La eterna prometida del magnate

Capítulo 2

Ella sabía que eso no era verdad. Pero no quería pensar en esa posibilidad, porque sería imposible que Daniel la quisiera en su vida y tenía que olvidarse de esa mínima posibilidad para que estuviera tranquila.

Mariana: será mejor que me vaya de su recámara para que pueda dormirse. No creo que el señor venga a hablar con usted esta noche.

Luciana: sabes que estas no serían horas para que lo haga. Este no sería un buen momento para verlo después de la conversación que tuvimos y antes de dormirme hablaré con mi hermano.

Mariana: entonces debería de hacerlo para que pueda evitar más problemas que seguramente se presentarán y más con los planes que tiene el señor.

Luciana: muchas gracias por escucharme siempre. Necesitaré pensar también cómo irme de este lugar y presiento que eso no será nada fácil.

El hace poco tiempo había llegado a su recámara y se detuvo al escuchar su conversación. Ellas al verlo se sorprenden y Daniel le dice a su sirvienta que los deje hablar a solas y Mariana se despide de ellos, Daniel se acerca a ella y cada vez que lo hacía no podía dejar de sonreír, él se detiene al llegar a su lado.

Daniel: sé perfectamente que estas enojada conmigo. El día de mañana nos casaremos como tanto querías y esto te lo digo para que estés más tranquila.

Luciana: ahora la que no quiere casarse contigo soy yo. Deberías dejarme ir para poder terminar esto de una buena manera, por favor.

Daniel: ya te dije que me voy a casar contigo. Eso significa que al fin cumplire con mi palabra de matrimonio y mañana te verás bonita con tu vestido de novia.

Luciana: no puedo creer que estés hablando en serio. Jamás me casaría con un hombre que no me quiere y ese hombre definitivamente eres tú.

Daniel: lo que siento por ti no debería de importante. Porque sabes que me perteneces y tu lugar es estar siempre a mi lado, así que serás mi esposa.

Luciana: siempre soñé con casarme bien. Necesitas hablar con nuestras familias para decirle que lo haremos, ya que así no pienso casarme contigo.

Daniel: primero nos casaremos por el civil y después por la iglesia. Después hablaré con ellos para decirles, pero mañana serás mi esposa.

Luciana: entonces no piensas dejarme ir. Ahora no entiendo qué fue lo que pasó y sobre todo no existe ningún impedimento para que sea libre si entre nosotros no ha pasado nada.

Daniel: es que así yo lo quise. Sabía que si te besaba me terminaría obsesionando contigo y tenía que limitarme contigo de muchas maneras, siempre me pregunte que se sentiría besarte.

Luciana: no quiero que te atrevas hacerlo. No deberías de besarme y se que esa es tu intención en este momento por como me estas mirando.

El siempre se había imaginado besarla. Daniel la besa por primera vez y él solo se conformaría con un solo beso, él se separa de ella cuando lo termina.

Daniel: jamás me imaginé que besarte fuera diferente. Esta noche dormirás a mi lado y como todavía no eres mi esposa te respetare, será mejor que nos vayamos a mi recámara.

Luciana: no me siento segura de que lo hagas. Porque tu comportamiento conmigo cambia constantemente y eso no me gusta para nada.

Daniel: si haces lo que yo diga te aseguro que no pasara nada. Pero sabes que si no es por las buenas será por la mala y sobre todo me debes de obedecer.

Luciana: estás demasiado acostumbrado a que hagan lo que tu quieres. Recuerda que conmigo todo debe de ser diferente y te pido que no lo hagas.

Daniel: tu padre me ha advertido tantas cosas que ya se me olvidaron. Él jamás pudo cambiar el hecho de que siguieras siendo mi prometida.

Luciana: solo te pido que me dejes hablar con mi hermano y después nos iremos a tu recámara. Necesitas recordar que mi hermano es peor que mi padre.

Daniel: por supuesto que lo sé. Eso lo harás con una condición y es que yo esté presente cuando lo llames, porque quiero escuchar todo lo que le digas.

Ella se acerca a su celular que estaba en el tocador y a los pocos minutos empieza hablar con su hermano. Luciana le dice todo lo que había pasado y ella se podía imaginar su reacción, después de esto termina con su llamada y deja su celular en el mismo lugar. Daniel se acerca a su prometida y cuando lo hace la carga entre sus brazos, ella se sorprende porque tampoco se imaginó que lo haría.

Luciana: ahora quieres representar tu papel de buen prometido. Estoy tan cansada de esto y de tus cambios de personalidad que son demasiados.

Daniel: no deberías sorprenderte. Porque tú más que nadie me conoce y si quiero hacerlo lo puedo representar demasiado bien.

Luciana: de nada servirá que lo hagas ya que te dejaré y seré libre para poder empezar una nueva vida. El afecto y mucho menos el amor se puede fingir.




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