La eterna prometida del magnate

Capítulo 21

Luciana: cuando fuiste hablar con tus hermanas tu padre me dio un hermoso obsequio. Pero al ver que tardaban con su conversación me lo tuvo que dar a mi.

Daniel: me imagino que ese obsequio era único para ti. Ahora me tienes que decir que fue lo que te dio, seguramente no fue algo normal.

Luciana: él me regaló unas acciones de su empresa. Eso fue una verdadera sorpresa para todos nosotros, ya que no nos imaginamos que sería, así que también tendré una participación en tu empresa, espero que no te molestes y le dije que eso no era necesario y de todos modos me las dio y tu padre me dijo que después te daría otro obsequio.

Daniel: mi padre me sorprendió esta vez. Porque era algo que no me esperaba, eso significa que tendrás que hacerte presente en la empresa.

Luciana: no estudie nada que tenga que ver con el mundo empresarial. Además, mi hermano siempre se ha encargado de la empresa de la familia y yo simplemente estudié algo que me gustaba.

Daniel: está bien que hayas estudiado algo que te gustara y no lo que habían esperado tus padres. Aunque sea así, tendrás que presentarte cuando se requiera tu presencia.

Luciana: nuestros gustos son completamente diferentes. Eso todavía nos hace ser especiales y nos enamoramos sabiendo esto, pero nuestros corazones también decidieron por nosotros y mi corazón siempre ha sido tuyo, sabes que tuve que esperar pacientemente que te enamoraras de mi.

Daniel: sé perfectamente toda la paciencia que tuviste conmigo. Pero se que necesito pedirte perdón por haberte hecho esperar y por no entender mis sentimientos.

Luciana: es que sabía que tenía que dejarte ir si no me amabas. No quería que estuvieras a mi lado sino lo hacías, ya que no quería que nuestro matrimonio se basará en una obligación.

Daniel: recuerda que nos casamos porque estamos enamorados. El amor es el único sentimiento que nos podía unir y eso fue lo que pasó.

Luciana: haber hecho esta cena nos hizo demasiado bien. Esto nos sirvió para convivir con nuestras familias y cuando vayas a trabajar de vez en cuando los visitare.

Daniel: quiero que te sientas libre de hacer lo que tu quieras. Pero para que lo hagas necesitare que me llames para saber lo que estás haciendo.

Luciana: eso no lo creo necesario, ya que siempre sabes en donde estoy sin tan siquiera decírtelo. Será mejor que no me pidas que haga eso.

Daniel: si quieres salir tendrás que hacerlo. Debes de comportarte como una mujer casada, así que no quiero que me des un no como respuesta y también te recordaré que eres mía, ahora necesitamos irnos a nuestra recámara para poder demostrarte que lo eres.

Luciana: no lo digas de esa manera. Además, siento mucha vergüenza, prefiero evitar escucharte hablar y estoy segura que te gusta verme así.

Daniel: me gusta provocar esto en ti. Siempre seré el único hombre en tu vida y el que te hará sentirte enamorada, estoy dispuesto a repetir cada una de mis palabras.

Luciana: nuestras conversaciones cada día se vuelven más extrañas. Pero sé que cuando hablamos me dices todo lo que piensas y muchas de tus palabras se me hacen extrañas.

Daniel: así que me ves así. Necesito que entiendas que seré el esposo con el que vivirás el resto de tu vida, el amor y la dedicación que te estoy demostrando no debería de sorprenderte sino que debe de gustarte, ya que te amo solo a ti.

Luciana: por supuesto que me gusta que me ames. Aunque siento que tu amor sobrepasara los límites del entendimiento. Solamente que el amor no necesita entenderse y no sabes como me gustaría pensar sin escuchar la razón, porque mi corazón me dice que tu amor será lo único que me hará sentirme feliz.

Daniel: me gusta saber que pensamos exactamente lo mismo. El amor no se debe de pensar y este sentimiento solo tu lo pudiste despertar y tal vez fue antes o después, pero no me importa el orden en que se dieron las cosas entre nosotros, porque siempre estuvimos destinados a casarnos y también a enamorarnos.

Luciana: la persona que empezó a amarte fui yo. Eso significa que me enamore a primera vista de ti, aunque no lo hiciste en el primer momento en que lo hice.

Daniel: no lo hice porque tardé en entender que te amaba. Seguramente eso pasó con el tiempo y me di cuenta de eso después de muchos años.

Luciana: viví en un mundo de indiferencia siendo tu prometida. Además, como sabes lo que sientes por mi las cosas serán diferentes, aunque sabes perfectamente lo que eso significa.

Daniel: por supuesto que lo sé. Quiero que sientas que el amor que me haces sentir no es un juego para mi, ya que te amo y esto no cambiará nunca.

Luciana: los sentimientos no tienen porqué cambiar. Si me amas siempre lo tendrás que hacer a pesar de que pasen los años y ese sentimiento seguirá siendo el mismo.

Daniel: amaré siempre a mi hermosa esposa. Ahora llegó el momento de irnos a nuestra recámara y como siempre no pierdes la oportunidad de distraerme con otras cosas.




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