La esposa imperfecta del magnate

capítulo 38

Bruno: eso nunca pasará. Porque eres la única mujer de la que estoy enamorado y así que te convertirás en mi esposa, esto te lo digo para que aceptes tu destino de estar a mi lado.

Mariana: este no es un buen momento para hablar de esto, ya que estamos en una boda. Pero si quiere hablar conmigo lo haremos después.

Bruno: por supuesto que lo haremos y estoy completamente seguro de que serás mi esposa. Sabes que encontraré la manera de verte de nuevo y eso siempre lo hago.

Mariana: ahora entiendo su comportamiento conmigo. Nada más que se me hacía demasiado extraño su presencia cada vez que salía con la señorita.

Bruno: esto lo hacía para poder verte. Además, ante ti está un hombre enamorado y nunca te arrepentirás de aceptar mi propuesta de matrimonio.

Ella guarda silencio por unos cuantos minutos para despedirse de él. Bruno solo la mira alejarse y él sabía a la perfección que ella lo amaba, pero en la mesa donde estaban los novios ellos estaban conversando.

Damián: no sabes como me gusta verte feliz. Eso significa que he hecho las cosas bien contigo y solo me arrepiento de lo que pasó en el pasado.

Helena: no debemos de recordar lo que pasó. Debemos de vivir nuestro presente juntos y sobre todo el amor que sientes por mi necesitarás decirmelo.

Damián: eso siempre te lo diré. Él amor que siento por ti no lo seguiré ocultando, pero a la sociedad ya le quedó demasiado claro que te amo.

Helena: seguramente les quedó claro eso. Solamente que este día también lo volviste a ser, porque todos ellos saben que me adoras.

Damián: cómo no voy amar a mi mujer. Ahora mismo te puedo decir todo lo que me gusta de ti, pero se supone que en este lugar debemos de celebrar nuestra boda.

Helena: venimos aquí a celebrar. Solamente que también es demasiado lindo conversar, ya que podemos hacerlo por horas y llegó el momento de que me invites a bailar.

Damián: precisamente eso es lo que tenía pensado hacer. Porque tenemos que empezar a bailar nuestro primer baile de casados en la pista de baile.

Él se levanta de su asiento para ayudarla a hacerlo, ellos después de eso se dirigen a la pista de baile. Ellos cuando llegan empiezan a bailar siguiendo el ritmo de la música y cuando termina la pieza regresan de nuevo a sus asientos, ellos están un poco más de tiempo en la recepción y al darse cuenta Damián de que era tarde sabía que había llegado la hora de irse.

Helena: conozco tus planes y sé que estás demasiado ansioso. Además, me demostraste que tienes mucha paciencia al seguir esperando.

Damián: mi paciencia al fin se termina esta noche. Ahora nadie podrá decirme como debo de comportarme contigo y eso es algo que me gusta.

Helena: no debemos de hablar de esto estando aquí. Pero siempre haces esto, ya que seguramente quieren que te escuchen cuando conversamos.




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