La eterna prometida del magnate

Capítulo 15

En la mañana siguiente

Daniel: despertar contigo es algo maravilloso. Solamente que perdimos demasiado tiempo por mi indecisión y nada cambiará eso.

Luciana: lo hecho está hecho. Pero lo único bueno es que tendré una hermosa boda religiosa y soy feliz de imaginarla, así que quiero que todo sea perfecto y te recuerdo que eso me lo debes.

Daniel: los sueños de mi esposa estoy dispuesto a realizarlos. Necesito que te des cuenta de que todos tus sueños podrás realizarlos y lo único que tienes que hacer es estar siempre a mi lado.

Luciana: siento que esa sería una condición en nuestro matrimonio por la manera en como hablaste. Además, te aseguraste de decir demasiado bien cada una de tus palabras.

Daniel: en el pasado antes tenía que pensar las cosas y contigo soy completamente diferente. No quería que me vieras como si fuera un extraño, sino como el hombre que amas.

Luciana: te amo, pero sé que todavía no puedes decirme lo mismo y la única que ha amado en esta relación soy yo. Ahora me pregunto cuánto tiempo seguiré esperando para saber si puedes amarme.

Daniel: también me pregunto lo mismo. Deberías preocuparte por ser mi esposa y quiero que hables conmigo para saber si te sientes feliz o triste.

Luciana: te prometo decírtelo. Aunque tú mismo te darás cuenta de cómo me siento con tan solo verme a los ojos, ya que sería imposible ocultar cada una de mis emociones.

Daniel: sería imposible que lo hicieras. Porque sé cómo te sientes en este momento y entiendo perfectamente como piensas, precisamente eso nunca me ha pasado desapercibido.

Luciana: si me conoces como tanto dices quiero saber si sabes lo que estoy pensando. Estoy segura de que solo lo dices para que me sienta feliz estando contigo.

Daniel: nunca te he mentido y esta no sería la primera vez que lo haga. Ahora necesitamos terminar con nuestra conversación, porque necesitamos bajar a desayunar.

Luciana: este día me siento demasiado bien y te agradezco que me hayas dejado descansar. Además, quisiera saber si vamos a tener nuestra cita este día.

Daniel: por supuesto que la tendremos. Aunque será algo corta, porque tenemos que regresar a nuestra casa en la tarde para que puedas preparar la cena y todos los días podemos seguir teniendo cita.

Luciana: eso me parece perfecto. Entonces nos iremos después de que terminemos de desayunar y todavía no me has dicho como me veo.

Daniel: no importa que ropa te pongas. Porque yo siempre te voy a ver hermosa y antes de que bajemos te daré un beso para poder esperar el siguiente.

Él se acerca a su esposa y cuando lo hace la empieza a besar. Daniel se separa de ella cuando lo termina y después toma su mano para salir de su recámara, ellos a los pocos minutos llegan al comedor y al momento de hacerlo Daniel la ayuda a sentarse para hacerlo él también.

Luciana: solo puedo sentirme feliz en esta nueva etapa. Ahora siento como si realmente fuera tu esposa y has sabido demostrarme que me quieres.

Daniel: aprendí a quererte con el tiempo. Pero ese sentimiento no se puede comparar con el amor y lamento no poder decirte que te amo.

Luciana: no es necesario que te disculpes nuevamente cada vez que hablamos del mismo tema. Porque entiendo más que nadie que el amor no debe ser una obligación.

Daniel: todavia piensas en la posibilidad de divorciarte de mi. Deberías de entender que esa posibilidad no existe después de lo que pasó entre nosotros.

Luciana: jamás vas a olvidar quitarte esas palabras de tus labios. Esto lo haces para que sienta vergüenza y ya te dije que dejes de mencionarlo cada vez que hablamos.

Daniel: fuiste tú la que hace que lo mencione, así que lo seguiré haciendo hasta que entiendas que estarás a mi lado para siempre. Seguramente cuando estés embarazada te olvidarás de esa idea.

Luciana: por esa razón tienes tanta prisa de que lo esté. Siempre me imaginé que existía una razón más importante para que lo mencionaras.

Daniel: soy un hombre que no habla solo por hablar. Estoy seguro de mis palabras y será mejor que empecemos a desayunar, ya que este día será demasiado corto para nosotros.

Él hace llamar a las sirvientas para que le sirvan su desayuno, ellos empiezan a desayunar cuando terminan de hacerlo. Luciana como siempre sentía la atenta mirada de su esposo sobre ella. Daniel sonríe al ver que se sonrojaba y ellos tiempo después terminan de desayunar.

Luciana: ahora que hemos terminado de desayunar debemos de empezar con nuestra cita. Espero que sea hermosa y nunca olvidaré este detalle que tuviste conmigo.

Daniel: me gusta consentir a mi esposa en todo lo que pueda y te espera una hermosa cita, así que también tengo preparada sorpresas para ti.




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