La estrella que más brilla

Capítulo 4

Will

_Estoy agotada.

_Totalmente comprensible, te la pasaste brincando de aquí haya, parecías saltamontes.

_La tía Lydia se pasó no me dejaba estar ni un solo momento sentada _ la mezcla de nuestras risas se hacen sonora en la habitación.

_¿Que seríamos sin ella?

_Solo faltaron tus padres.

_Si, bueno, será para el próximo año, el trabajo no les permitió venir.

_No te me vayas tan lejos primito, en navidad tienen que venir.

Es de esas noches apesadumbrada, esa sensación de soledad y vacío una vez que la casa quedó sola es inevitable, sin embargo a mi prima no parece verlo de esa manera, se le ve cansada físicamente pero con los ojos brillando, llenos de vida como siempre, Morgan y yo crecimos prácticamente juntos, mi padre es hermano de su madre, quien era muy unida a mamá, eran prácticamente inseparables. No fue hasta que me mude a California hace unos años cuando finalmente la convivencia no fue la misma, aunque aquello no nos orilló a distanciarnos emocionalmente, la hermandad ha permanecido, casi siempre vengo a visitarla en las vacaciones de verano o de vez en cuando ella va a California, aunque esto último sucede rara vez.

_¿Por qué no quisiste tocar una canción hace rato eh?_ sus palabras salen en medio de un bostezo, aquello hace que suelte una risita.

_Morgan, ya sabes que no me gusta tocar en público.

_Ay loco, si lo haces muy bien, no se que te atemoriza tanto_ exclama con desazón.

La guitarra es una forma de meditación en mi vida, mas que un simple hobbie, un manera de escapar un ratito del mundo. Incluso llegue a tener esa fantasía de convertirme en músico, la idea no estaba tan mal, pero mis padres jamás lo hubieran permitido claro está. Además, nadie de mi familia le tomaba demasiada importancia, talvez no era tan bueno después de todo, sólo una persona en la vida,_ además de Morgan que prácticamente para ella todo lo que hago está genial_ lo a clamaba, pero no bastó para decidirme a final de cuentas.

_ Ey, tierra llamando a Will, te me vas a otro planeta_ ironiza con una sonrisa_ ¿en que piensas?

_ En nada _ miento

_ Aja, tengo media hora hablándote y nada que haces caso_ me limito a sonreír_ ¿Estas bien?

_Si, solo estaba recordando cosas

_ ¿Qué cosas? _ pregunta con voz suave

_ Como el día en que te destruiste el cabello con goma de mascar_ contrataco soltando una carcajada sonora, casi me aniquila con la mirada

_ Ya cállate tarado

_Jamás voy a olvidar lo graciosa que te veías con el cabello tan corto_ mis palabras salen aun entre la carcajada

Bufa en señal de enfado, volviéndose a la nevera para servirse un vaso de leche, lleva sus ondas obscuras ya desordenadas y aún un tanto de maquillaje corrido alrededor de los ojos.

_ ¿Qué ha sido de Ethan?_ indaga aún dándome la espalda_, ¿aún mantienen contacto?

_ A veces, ha estado viajando, tal como dijo que lo haría.

_Yo digo que debiste haber ido con él o meterte a una escuela de música como habías pensado_ limitó mi respuesta a una simple negación con la cabeza _bueno, bueno, como sea no dudo ni un poquito que a lo que te dediques serás buenísimo, aunque de ser músico a ser abogado, bueno nada que ver.

_Bueno, ya veremos qué pasa

_ Recuerda porqué iniciaste_ asiento formando una mueca, ella me da un beso en la mejilla que me deja residuos del líquido blanco que había bebido.

Giro la vista a la ventana entreabierta a mi lado, el cielo encapotado luce casi tétrico, apenas una delgada luna y una que otra estrella que se escabullen de la niebla que cubre a las demás lo adornan. Inspiro el aire nocturno, es fresco y complaciente.

_Ten, a ver si te apacigua esa tristeza que se te nota a kilómetros_ mi única compañía me extiende una bandeja con donitas glaseadas, las tomo sin hesitar.

_No estoy triste

_Que bueno que me avisas_ la mordacidad de sus palabras me golpea.

_¿Que te pareció Alexa?_ continúa después de un breve momento de silencio.

_Es…  simpática_ contesto con simpleza.

_Creo que le agradasté.

_ Si, a mi también, se ve que es buena persona.

_No así, Will.

_¿Entonces?

_ Ay dios, son se hacen _ refunfuñar más para sí misma_. ¿Por qué les cuesta tanto pasar página?_ espeta con exasperación.

Dejó de comer, no digo nada, ignoro completamente su comentario centrándome a la vista del otro lado de la ventana, hay temas que evito por completo y ella lo sabe mejor que nadie, sin embargo parece que le es difícil dejarlos guardados en un cajón, tanto así, que he tenido que aprender a ignorar cuando los quiere traer al presente.

_Perdón, no vuelvo a tocar ese punto, a veces soy muy impulsiva

_Descuida_ le digo con palabras descuidadas_ esta bien.

_¿Te gustaron? _ pregunta con voz animada señalando al plato que aún tengo en las manos.

_ Si creo que son las mejores que he probado_ la veo sonreír satisfecha_. ¿De dónde son?

_Evolet las hizo

_¿La chica de ojos azules?

_Si, esos y todos los bocadillos que viste haya fuera, incluso quería encargarse de la comida pero mamá no la dejó, dijo que quien iba a invitar a quien.

_Me imagino, déjame decirte que creo que fue lo mejor de la fiesta, es mas creo que me llevaré el resto a mi habitación_ le doy un beso en la frente_ buenas noches saltamontes.

_ Buenas noches.



#2314 en Novela contemporánea
#18451 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, dolor

Editado: 04.01.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.