La esposa imperfecta del magnate

capítulo 33

En la empresa Lawson

Damián: te lo advierto de una vez no quiero ningún tipo de interrupción cuando esté al lado de mi mujer. Además, si quieres decirme algo será mejor que lo hagas ahora mismo.

Humberto: tengo que decirle que están las cosas listas para recibir a su futura esposa en su casa. Pero también termine de hacer todo lo que me pidió.

Damián: no sabes como quiero que pase el tiempo demasiado rápido para convertirla en mi esposa. Aunque más lo piense más rápido lo será.

Humberto: no debería de desesperarse ya que eso es lo que menos le conviene hacer. Debería de estar tranquilo para que pueda esperar casarse con su prometida.

Damián: en el pasado no me di cuenta de que ella era especial para mi. Seguramente era porque siempre me negué a amarla y las cosas simplemente cambiaron.

Humberto: los sentimientos jamás cambian. Eso sería imposible y la manera en que siempre la cuidaba estoy seguro que le decía algo.

Damián: solo he tenido sentimientos por mi Helena. Nada más que siempre me negué a amarla y es que no quería que estuviera a mi lado.

Humberto: estuvo demasiados años al lado de la señorita. Seguramente se dio cuenta de que algo le pasaba con ella y siempre prefirió alejarse de usted.

Damián: es que no sabía como reaccionar. Porque cada vez que se acercaba a mi me olvidaba de todo y no podía dejar de verla, pero cuando pienso en ella sonrió.

Humberto: eso definitivamente es estar enamorado. Además, si no lo estuviera se hubiera olvidado de ella desde el primer momento en que decidió dejarlo ir para que fuera feliz.

Damián: mi mujer siempre ha sido mía desde un principio. No quiero volver a recordar lo que pasó, ya que estaba a punto de perderla por no demostrarle que la quería.

Él se despide de su jefe, porque tenía muchas cosas que hacer. Damián después de que se va continua haciendo su trabajo, ya que saliendo iría a verla.

El la casa de la familia Mcgregor

Mariana: se perfectamente que está feliz por su boda. Pero no debe de olvidar que necesita comer y seguramente su prometido no tardará en llegar de un momento a otro.

Helena: es demasiado temprano para que él venga a verme. Ahora debe de estar trabajando en su empresa igual que todos los días y mientras espero que las horas pasen debemos de conversar.

Mariana: prefiero evitar hablar del hermano de su prometido. Seguramente ese será nuestro tema de conversación y me gustaría seguir hablando de usted.

Helena: entonces hablaremos de lo hermoso que será mi vestido de novia. Ahora me estoy imaginando un vestido demasiado conservador y también que sea de acuerdo a mis gustos.

Mariana: usted tendrá el vestido de sus sueños. Solamente que llegó el momento que siga imaginando cómo va a querer que sea su boda para que su prometido pueda cumplir con lo que espera de ese día.




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