capítulo 23

Damián: he venido a decirles que he tomado la decisión de casarme con mi Helena. Ella será la mujer con la que compartiré toda mi vida.

Amalia: no queremos que el día de mañana me digas todo lo contrario. Porque estás acostumbrado a cambiar de opinión constantemente.

Damián: si tome esa decisión es porque así lo quiero. Ahora quiero que estén felices por mi futura boda y lo único que sé es que la quiero para mi.

Fernando: me imagino que también has venido a pedirnos algo. Será mejor que empieces a decírnoslo, ya que necesitamos saberlo.

Damián: esta noche quiero hacer oficial mi compromiso con ella, así que quiero que me acompañen a la casa de sus padres para poder hacerlo.

Fernando: por supuesto que lo haremos. Además, a nosotros nos corresponde hacerlo al ser tus padres y espero que este todo arreglado.

Damián: hable con mi suegro y eso significa que todo está bien. Él solo quiere la felicidad de su hija y estuvo de acuerdo con nuestra boda.

Fernando: me parece imposible lo que estoy escuchando. Porque si hubiera estado en su lugar no hubiera permitido que esto pasara.

Damián: si se hubiera negado de todos modos me hubiera casado con mi Helena. Porque no iba a permitir que nadie me separara de ella.

Fernando: debes de tener mucho cuidado con tu suegro. Él no es de esas personas que se queda tranquila cuando ven a sus hijos sufrir.

Damián: se perfectamente como es él. Además, no he olvidado las advertencias que me ha hecho, ya que han sido demasiadas de ellas.

Fernando: entonces ahora más que nunca necesitas tener mucho cuidado. Debes de ver tu futuro matrimonio con mucho respeto.

Damián: eso ya lo sé, padre. Ahora me despido de ustedes, porque necesito ir a comprarle su anillo de compromiso y nos vemos a las ocho de la noche en la casa de mi prometida.

Él se despide de ellos y cuando lo hace se levanta de su asiento. Damián empieza a caminar y a los pocos minutos llega a la salida, él se detiene cuando llega a su auto para después subirse, Damián lo enciende y de esa manera se dirige rumbo a su destino.

En la casa de la familia Mcgregor

Helena: tendré la boda que siempre había soñado. Sabes que mi sueño se cumplirá en realidad el día en que me case con el hombre que amo.

Mariana: debería de arreglarse para esta noche. Porque se comprometera en matrimonio y necesita verse bien, así que será mejor que lo haga.

Helena: solo que cambiara de ropa. Además por más que lo intente no me veo bonita, sino que toda la ropa que utilizo no se ve bien en mi, pero sobre todo mi reflejo siempre me ha dicho que soy fea.

Mariana: recuerde que cada uno de nosotros tiene una belleza especial que nos hace únicos ante las demás personas. No debería de sentirse así, porque su madre se puede sentir triste si la escucha.

Helena: soy una persona demasiado imperfecta. Jamás he negado mi realidad y siempre evito decir lo que pienso por mi madre, ya que nadie tiene la culpa de que sea fea.