas esto.-Con voz alarmada
Elizabeth sostenía la espada con firmeza, sus manos temblaban ligeramente, pero su resolución era clara.
- Si mi vida es lo que necesitas para aliviar tu dolor y tu odio, entonces tómala. Pero no seguiré viviendo con esta carga.-Con lágrimas en los ojos
Henry sintió un nudo en el estómago al ver la desesperación en el rostro de Elizabeth. Su ira comenzó a desvanecerse, reemplazada por una profunda preocupación por ella.
-¡Basta!-Su rostro se endureció-¿Acaso crees que te dejare esto tan fácil?
Elizabeth se detuvo en seco, sorprendida por la intensidad de su voz. Sus ojos se encontraron con los de Henry, y por un momento, ambos quedaron inmóviles, atrapados en un tira y afloja de emociones.