La Famosa Historia De Un Aventurero

LA FAMOSA HISTORIA DE UN AVENTURERO

Las vísperas de Navidad, La ciudad de Guanajuato, Los Peatones, La música Folclórica... Aquí todo es bueno.
Desde siempre me ha venido muy bien el clima tan hospitalario, que se respira hondo en mi Ciudad. Pues verán, no hace mucho que cumplí mis catorce años. Y mi Madre, que en gloria esté. No me dejaba salir de casa, decía que aún no estaba listo, que las calles eran muy peligrosas, que yo era un muchacho muy bueno, pero que eso no impedía que existiera gente mala, que siempre se va a tratar de aprovechar de mí. 
El día de mi cumpleaños número 10. Tuve una plática con mi Madre, mientras soplaba las velitas del pastel:

— Mami, los chicos que siempre están jugando afuera, nuevamente volvieron a invitarme a jugar con la pelota.

A lo que ella me respondió:

— No empecemos nuevamente, Camilo. Ya habíamos hablado sobre esto.

— Sabrás de sobra, madrecita mía. Que lo que más anhelo en este momento, es una esperanza, alguna manera, quizás sobreprotectora, en que me dejes probar las aventuras que me puede ofrecer el mundo de allá afuera.

— El mundo exterior, hijo mío. Es demasiado grande para un muchachito que a penas está cumpliendo los 10 años de existencia, más aún así, está a mi favor el negarte toda clase de experiencia hacia allá afuera. 
Tú miras el mundo exterior, como algo lleno de oportunidades de diversión, pero no es del todo bonito, hijo mío.

— Tan solo...

— Escucha, Camilo. Te daré una oportunidad al momento en que cumplas tus catorce años de edad. ¿Te parece?

 

Cabe decir que hay veces en las que quisiera salir a otros lugares, jamás volver... Pero al recordar las palabras de mi madre, simplemente me derriban, me dejan sin ganas. Pues es por algo en que ella siempre me decía lo que me decía. 
Últimamente me he juntado demasiado con unos amigos del barrio, los cuales a lo largo del tiempo, se han convertido en mis más allegados cómplices de aventura. Son mis amigos que llevan por nombre “Brandon” y “Sumer”. Y son unos sujetos fantásticos, los cuales aún no me han otorgado la desgracia de hacerme comprender las palabras que tanto me recalcaba mi madre. Pues ellos jamás se han intentado aprovechar de mí.



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En el texto hay: cuentos, amor, aventura y magia

Editado: 13.11.2019

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