La esposa del general

¡Quiero un hijo!

Aine Bosse

 

Mi vida está, patas arriba, no imagine nunca que yo tuviera tan mala suerte porque una cosa es que el hombre que me gusta sea el que mi esposo piensa dejar en su puesto, sino que este me engaño, no soy una tonta y envíe a investigarlo hace tres días cuando llego aquí a mi hogar declarándome suya al principio pensé que podía ser un plan de suyo para acercarse a mí, sin embargo, luego descubrí que no fue planeado aunque este estaba iniciando una relación con una chica que su madre le presente justo cuando yo estaba de vacaciones en Hawáii y estábamos juntos.

 

Me molesto saber que tuvieron una cita anoche y por eso se marchó ayer al amanecer como un vil ladrón, tampoco es como que pueda yo juzgarlo si me acuesto con él siendo casada, pero este no sabe que Milton y yo tenemos un acuerdo que si se maneja con cuidado no pasará nada de lo cual yo deba preocuparme o siquiera a avergonzarme.

 

Llamarlo y decirle todo lo que siento es lo mejor y no me guardaré nada, tomo mi movil y lo miro por unos segundos sin saber si esto es lo mejor, pero en cuanto al otro lado se escuchó el repicar, sé que no hay vuelta atrás.

 

Llamada entre Aine y Haona

 

Haona: Hola…

Aine: Hola, soy Aine…

Haona:Me alegra escucharte, quise avisarles de mi partida, pero las cosas estaban algo raras con el general después de lo que me dijo el día anterior y mi madre me...

Aine:Te llamo para pedirte que no te vuelvas a acercar a mí.

Haona: Pero mujer, ¿qué estás diciendo?

Aine: Eso es lo mejor, hay cosas que simplemente no pueden ser y solo hay que tenerlas como un lindo recuerdo, cuídate y sé feliz, por favor no me busques más.

Haona:Las cosas no son asi de simples desde que te vi removiste cosas en mí que no debiste seguir si no te harías cargo de las consecuencias, sé que podemos estar juntos si hablamos con...

Aine: No lo ideal es que jamás se vuelva a repetir, no negaré que el sexo fue bueno, pero soy casada y no pienso destruir todo lo que he logrado por la calentura lo siento... 

Haona: Estás mintiendo, sé que te gusto y tus sentimientos al igual que tu deseo por mí son fuertes y sólidos, me basto unos días para descubrirlo.

Aine: Tú también me gustas y siento cosas que no debería sentir…

Haona:Dame la oportunidad esto que cada día crece en mi interior por ti es más fuerte que yo.

Aine:Lo que paso fue un…

Haona:No digas error porque yo me estoy enamorando de ti y tus hijos ya me tienen en su dedo meñique...

Aine: Adiós...—cuelgo sin dejarlo agregar algo más y apago mi movil o me arriesgo a que este no pare de llamarme. La chica que estuvo cenando con el ayer es bonita y soltera, ideal para él solamente es cuestión de tiempo para que sus sentimientos hacia mí cambien.

Fin de la llamada

 

—Aine ¿quién es el hombre con el cual te acostaste y que por lo visto es la persona de la cual estás enamorada? —escuchar la voz de Milton me llena de miedos y niego varias veces, me pongo nerviosa y algunas lágrimas empiezan a salir sin poder detenerlas.

 

—Tranquila si no quieres decirlo no lo hagas; sin embargo, por mí no te detengas para ser feliz yo…

 

—No, él tiene a alguien más y yo quiero pedirte un gran favor —el general me observa confundido, no obstante asiente ni siquiera ser porque deseo decirle esto si hay grandes posibilidades de que ya Haona me dejara regalo incluido.

 

—Primero prométeme que aceptaras aunque te parezca descabellado—respira con resignación, no obstante termina asintiendo.

 

—Quiero un hijo Milton, un hijo tuyo y mío, sé que no puedes de manera natural, además sería raro dado que te veo como un padre, pero haremos una inseminación artificial y…

Su rostro está lleno de miedo ante mis palabras, pero un hijo suyo será mi consuelo, ante lo que descubrí hace unas horas, él niega con su cabeza y comienza a caminar por la habitación como si mi idea fuera tan descabellada como tonta.

 

—Lo prometiste, asi que mañana mismo iremos donde un médico especialista en fertilización y me dejaras un hijo tuyo, ya descubrí todo, te queda poco tiempo de vida, asi que cumple tu palabra me lo prometiste…

—No Aine eso no es excusa, si es cierto que me queda poco tiempo, pero un hijo sin padre no es lo mejor, recuerda que te casaste conmigo para que tus hijos tengan un padre, no hagas que en vez de dos sean tres los niños sin un padre presente—me siento en la butaca y él se me acerca.

 

—Tengo miedo de estar sola de nuevo cuando te vayas —musito y él sonríe.

 

—No lo estarás, tienes a Luna y por ende a toda esa gran familia a la que ella pertenece ahora, además están tus hijos y quizas algún amor y estoy seguro de que Alan y Haona no dejaran de visitarte y preocuparse por ti y los niños —otro sollozo sale de mi boca cuando escucho el último nombre y este me hace ponerme de pie.

 

—Que te parece si vamos de paseo unos días solo nosotros cuatro y si cuando lleguemos aún tienes esa loca idea de tener un hijo, aceptaré, ¿te parece bien? —cuestiona y asiento sonriendo, la manera paternal en como Milton me trata y a mí hijos me da a entender que no hay que ser padre o madre para tratar a alguien como si lo fueras.

 

 

Dos semanas después

 

Pasamos una semana viajando por varios lugares a los cuales quería ir Milton, los niños a pesar de sus lecciones disfrutaron el paseo como si no tuvieran impedidos de sus extremidades.

Samir quiso sacarle miles de fotos mientras Samuel solo sonreía en cada una de ellas. Milton habló de muchas cosas con ellos y al fin me enteré de lo que el hawaiano le dijo o mejor dicho le prometió a mi hijo cuando estábamos en el hospital.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.