Luciana: definitivamente se te hará costumbre mirarme de esa manera. Deberías dejar de hacerlo, ya que vas a hacer que me sonroje.
Daniel: es que eres demasiado tímida en ese aspecto. Sabes que no es necesario que lo seas conmigo y te recuerdo que te conozco como si fuera yo mismo.
Luciana: menos mal que estamos solos y cuando lo estemos puedes decirme todo lo que quieras. Necesito que me prometas que no me dirás nada fuera del lugar cuando haya personas a nuestro alrededor.
Daniel: acaso piensas prohibirme decir lo que pienso. Ahora más que nunca lo haré y jamás debiste pedirme eso, espero que estés consciente de que no seré un esposo normal.
Luciana: eso siempre lo he sabido. Porque tu comportamiento dice mucho de ti, aunque enamorarme de ti no fue un error, a pesar de que tenemos diferentes maneras de ver la vida.
Daniel: se que no pensamos igual. Solamente que ese hecho nos hace ser la pareja perfecta y no entiendo como le haces para verte hermosa.
Luciana: eres el único hombre que me ve así. Además, nadie me puede ver como tú lo haces y estoy segura de que si otro hombre se atreve a mirarme pensara que está interesado en mi.
Daniel: por esa razón te cuido. Siempre me ha molestado que mi mujer llame la atención de los demás y mucho más si son hombres.
Luciana: será mejor que terminemos de hablar de este tema. Ahora quiero que hablemos de nuestra boda religiosa, ya que eso me interesa.
Daniel: sabes que tendrás la boda que siempre soñaste. Eso lo haré para hacerte feliz y cada vez que sonrías me daré cuenta de que estoy haciendo las cosas bien.
Luciana: mejor te daré un beso en la mejilla en vez de darte una sonrisa. Pero si quiere que hagas las dos cosas la terminaré haciendo.
Daniel: las dos cosas están bien. Aunque sería mejor que me lo dieras en los labios, eso sería demasiado perfecto y de esa manera no dejaría de pensar en mi hermosa esposa y ahora mismo quiero que me digas quien te ha dicho que no eres perfecta.
Luciana: solo he escuchado comentarios de otras personas referente a mi apariencia. Precisamente dicen que no soy una mujer bonita para estar a tu lado y que la imperfección que tengo consiste en mis ojos.
Daniel: esas personas están completamente ciegas. Eso lo dijeron porque utilizas lentes de vez en cuando y no tiene nada de malo utilizarlos, no puedo creer que por eso digan que eres imperfecta y esto es algo demasiado absurdo y más viniendo de personas que no te conocen.
Luciana: te sorprenderán las clases de comentarios que he escuchado y como no quiero que te molestes no te lo diré para evitar que hagas algo en contra de esas personas.
Daniel: de todos modos me voy a enterar. Deberías dejar de preocuparte por otras personas, ya que como tu esposo me encargare de hacerlas pagar.
Luciana: como mi prometido nunca hiciste nada. Entiendo perfectamente que me quieras defender y lo único que necesito en este momento es irme a dormir.
Daniel: por supuesto que siempre te defendía, solo que tu nunca te enteraste que lo hacía. Porque siempre fui demasiado discreto en ese sentido.
Luciana: siempre voy a creer en tu palabra. Jamás me has dado ninguna razón para no hacerlo, así que no será necesario que me sigas diciendo nada.
Él se levanta de su asiento y cuando lo hace carga a su esposa de entre sus brazos. Daniel empieza a caminar rumbo a su recámara y a los pocos minutos llegan, él baja a Luciana con mucho cuidado.
Daniel: no te lleve a nuestra cama porque sé que vas a querer cambiarte de ropa. Ahora solo falta que elijas cual pijama te pondrás esta noche.
Luciana: me pondré la que es color rosa. Solamente que esta será la primera vez que me verás con mi pijama puesta y quiero que cierres los ojos cuando me acueste en la cama.
Daniel: porque debería de cerrarlos y acaso olvidaste que anoche fuiste mi mujer en nuestra cama. No quiero que te comportes como si no hubiera pasado nada entre nosotros.
Luciana: te encanta recordarme lo que pasó esa noche y me gustaría regresar a mi recámara, ya que quiero dormir sola. Pero sé que no lo vas a permitir.
Daniel: se supone que nos casamos. Siempre voy a querer que estés conmigo y me gusta despertar contigo, así que tendrás que acostumbrarte a esto.
Luciana: estaba demasiado acostumbrada a dormir sola. Ahora tengo que hacerlo a tu lado y se que de poco a poco lo haré, así que únicamente dormiremos.
Daniel: estás cansada y por eso no te haré mía de nuevo esta noche. Necesitaré respetarte y de nuevo mañana será otro día donde estaras a mi lado.
Luciana: espero no quedar embarazada antes de nuestra boda religiosa. Porque si eso pasa no me va a quedar mi vestido de novia y quiero verme bien ese día.