La eterna prometida del magnate

Capítulo 22

En la mañana siguiente

Dastan: he visto como mi hermano es feliz con su esposa. Precisamente eso hace que quiera lo mismo que él, además estoy pensado en casarme con la única mujer que realmente me ha interesado.

Bastián: no creo que la señorita acepte casarse con usted. Porque no son de la misma clase social y sobre todo nunca le ha expresado sus sentimientos.

Dastan: tome la decisión de casarme con ella. Jamás me ha importado las diferencias que existen entre nosotros y tampoco su apariencia física.

Bastián: seguramente sus familiares sospechan de que está enamorado. Ellos solo están esperando que les de la noticia de su futura boda.

Dastan: ahora quiero que salgas de mi despacho y necesito que le digas que las quiero ver. Será mejor que le recuerdes que tengo muy poca paciencia y si no viene en menos de cinco minutos a verme iré por ella.

El se despide de su jefe para ir a buscarla y a los pocos minutos que lo había hecho ella se encontraba en su despacho. Dastan se levanta de su asiento y cuando lo hace se acerca a ella para después besarla, pero esta era la primera vez que lo hacía. Blanca no pudo evitar sorprender y ella intentaba alejarse de él, solo que Dastan no dejaba que lo hiciera hasta que al fin permite que lo haga.

Blanca: no entiendo porque me beso. Sabe que no tiene ningún derecho sobre mí, será mejor que me vaya si no tiene nada que decirme.

Dastan: has sido mi sirvienta por mucho tiempo. Solamente que ahora serás mi esposa y estoy seguro de que no esperabas mi propuesta.

Blanca: yo no puedo ser su esposa por la diferencia que existe entre nosotros. Pero acaso también olvido que soy fea y la sociedad nunca va aceptar nuestro matrimonio.

Dastan: mi familia me conoce perfectamente. Además, no me importara lo que piense la sociedad, ya que eres la única mujer que se convertirá en mi esposa.

Blanca: soy la menos indicada para casarme con usted. Debe de elegir a alguien más que lo sea y le recuerdo que siempre he sido una sirvienta.

Dastan: estoy seguro de que si hubiera sido ese jardinero que estaba interesado en ti lo hubieras aceptado encantada y menos mal que lo despedí a tiempo.

Blanca: él jamás estuvo interesado en mí de esa manera. Siempre sus celos lo hacen ver de más, ya que esta no sería la primera vez que lo hace.

Dastan: es que tenía que despedir aquellos hombres que mostraban algún interés en ti. Porque me molestaba darme cuenta de eso y siempre eran empleados que trabajaban para mi.

Blanca: no quiero que nadie se burle de usted si se casa conmigo. Seguramente después se arrepentirá de haberlo hecho y esta será la última vez que nos vamos a ver.

Dastan: sabes que no podrás salir de este lugar. Necesito decirte que este día nos casaremos, así que estaré a tu lado para evitar que quieras escapar de mi.

Ella lo mira y cuando Dastan decía algo lo cumplía. Blanca siempre lo había amado en silencio y se conformaba únicamente con ser su sirviente, ya que él nunca la iba amar, solo que sus celos le mostraban lo contrario. Dastan de nuevo la besa y después de unos cuantos minutos se separa de ella.

En la casa de Daniel Silverman Hudson

Daniel: siento que algo está pasando con mi hermano. Nada más que cuando lo veo la proxima vez le preguntare y presiento que está relacionado con la mujer que ama.

Luciana: solo con ella lo estaría. Pero cuando se case con Blanca va a preferir trabajar en su casa y él es más celoso que tu si no me equivoco.

Daniel: es que él no soporta ver a nadie cerca de su mujer y los rumores que he escuchado sobre él son peores que los míos, así que siempre hemos sido iguales en ese sentido.

Luciana: pienso que para la otra semana ya deberías de irte a trabajar. Porque no puedes dejar que tu hermano haga tu trabajo por ti.

Daniel: está bien lo haré. Solamente que todavía no te he dicho que nuestro viaje de bodas será largo y no te diré el lugar en donde iremos, esto debe de ser sorpresa.

Luciana: estás haciendo demasiados planes. No tengo otra opción que escucharlos y los otros prefiero no hacerlos, aunque no me quiero imaginar cuales son.

Daniel: eso sería lo mejor. Porque existen cosas que no debo decirte y como siempre te ves bonita, pero te hace falta algo más para que te sigas viendo de esa manera.

Luciana: no me digas que me vas a regalar otra joya. Sabes que no necesita más de ella y por tu reacción me imagino que no lo es, ahora me estoy preguntando que es.

Daniel: cuando lo veas te darás cuenta de lo que es y tienes razón al decir que no es una joya. Porque se que a ti solo te gustan las cosas especiales.

Él se levanta de su asiento para ir por su obsequio. Daniel a los pocos minutos llega a su lado y cuando lo hace le da una bolsa de regalo, ella simplemente sonríe y empieza a sacar de la bolsa su hermoso obsequio y de ahí saca una hermosa diadema de flores con rosas, ella se la pone al verla de lo feliz que se sentía.




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