La esposa imperfecta del magnate

capítulo 28

Helena: deberías dejar de verme de esa manera. Sabes que haces esto con la intención de hacerme sonrojar y no quiero que lo sigas haciendo.

Damián: mirar a mi mujer es algo completamente normal. Pero sentirte cerca de ti realmente me gusta demasiado y no quiero dejar de sentir como me siento.

Helena: esto lo haces a propósito. No puedo creer que te comportes así conmigo y sobre todo ya deberíamos irnos de este lugar.

Damián: no sabes como me gusta observarte. Precisamente eso hace que te quiera más y también me gusta tu hermosa sonrisa, porque siempre me ha gustado que sonrías para mi.

Helena: es que me gusta hacerlo. Aunque no lo hago únicamente para ti, además al ver tu expresión sé que te molestaste con mi comentario.

Damián: por supuesto que me molesta. Sabes perfectamente a quien debes de sonreirle y no quiero darme cuenta que lo haces para alguien más.

Helena: ahora estarás celoso también de eso. Nada más que me imagino que lo estarás de otras cosas que haga y prefiero que no me las digas.

Damián: mi esposa definitivamente debe de estar a mi lado y la paciencia no es una de mis virtudes. Porque siempre he tenido muy poco y algunas veces sobrepasare mis límites.

Helena: debes de evitar hacerlo. No quiero tener problemas contigo antes de empezar con nuestro matrimonio, ya que necesitamos tener un equilibrio.

Damián: estoy seguro de que lo encontraremos. Jamás vas a tener la necesidad de preocuparte por mi mal carácter y sabes que estando contigo cambió completamente.

Ellos cuando terminan de conversar Damián pide la cuenta y el mesero a los pocos minutos se la da para después pagarla. Él se levanta de su asiento y al momento en que lo hace ayuda a su prometida, ellos salen tomados de las manos y de esa manera llegan a la salida, pero cuando llegan a su auto Damián la ayuda a subirse para hacerlo él también, así que él enciende su auto para empezar a conducir.

En la casa de la familia Lawson

Fernando: me pregunto qué estará pensando ahora nuestro hijo. Damián todavía debe de estar al lado de su prometida y no debo dejar de vigilarlo.

Amalia: estoy segura que no pasara nada fuera de lugar si está con ella. Aunque es mejor que estemos prevenidos, porque no sabemos cuál sería su siguiente reacción.

Fernando: él único problema con él son sus personalidades. Seguramente por esa razón le gusta estar a su lado, ya que cuando la mira se controla y cuando no está a su lado siente una terrible desesperación.

Amalia: él no soporta no tener ninguna noticia de su prometida. Él siempre ha vigilado cada uno de sus pasos y tú fuiste el primero en darse cuenta de eso.

Fernando: me di cuenta de eso. Porque Damián tenía una extraña actitud con ella y sobre todo no permitía que nadie más estuviera a su lado y también se todo lo que ha hecho para evitarlo.

Amalia: definitivamente nuestro hijo heredó tus celos. Aunque pensaba que ninguno de ellos se iban a parecer a ti en ese aspecto.

Fernando: tenían que hacerlo al ser nuestros hijos. Además, te recuerdo que tu también lo eres y no nada más de mi lo heredaron y si quieres te puedo recordar todo lo que has hecho desde que nos comprometimos y de eso ha pasado mucho tiempo.




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