El sol se hace presente, dando pie al clima típico de este lugar al menos en verano. Los días nublados se han ido y con ello el olor a tierra mojada que tanto disfruto. Hoy opto por una camiseta blanca holgada, muy acorde con la calidez de la atmósfera. Me encuentro batiendo harina, huevos y leche, para preparar un pastel francés con fresas, me gusta mucho hacerlo por el simple hecho de ser el favorito de mi padre, así que después de tanto tiempo cocinándolo, me toma realmente poco tiempo hacerlo. Mientras se cuece en el horno, preparo cupcakes de vainilla simples, no sé por qué, pero muchas personas los compra, debe de ser por el aspecto tierno y delicado que dan, además me entretengo mucho decorándolos y viendo como lucen en la pirámide que colocamos en la barra
_Date prisa, ya hay mucha gente esperando_ me apresura Jayden mientras sirve una malteada o algo parecido, en realidad no pongo mucha atención en lo que pasa a mi alrededor cuando estoy cocinando o decorando.
_No me presiones, ya sabes a que hora estarán listos a la hora de siempre_ espetó, y así es, suelo ser muy puntal en sacar el postre del día a la misma hora de siempre. Muchas veces me han aconsejado que los cocinara desde un día antes pero creo que valoro lo agradable que es comenzar el día con algo dulce, a eso añádele que este recién horneado.
Me paso el resto del día preparando snacks y en su mayoría bebidas frías, para la tarde la cafetería está casi vacía.
_ ¿Crees que el señor Cooper se dé cuenta o se moleste si nos vamos antes? _ comento a Jayden mientras prepara un emparedado con pan artesanal.
_ ¿Por qué quieres irte antes?
_ Quiero que me acompañes a comprar un regalo, el fin es cumple de una amiga, Morgan, de la que te he hablado.
_ ¿Y por qué no vas sola?, yo te cubro
_ Ay vamos no quiero ir sola, solo será una hora antes, además no es que llegue mucha clientela en este horario ya.
Después de insistirle un rato finalmente acepta, rara vez hemos hecho algo como amigos, el tiempo que compartimos es solo en el trabajo, su compañía y el hecho de que realmente me gusta la repostería hace que no se sienta realmente como estar trabajando. Vamos a una pequeña plaza, donde hay variedad de tiendas, obviamente es demasiado distinto a los centros comerciales en California, pero no miento cunado digo que se siente una ligera sensación de ir caminando por los andadores de un pueblito mágico, caminar por los pasillos cubiertos por tejados y los muros hechos de adoquines o algo parecido, el murmullo de la poca multitud, todo el ambiente es deleitante. Nos pasamos el resto de la tarde pasando de tienda en tienda y comprando todo tipo de frituras que al final acabamos con dolor de estómago de la gran cantidad que consumimos. Ya le he comprado un regalo a Morgan, unos vaqueros de los que le encanta usar y un brazalete para dos que encontré en una joyería, nunca he tenido algo así de representativo como ese tipo de cosas, y creo que ella era la mejor persona que podía elegir para tener algo así, las pulseras no son nada fuera de lo común, juntas forman un corazón con un imán que al acercarlos se ensamblan, además lleva encima grabado la típica frase "best firends" pero aunque fuera algo quizá no es nada original me emociona.
Jayden y yo compartimos algo similar, un par de dijes que forman la frase "partners in crime" cada uno de ellos son figuritas alusivas a personajes de marvel, él es muy fan, me lo obsequió un día de la amistad, recuerdo lo alicaída que me sentía, el gesto hizo que mi día se animará por completo.
Hemos decidido encaminarnos a casa, hasta que nos topamos con una tienda de videojuegos que llama la atención a Jayden, al entrar duramos lo suficiente como para aburrirme, a él le fascinan, pero yo en realidad nunca he jugado nada de aquello.
_ Voy a ver más delante, me alcanzas, ¿va? _ entre lo embelesado que está en los estantes apenas asiente y salgo de la tienda.
Camino por el pasillo varios metros, ya agotada me detengo en una tienda de ropa solo para matar el tiempo hasta que Jayden salga. A través del cristal visualizo a una persona que a lo lejos me parece familiar, los rayos del sol están descendiendo, me encandilan y no vislumbro muy bien de quien se trata, lo ignoro por un momento. La temperatura evidentemente ha aumentado, salgo en busca de algo con que saciar mi boca seca, compro una limonada para refrescarme, al salir de la tienda de helados vuelvo a ver al chico de antes, esta vez lo reconozco perfectamente, el mismo rostro de anoche está vez lleva el pelo más ordenado.
Nuestros ojos se cruzan, aparto la mirada casi inmediatamente, una oleada de vergüenza se me viene encima, mi mente comienza a trabajar como máquina sin control, ¿Qué debo hacer?, ¿cómo debería actuar?, ¿debo saludarle?. Antes de pudiera girarme y caminar hacia el lado contrario, me parece ver que venía hacia mí, aun así continuo andando de la manera más natural posible, hasta que alguien toca mi hombro dando un par de palmaditas, me vuelvo hacia atrás, a este punto parece más alto de lo que pude percatarme ayer o era que ante la situación me hacia sentir más pequeña todavía.
_ ¡Hola de nuevo! _ pronuncia antes de que pueda voltear.
_ Hola _ es lo único que sale de mi boca, siento que empiezo a sonrojarme y mis manos a sudar.
_ Eres la chica de ayer ¿verdad?
_ Si, la misma de ayer_ respondo en medio de un titubeo
_Me llamó Will_ saca la mano de los bolsillos para tendermela_, ayer ya no me dio tiempo de presentarme, saliste prácticamente huyendo_ ríe de manera divertida, lo imito estrechando su mano.
_Si, los siento, es que... soy Evolet
_Encantado de conocerte_ una amplia sonrisa destaca en su rostro, yo apenas le ofrezco un media sonrisa, mi timidez debe ser sumamente notoria, me cuesta mucho socializar con perdonas que no conozco y más aún cuando estoy sola, mi mente sigue creando un sin número de escenarios, buscando que decir y que no. Will comienza a sacar algo del bolsillo de su pantalón.