La eterna prometida del magnate

Capítulo 18

Luciana: ver el atardecer juntos ha sido algo maravilloso. Ahora debemos de irnos porque voy a preparar la cena y tengo mucho trabajo que hacer.

Daniel: te empeñaste en querer hacerla. Seguramente si no lo hubieras hecho estaríamos más tiempo en este lugar y como le quiero dar gusto a mi esposa para mi es imposible no dártelo.

Luciana: es que las cosas deben de ser de esa manera y yo soy peor que tu cuando estas enojado. No quiero que nunca me niegues nada.

Daniel: nuestras circunstancias son exactamente iguales. Eso quiere decir que te estoy pidiendo exactamente lo mismo, así que tampoco debes de negarte a mi.

Luciana: será mejor que sigas soñando con eso. Sabes que tengo mi propia personalidad y me molesta que me quieras controlar todo el tiempo.

Daniel: aceptaste casarte conmigo y tendrás que aguantarte. Necesito que te comportes como mi mujer practicante la mayoría del tiempo que estemos juntos.

Luciana: te recuerdo que también me casé contigo para evitarle problemas a mi familia. Porque no ibas a dejar que nada ni nadie interfiera en tu camino para que fuera tu esposa.

Daniel: para tenerte a mi lado siempre estuve dispuesto a todo. Además, he destruido algunas familias solo por ti, ya que se creían con el derecho de menospreciarte siendo mi prometida y las cosas se pondrán peores para aquellos que lo hagan y más sabiendo que eres mi esposa.

Luciana: cuando hablas de esa manera me das miedo. Solamente que tú no eres así conmigo y eso me hace sentir bien, aunque no debería sentirme así.

Daniel: tú menos que nadie debe de tenerme miedo. Pero únicamente tengo ese comportamiento con las demás personas y a mi solo debes de verme con ojos de amor.

Luciana: siempre te he amado sin importar la personalidad que tengas. Debemos de irnos a nuestra casa antes de que se haga más tarde.

Daniel: es lo malo de haber invitado a nuestro padres a la cena. Necesitas recordar que tendremos más oportunidades de tener citas y sobre todo quiero que sean inolvidables para ti, aunque siempre prepararé sorpresas para sorprenderte sin tan siquiera tenerlas.

Él se levanta y después de unos cuantos minutos ayuda a su esposa a hacerlo. Daniel toma la mano de Luciana y ella se detiene en la mesa para agarrar su ramo de flores, ellos empiezan a caminar y a los pocos minutos llegan a su auto. Daniel le abre la puerta y la ayuda a subirse y él también lo hace. Él empieza a conducir y Luciana se acerca a Daniel para darle un beso en la mejilla.

En la casa de la familia Silverman

Humberto: espero que estés lista para irnos y como están recién casados les daré un obsequio esta noche. Seguramente las niñas ya se fueron con Dastan a la cena.

Victoria: apenas se acaban de ir con su hermano. Ellas se quisieron ir antes para felicitar a Daniel por haberse casado y estoy segura que también le llamaran la atención, ya que existen maneras más adecuadas para casarse.

Humberto: no debemos de seguir cuestionando a nuestro hijo por su boda. Él sabe perfectamente por que lo hizo y desde que caso me lo imagino feliz.

Victoria: yo también me lo imagino así. No debemos de sorprendernos cuando nos den la noticias de nuestros futuros nietos y estoy segura de que él tiene pensado embarazarla.

Humberto: al casarse con ella eso es lo que tenía que pasar. Solamente que el tiempo es imposible de recuperar y Daniel no lo quiere perder.

Victoria: él es más listo que todos nuestros hijos. Porque no hace nada sin pensarlo, aunque esta vez no creo que lo haya hecho y únicamente se va a dedicar a amarla.

Humberto: nosotros podemos ver que está enamorado de su esposa. Eso se puede ver claramente y su historia me recuerda a la nuestra.

Victoria: sabes que es completamente diferente. Además, tú me rechazaste en el momento en que me conociste y recuerdo que me dijiste que nunca te casarías conmigo, ya que no ibas a soportar tener una esposa gorda.

Humberto: fue un error haberme expresado de esa manera. Remedie mi error al casarme contigo y sabía que eras tu la mujer adecuada para mi.

Victoria: te casaste conmigo por la culpa que sentías y cuando me rechazaste mi padre me tuvo que buscar un nuevo prometido. Él no me rechazo como lo hiciste tú y antes de que se hiciera oficial mi compromiso te presentaste a mi casa para decirle a mi padre que te ibas a casar conmigo.

Humberto: me enamoré de ti ese día que te conocí. Aunque nunca entendí porque lo hice, simplemente empecé a sentir amor por ti, pero también soñaba contigo y cuando me enteré de que te ibas a comprometer sabía que me iba a arrepentir si te dejaba casarte con otro hombre.

Victoria: después del escándalo que hiciste en mi casa mi padre no tuvo otra opción que aceptar nuestro matrimonio. Solamente que después de ese día dejé de ver al hombre con el que me iban a comprometer, eso me pareció demasiado extraño, ya que me hubiera gustado despedirme de él y en verdad espero que no le hayas hecho nada.




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