La favorita del jefe

Capítulo 13: Culpa

Víctor agarra su teléfono y comienza a llamar a Vivian, resopla cuando esta no responde, sabe que hoy su prima iría a cenar con su esposo y eso lo tiene mal, siempre ha sabido que lo que siente no está bien, pero es inevitable y mientras conduce hasta la casa, Vivian está cenando bajo la luz de la Luna con su esposo, ama a este aunque bueno, no tienen una relación normal y a veces terminan en otros brazos. Por otro lado, Alan espera impaciente a su padre, sabe que ayer este se sintió mal y más cuando el mismo desconfió de Adrien, quiere pedir disculpas y no deja de mirar la puerta, cuando esta se abre corre hacia ella pensando que será su papá.

—Muchacho —dice Víctor sonriendo —Oh, pero no te alegras de verme —se cruza de brazos cuando ve que el rostro del chico pasó de la felicidad a la tristeza.

—Pensé que eras papá —murmura sin ánimo

—¿Adrien no ha llegado? —cuestiona confundido —salió hace rato ya.

—Pues no, no ha llegado —menciona la madre de Adrien

—Es raro Gia —dice Víctor confundido mientras agarra su teléfono y comienza a llamar a su primo —quizás está con alguien —comenta cuando da apagado.

—Víctor ve al restaurante, quizás sigue ahí —Gia se acerca a él —por favor, necesito saber que mi hijo está bien, ayer estaba muy triste —Alan baja la mirada sintiéndose algo culpable, Valeria escucha todo desde arriba y la preocupación le embarga, muchas veces le ha dicho a su padre que lo prefería muerto, pero eso está muy lejos de ser verdad, Víctor no quiere problemas, también necesita que Adrien esté vivo y sale de la casa dispuesto a buscarlo, al llegar al restaurante ve el auto de su primo ahí, pero todas las luces están apagadas, cosa que le parece muy rara y por eso se apresura a entrar, comienza a llamar a su primo y cuando encuentra a este no duda en llamar a una ambulancia.

—¿Víctor qué sucedió? —Alisa se acerca a él cuando ve a los paramédicos sacar a Adrien en una camilla —Adrien

—Está bien, al parecer quedó encerrado en la cámara frigorífica junto a la nueva —comenta con la mirada perdida

—Adrien estaba ahí? Por qué estaba ahí? —Víctor se encoge de hombros y la mira

—¿Y tú qué haces aquí Alisa? —la chica se pone nerviosa enseguida

—Se me olvidó algo y —sus palabras son calladas cuando Víctor toma su brazo y se aleja con ella de los demás.

—Dime que no tuviste nada que ver joder —brama soltándola, a la mujer se le llenan los ojos de lágrimas

—No sabía que Adrien estaba ahí, pensé que se había ido, yo escuché que Zoe se quedaría a guardar todo y bueno, no me agrada —los ojos de Víctor la miran horrorizados.

—Alisa hay muchos que no me agradan y no intento congelarlos, maldita sea, pudiste matarlos

—Me quitará mi lugar —masculla Alisa —escuché bien a Adrien decir que quiere dejarla a ella al mando de la cocina cuando esta mejore sus habilidades, Víctor llevo años acá y una maldita camarera va a reemplazarme, además, dicen que es la favorita, sabes bien lo que siento por Adrien y no dejaré que esa empleaducha de quinta se quede con él —Víctor suspira mirando a la mujer frente a él, sabe de sobra que por amor uno es capaz de hacer cualquier cosa.

—Hay otras formas Alisa, muchas otras —sonríe —pero por favor, deja de hacer tonterías —se aleja de la chica y sube a su auto para ir al hospital, necesita que Adrien esté bien, en el camino no deja de darle vueltas a Zoe, sabe que la conoce de algún lado, pero no recuerda de donde, está seguro de que la ha visto, pero su cabeza se niega a recordar, una cosa es clara, tarde o temprano va a terminar sabiendo de donde conoce a Zoe y eso no será nada bueno para ella.

Mientras Adrien y Zoe son atendidos, Alan está sentado esperando noticias, Valeria que nunca sale de su casa también está ahí en el hospital, quiere saber cómo está su padre, aunque sigue mostrando su actitud fría ante todos.

—Papá tiene que estar bien —expresa Alan con dolor —él debe de estar bien.

—Se le llama Karma —comenta Valeria —ha hecho cosas malas y debe pagar —su hermano la mira

—¿De qué hablas Valeria? Nuestro padre puede morir y hablas así? Eres una insensible —espeta con odio, Valeria abre la boca, pero Alan no la deja hablar —no sé de donde sacas eso de que le fue infiel a mamá, pero estoy seguro de que es mentira, siempre demostró que la amaba, tú más que nadie debería de creer en él, nuestro padre nunca se ha alejado de ti aunque digas odiarlo, eres mala

—Solo lo defiendes porque gracias a papá no estás en la calle —masculla Valeria enojada sin darse cuenta de lo que dice —o en algún orfanato, lo defiendes porque sin él tu no tendrías a nadie Alan porque tus padres te dejaron de bebé tirado frente a un hospital —cuando las lágrimas se juntan en los ojos de Alan entonces la niña se da cuenta de las cosas que ha dicho —Alan

—Gracias por recordármelo

—Alan perdón, yo

—Pero te equivocas Valeria, lo defiendo porque lo amo y es mi padre, deberías hacer lo mismo, la única que no merece nada aquí eres tú porque no ves que afectas a todos con tu veneno

—Alan —le llama, pero su hermano sale corriendo alejándose de ella, Valeria se cubre su rostro con sus manos y comienza a llorar sabiendo que todo lo ha hecho mal, su hermano tiene razón, eso piensa ella, no merece nada, no merece al padre que tiene y pensando en eso comienza a moverse y a alejarse de todos, eso es lo que quiere, ir lejos donde su veneno no pueda afectar a nadie y por esa razón sale a la calle sin importar la noche ni la lluvia y mientras llora sigue alejándose de ese hospital sintiendo culpa.




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