Daniel: tenía que cuidar perfectamente bien de mi mujer. Ahora necesitamos terminar con nuestra conversación, ya que acabamos de llegar a nuestra casa.
Él estaciona el auto y después de que lo hace se baja. Daniel ayuda a su esposa a hacerlo y cuando estaba a punto de caminar la carga entre sus brazos.
Luciana: no es necesario que entremos de esa manera a la casa. No quiero que nadie nos vea, así que te pido por favor que me bajes.
Daniel: ahora que eres mi esposa tengo todos los derechos sobre ti. Recuerda que nos casamos y que nadie puede decirnos lo que tenemos que hacer.
Luciana: estás tan feliz. Porque sabes que ya no tienes ninguna prohibición y de esta manera nadie te puede controlar ni decirte nada.
Daniel: en verdad me gusta que seas mi esposa. Aunque me hubiera gustado casarme contigo antes y las cosas se dieron así por mi propia decisión.
Luciana: esto fue lo que tú mismo provocaste. El tiempo que perdimos sería imposible que lo recuperemos y aun así estas a mi lado.
Daniel: es que siempre lo he estado. Porque de manera inconsciente te sentía como mi esposa y llegó la hora de entrar, además nuestra noche apenas empieza.
Luciana: no quiero que digas esas cosas delante de mí. Pero se que debo de acostumbrarme, estoy segura de que todas las noches me harás tu mujer.
Daniel: entonces no debería de decir lo que sabes. Esta noche simplemente será diferente y sobre todo te haré completamente mía.
Luciana: estás demasiado feliz con que lo sea. Solamente que esta será la primera vez que sere tuya, eso me hace sentir nerviosa y sé que no puedes seguir esperando.
Daniel: el tiempo que te di termina en este momento. Sabes perfectamente cuanto tiempo espere por esto, así que debemos de entrar a nuestra casa.
Ellos entran a la casa y Daniel sube las escaleras para dirigirse a su recámara. Daniel la baja de entre sus brazos cuando llegan y él no dejaba de mirarla.
Luciana: primero necesitare cambiarme de ropa. Porque no quiero que le pase nada a mi vestido de novia, ya que es demasiado lindo para que algo le pase.
Daniel: entiendo que quieras conservarlo así como esta. Pero solo es un vestido blanco que utilizaste para casarnos por el civil y por tu cara se que no debí decir eso.
Luciana: esto me hace plantearme la idea de anular nuestro matrimonio y con tu actitud me hace pensar que eso es lo único que quieres de mi.
Daniel: soy un hombre y tú eres mi mujer. Espero demasiadas cosas de ti que estoy seguro de que te las imaginas y como sabes no dejaré que esto sea una distracción, porque estas acostumbrada a distraerme con estas cosas y esto no te funcionara.
Luciana: tenía que intentarlo, ya que sabía que si hablaba sobre la anulación no podías evitar distraerte como lo hiciste hace un momento.
Daniel: fuiste mala conmigo. Esto no pienso olvidarlo y te recordaré siempre que eres mi mujer, pero también ningún solo beso podras negarmelo.
Luciana: me has hecho sonreír con tus palabras. Ahora me pedirás que te deje besarme cada vez que estemos juntos, solo que nunca me imagine que me lo dirias.
Daniel: siempre me has pedido que te diga la verdad. Necesito ser completamente sincero contigo, ya que el matrimonio tiene bases que se tienen que respetar para que sea duradero.
Luciana: estás aprendiendo bien. Seguramente eso lo analizaste el día de ayer y me sorprende tu manera de pensar cuando se trata de nosotros.
Daniel: tú me haces ser esta persona que está delante de ti. Solamente que algunos hombres pueden cambiar por amor y yo lo hago simplemente porque quiero.
Luciana: estamos juntos como esposos y me diste una boda por el civil hermosa, a pesar de que no nos casamos como se debía. Además, permitiste que nuestros familiares nos acompañaran.
Daniel: ese no era lo que había planeado, deje que nos acompañará y te recuerdo que fuiste tú quien me lo pidió. Pero las cosas salieron mejor cómo las había imaginado y como estoy cansado de esta conversación te ayudaré a quitarte tu vestido, porque nuestro tiempo de conversación se terminó.
Luciana: está bien. Ahora me gustaría que dejaras de mirarme como lo estas haciendo y él único problema sería es que tu solo mirada me hace sentir nerviosa.
Daniel: no puedo mirarte de otra manera. Sabes que es completamente normal que seas mi mujer en nuestra noche de bodas y solo sigo con la costumbre.
Luciana: esta sería una costumbre de tu completo gusto. Jamás desaprovecharias este momento de convertirme en tu mujer y sabías perfectamente lo que tenías que hacer para que lo fuera.
Daniel: nunca he sido un tonto y sabía lo que estaba haciendo al casarme contigo de esta manera. Esperé pacientemente y jamás entendí porque lo tenía que hacer.