En la mañana siguiente
Helena: me pregunto a qué hora va a venir a venir a verme, Damián. Aunque no creo que lo haga temprano y mi hermano debe de estar esperándolo en la sala.
Mariana: debería de bajar para esperarlo al lado de su hermano. Además, usted es la única que podrá controlar su mal carácter.
Helena: ahora pienso que fue una mala idea aceptar hablar con Damián. Será imposible que me convenza que me comprometa con él.
Mariana: el señor Lawson hará todo lo posible para que lo acepte. Porque hará todo esté para no perderla, ya que no descansará hasta recuperarla.
Helena: él sabe que es el único culpable de esto. Damián tiene que hacer muchas cosas por mi para que lo pueda perdonar y no creo que haga nada que le pida.
Mariana: siento que se puede llevar una gran sorpresa con el señor Lawson. Precisamente acaba de llegar a su casa y debería de bajar.
Ella se acerca a la ventana y se da cuenta de que Mariana tenía razón. Helena sale de su recámara y antes de hacerlo se despide de Mariana, ella sale de su recámara y a los pocos minutos llega a la sala para después tomar asiento.
Damián: me imagino que tu hermano otra vez va a escuchar nuestra conversión. Pero te demostraré de nuevo que eso no me importa.
Leonardo: cada vez que quieras hablar con ella siempre estaré a su lado. Porque no pienso dejarla sola contigo y si quieres casarte con mi hermana tendrás que acostumbrarte.
Damián: así que ahora serán las cosas. Eso significa que mi Helena se casará conmigo y cuando eso pase te convertirás en mi cuñado.
Leonardo: mi hermana no te aceptara tan fácilmente. No deberías de sentirte feliz antes de tiempo, porque sino tus planes jamás se realizarán y sobre todo faltaria que hables con mi padre.
Damián: estoy seguro de que me casaré con ella y después de que terminemos con nuestra conversación hablaré con mi suegro para hablar sobre nuestro compromiso.
Helena: te recuerdo que todavía no existe un compromiso entre nosotros. Ahora que he llegado de nuevo te escucharé y espero tener una breve conversación contigo.
Damián: es que no será nada breve. Sabes que necesitamos hacerlo y muchas gracias por escucharme, ya que necesito aclarar muchas cosas contigo.
Helena: será mejor que empieces antes de que me arrepienta. Pero si me dices cosas sin sentido me levantaré de mi asiento y no te escucharé.
Damián: me gusta ser demasiado directo cada vez que hablo. Ahora necesito saber qué es lo que necesito hacer para que aceptes ser mi esposa.
Helena: solo necesito que hagas algo por mi. Eso sería que nunca te avergüences de mí por la apariencia física que tengo, ya que sé que siempre lo has hecho.
Damián: jamás lo he hecho. No quiero que pienses de esa manera y es mi culpa por no hacerte cambiar de opinión, solo que tengo toda la vida para demostrarte que eres hermosa para mi.
Helena: simplemente dijiste lo primero que se te vino a la mente. Sabes que tu menos que nadie me ha visto así, porque mi espejo me recuerda como soy realmente.