Padre: estamos aquí todos reunidos para unir a esta pareja de jóvenes en santo matrimonio. Damián Lawson Reynolds aceptas a Helena Mcgregor Thompson para amarla y respetarla, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Damián: si, acepto. Porque el amor que siento por mi mujer es demasiado y necesito prometerle que la amare como ella se merece.
Padre: Helena Mcgregor Thompson aceptas a Damián Lawson Reynolds para amarlo y respetarlo, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Helena: si, acepto. Porque lo amo y sobre todo nuestro amor es verdadero, pero eso hace que mis sentimientos por él crezcan, así que me casaría con él sin pensarlo.
Padre: por lo que he escuchado se que se aman. Ahora llegó el momento de terminar con esta ceremonia y solo faltaria decirles que los declaro marido y mujer, eso significa que debes de besar a tu esposa.
Él se acerca a ella para besarla y después de unos cuantos minutos lo hace. Damián cuando lo termina se separa de ella y sus familiares y amigos se acercaron a ellos para felicitarlos.
Leonardo: no puedo creer que al fin seas mi cuñado. Nada más que si alguna vez mi hermana decide divorciarse de ti necesitarás respetarlo.
Damián: parece que no entiendes que eso no pasará. No deberías ni tan siquiera mencionar esa palabra, ya que sabe que me puedo molestar.
Helena: saben que su conversación tiene que terminar. Recuerden que nos acabamos de casar y no deben de estar hablando de este tema delante de las demás personas.
Leonardo: tiene razón, mi hermana. Además, lamento no ser prudente con mis palabras y me comportare de la mejor manera por ella.
Damián: mi cuñado solo está diciendo lo que piensa. Ahora necesitamos irnos a la recepción, porque falta que celebremos nuestro matrimonio.
Ellos se despiden de la pareja recién casados para después dirigirse donde se celebraria la recepción de su boda. Solamente que sabía que tenía que disfrutar este tiempo que estaría a solas con su esposa sin la presencia de nadie, ellos salen tomados de las manos cuando salen de la iglesia y cuando llegan a la limusina Damián la ayuda a subirse para hacerlo él también, pero después de que lo hacen el chofer empiezan a conducir para poder dirigirse rumbo a su destino.
Helena: lo único que puedo sentir en este momento es felicidad por ser tu esposa. Además, has sabido cumplir con tu palabra y por eso estamos viviendo esto juntos.
Damián: ser felices es lo único que nos quedaba hacer. Pero antes de que lleguemos a la recepción te daré otro beso para seguir esperando, ya que faltan muy pocas horas para que consumemos nuestro matrimonio.
Helena: definitivamente no te cansaras de decirme lo mismo. Nada más que eso me hace pensar que únicamente piensas en lo que pasará entre nosotros esta noche.
Damián: soy un hombre enamorado de su mujer que ha esperado pacientemente por esa noche. Ahora solo debemos de disfrutar de nuestra boda mientras sigo esperando por ti.