capítulo 29

Amalia: no quiero que me recuerdes todo lo que he hecho. Porque tú has hecho peores cosas que yo y como la sociedad sabe que eres celoso por eso le gusta provocarte.

Fernando: lo que pasa es que eres mía. Siempre me ha molestado ver que otros tan siquiera te miren, pero ahora debemos de estar más tranquilos con el tema de nuestro hijo.

Amalia: me imagino que sabe lo que está haciendo. Él sabía desde un principio que sería el peor error de su vida si la dejaba ir de su lado.

Fernando: estoy seguro de que no pensó que pasaría esto. Nada más que él reaccionó a tiempo y no tardó en hacerlo y cuando lo vi junto a ella se veía enamorado.

Amalia: el amor muy pocas personas lo pueden reconocer a simple vista. Pero otros se niegan a reconocerlo, ya que siempre buscan a mujeres perfectas.

Fernando: sabes que en nuestra familia jamás les ha importado la perfección. Además, siempre quise casarme con una mujer que despertará algo en mí con tal solo verla y precisamente tenía que ser mi futura esposa lo que provocaba esas cosas en mi.

Amalia: espero que ninguno de nuestros hijos escuchen nunca nuestra conversación. Porque ellos se pueden sorprender si nos escuchan hablando así.

Fernando: no tiene nada de malo que ellos escuchen. Además, te recuerdo que ellos ya no son unos niños y entienden que siempre nos hemos amado.

Ellos siguen con su conversación y sabían que solo estando con la persona que amaban la vida era maravillosa, así que entendían la actitud de su hijo.

En la casa de la familia Mcgregor

Helena: quisiera que nuestras salidas siempre fueran así. Será mejor que te vayas a tu casa, ya que hemos estado mucho tiempo juntos.

Damián: es que me gusta estar al lado de mi prometida y sobre todo quiero aprovechar este tiempo para estar junto a ti, así que solo quiero estar contigo.

Helena: este comportamiento tuyo me gusta demasiado. Deberías de ser así conmigo, pero también voy a preferir que seas como tú quieras.

Damián: soy un hombre que tiene como único propósito hacerte feliz. Sabes que vendrá a verte todos días hasta que te conviertas en mi esposa, ya que de esa manera evitare extrañarte.

Helena: ahora si debes de irte. Nada más que no te acompañare a la puerta, porque me siento cansada y tengo mucho sueño.

Damián: me pienso ir hasta que te dé un beso y no me iré hasta que lo haya hecho. Solamente que puedo estar contigo toda la noche.

Helena: eres demasiado incorregible. Mi padre debe de estar impaciente para que te vayas y todavía no lo has hecho, necesito pedirte de nuevo que lo hagas.

Damián: solo pienso irme si te beso. Debería de hacerlo ya que tu padre se está acercando a nosotros para decirme también que me vaya.

Helena: no quiero que sigas provocando más problemas con mi padre. Entonces quiero que lo hagas de una vez antes de que llegue.

Él besa a su prometida y después de que lo termina se separa de ella. Damián le sonríe a Helena y de esa manera sale de su casa, él cuando llega a su auto se sube para después empezar a conducir rumbo a su destino.