Pelinegro y ojos azules. ¿Puede haber mejor combinación? Nariz pequeña y labios anchos pero pequeños, como los míos.Entonces recordé que era una residencia para chicas, y sabía quién era, ya lo había visto antes, era el chico que hablaba con el chico de la recepción.
- ¿Se puede saber que haces en mi habitación? ¿Quién eres? - Dije haciendo rentintín en mi.
- Liam abastore, y lo que hago es coger las cosas de Cleo, tu compañera de habitación. - Dice haciendo rentintín en tu.
- Vale cogerlas, después te vas.
- Está bien.
Entonces entre en mi baño, me duché y peine, me mire al espejo estaba muy guapa, no es por presumir, pero es verdad; me puse la ropa interior y una falda, pero cuando la puerta se abrió. Era Liam, espera, ¡Pero será cerdo!
- ¡Oh dios mío! - Dice con la mirada fija en la toalla que acaba de rodear en mi cuerpo.
- ¡Fuera! - Grito con alta furia.
- Tranquila, solo te voy a preguntar. ¿Me puedo quedar a comer?
- ¡Liam estoy semidesnuda! - Dije ya alterada.
- Me da igual. ¿Puedo o no?
- Por mi no, pero como supongo que Cleo a dicho que si, no me queda de otra, ahora fuera.
- Chica lista, adiós nadadora
- ¿Nadadora?
- Nada por delante, nada por detrás.
- Anda, encima de pervertido fan de los serrano.
- ¿Eso es un punto a favor?
- Adiós Liam.
Con eso salí. Me puse un top y salí del baño Liam estaba sentado en el sofá libre me senté a su lado, porque no quedaba otro sitio.
- Hola, soy Cleo.
- Chloe, bien, ¿Pizza?
- Bien, yo de cuatro quesos. - Dije tranquila.
- Ya lo he hecho. - Dice Liam
- me voy a duchar. - Dice Cleo
Cleo se fue y entonces Liam se acercó a mí, y puso una película en la televisión, entonces yo me relaje un poco, quizá en el fondo no es tan pervertido, y quizá y solo quizá me sentía en casa.
Nota de la autora.
A este paso ya mismo saltan chispitas.