En la casa de Daniel Silverman Hudson
Luciana: quiero que salgas de la cocina. Porque necesitas atender a tus hermanos, ya que fueron los primeros en llegar a nuestra casa.
Daniel: mis hermanos siempre han sido demasiado imprudentes. Solamente que no pienso irme a ningún lado y las sirvientas los están atendiendo.
Luciana: fue una imprudencia haberlos invitado. Esto nos servirá para convivir con ellos en familia y nos reuniremos con nuestras familias más seguido.
Daniel: está bien, esposa. Pero no tenía idea de que te gustaba cocinar y no me gustaría verte aquí todo el tiempo, sabes que no fuiste hecha para eso.
Luciana: ahora quieres tratarme como si fuera una princesa. Siempre has sabido que nunca lo he sido y quiero que me permitas hacerlo, porque esta será una manera de distraerme para mi.
Daniel: dejaré que lo hagas si esto te hace feliz. Además, te ves hermosa cuando me pides algo y yo estaría dispuesto a concederte todo lo que quieras.
Luciana: solo hay una cosa que no me concederías y eso lo sabes tú demasiado bien. Nada más que al fin he terminado de hacer la cena y solo me falta cambiarme de ropa.
Daniel: entonces vamos a nuestra recámara a cambiarnos y mis hermanos pueden seguir esperando. Aunque seguramente a esta hora ya llegaron nuestros padres.
Luciana: será mejor apresurarnos. No quiero que se molesten con nosotros por no haberlos atendido a tiempo y tú deberías de haber estado en la sala.
Daniel: no pensaba dejar sola a mi esposa mientras cocinaba. Seguramente mis hermanos estuvieron entretenidos conversando entre ellos.
Ellos salen de la cocina tomados de la mano y antes de irse a su recámara se dirigen a la sala. Ellos se dan cuenta de que toda su familia estaba reunida y les dice que de nuevo que se reunirán con ellos, ya que necesitaban cambiarse de ropa. Ellos se despiden de sus familiares y suben a su recámara para después llegar.
Luciana: ahora no sé qué vestido ponerme y necesitaré elegirlo con el poco tiempo que tengo. Aunque el color rosa es mi favorito, así que elegiré algunos de ellos.
Daniel: te ves bonita cuando utilizas ese color. Porque te favorece de una manera que no te diré y solo yo necesito entenderme, esposa.
Luciana: no quiero que me digan cosas que no tienen sentido. Prefiero escuchar palabras que sí puedo entender y debemos de cambiarnos.
Daniel: te cambiarías más rápido si te ayudo a hacerlo. Pero sé que no vas a dejar que lo haga y es una verdadera lastima que no me lo permitas.
Luciana: tu mirada me dice que tiene otras intenciones. Recuerda que nos están esperando y no deberíamos de tardar, ya que nos subimos a cambiarnos.
Ella se acerca al clóset y toma uno de sus vestidos color rosa. Luciana empieza a caminar rumbo al baño para después empezar a cambiarse, ella sale cuando termina y Daniel también se había cambiado y la estaba esperando. Ella se acerca a su tocador para hacer un peinado sencillo y después de que termina se pone sus zapatos.
Daniel: mi esposa es la mujer más hermosa que he visto en mi vida. Solamente que fui un tonto al no ver tu verdadera belleza que ahora me encanta.
Luciana: debes de evitar decirme eso. Porque estamos a punto de reunirnos con nuestras familias y no quiero que me vean sonrojada por tu culpa.
Daniel: únicamente te puedo decir la verdad. Eso siempre ha sido demasiado natural para mi, ahora quisiera adorarte por unos cuantos minutos.
Luciana: nunca te cansaras de tenerme para ti. Sabes que cuando lleguen nuestros futuros hijos no estaremos solos y se que lo que más te molesta es que no te preste atención.
Daniel: ellos serán diferentes, ya que me ayudarán a cuidarte. Además, algunos hombres se les olvida que eres mía y tengo que cuidarte y sobre todo los niños serán de mucha ayuda.
Luciana: así que utilizarás a los niños para eso. Ahora te miro y no puedo creer tu manera de pensar, pero no debemos de tardar con esta conversación, porque necesitamos bajar.
Él toma la mano de su esposa para después salir de su recámara, ellos bajan las escaleras y se dirigen a la sala. Ellos saludan de nuevo a sus familiares y cuando terminan toman asiento.
Luciana: lamento mucho la tardanza. Pero tuve que preparar la cena de esta noche sabiendo que esta era una ocasión especial y espero que sea de su agrado.
Victoria: mi nuera seguramente hizo esta cena pensando en nosotros. Esto es algo que se necesita agradecer y la intención que tuviste es buena.
Luciana: muchas gracias, suegra. Solamente lo hice para que pudiéramos compartir estos momentos al lado de nuestros familiares y estoy segura de que las hermanas de mi esposo quieren hablar con él.
Daniel: después de la cena hablaré con ellas. Espero que todavía no estén molestas y les diré que me case con ella porque estoy enamorado, aunque hubieron más razones que a ustedes no les diré.