En la casa de Damián Lawson Reynolds
Damián: me siento feliz de terminar con esto. Ahora únicamente faltaría que hablara con su padre, ya que lo que menos tengo pensado hacer es verla.
Humberto: no debería de pensar ni tan siquiera en la señorita Mcgregor. Entonces sabe lo que tiene que hacer para evitar verla y su padre definitivamente debe de estar enojado.
Damián: jamás he pensado en ella como mujer y te recuerdo que nuestro compromiso nunca fue un hecho. Eso significa que éramos completamente libres.
Humberto: la que más va a sufrir con esto será la señorita, pero si hubiera hablado claramente con sus familiares. Ella en ese momento estuviera casada con otro hombre.
Damián: lo que menos quería era que me recordaras que actúe mal con Helena. El pasado es el único que no se puede corregir y tendré que vivir con eso.
Humberto: se que a usted le molesta que le digan la verdad y le prometo no decirle nada al respecto para evitar que se siga molestando.
Damián: tienes demasiado tiempo trabajando para mi. Además, sabes perfectamente mi historia con Helena y también sabes que nunca la he amado.
Humberto: por esa razón siempre le digo lo que pienso. Será mejor que se vaya para que pueda hablar con el padre de la señorita y espero que cuando tenga un prometido no se enoje.
Damián: no tengo ninguna razón para hacerlo. No puedo creer que estés insinuando que siento algo por ella por lo que me acabas de decir.
Humberto: me he dado cuenta de que le molesta que otros hombres la miren. Porque si no sintiera nada estoy seguro de que no le molestaría.
Damián: siempre la he cuidado, ya que su hermano me lo pedía. Jamás me pude negar hacerlo, ya que su personalidad me gusta mucho.
El no podía creer lo que acababa de decir. Damián no podía gustarle nada de ella y no entendía porque había dicho esas palabras. El se despide de su jefe de seguridad y se levanta de su asiento, Damián empieza a caminar y de esa manera se dirige a la salida, él se detiene cuando llega a su auto y cuando lo hace se sube. Él simplemente lo enciende para después dirigirse rumbo a su destino.
En la casa de la familia Mcgregor
Helena: él seguramente no debe de tardar en llegar y me imagino que únicamente hablara con mi padre. Esto paso por hacerme ilusiones con la persona que no debía.
Mariana: tendrá la oportunidad de encontrar el verdadero amor en otra persona. Ahora no quiero que se preocupe por lo que pasara.
Helena: mi amor nunca sería correspondido y fui una tonta al pensar que se enamoraría de mí. Pero mis ilusiones se acabaron gracias a la conversación que escuche.
Mariana: fue lo mejor que se entera de la verdad. Aunque hubiera sido mejor que le hubiera dicho la verdad desde un principio y los hombres siempre hacen las cosas a su manera.
Helena: estoy segura de que no quería lastimarme con sus palabras y nuestro compromiso jamás fue real. Estoy triste y sé que no puedo seguir sufriendo por su desamor.
Mariana: recuerde que tendrá la posibilidad de volver amar. No debería negarse a esa posibilidad por más mínima que sea, ya que usted terminara casada con un hombre que la quiera.
Helena: mi sueño de amor que tenía con él se terminó. Eso significa que llegó el momento de aceptar mi realidad y sobre todo siempre le sonreiré a la vida.
Ellas estaban en la sala cuando lo ven entrar y cuando llega las saluda. Damián después de hacerlo se dirigedirectamente al despacho del señor Mcgregor, porque sabía que lo estaba esperando y él toma asiento al llegar.