La favorita del jefe

Capítulo 21: Sorpresa

Zoe

Adrien me conduce hacia su habitación en completo silencio, yo solo quiero irme de aquí, sé que no soy bienvenida por gran parte de su familia y lo que menos quiero ahora son problemas aunque sé que él solo quiere ayudarme y no hace las cosas por maldad, por esa razón sigo aquí en su casa. Entramos a la habitación y me quedo de pie en la puerta, Adrien se quita su chaqueta y la acomoda cerca de su cama, la habitación es enorme, yo doy varios pasos adentrándome por esta, hay fotografías de Alan y Valeria en las paredes y en una mesita una fotografía llama mi atención, está él, con ambos niños y una mujer que supongo es su difunta esposa, ahí se ven felices y sonrío.

—Fue en el primer partido de fútbol al que fuimos con Alan —lo miro cuando habla —a él le encanta y aunque su madre no quería llevarlo entre los tres la presionamos y aceptó —él sonríe —al final todos disfrutamos el partido.

—Adrien creo que debería irme —dejo la foto donde mismo —y creo que tú debes hablar con tu madre, ella

—Quiero ahora estar contigo Zoe —sus manos van a mi rostro —no voy a dejarte sola, hablaré mañana con mamá, pero tú no te vas a ir de aquí, quiero que vivas conmigo.

—¿Y si no acepta? No puedes echarla de la casa como hiciste con tu hermana —él ríe

—No, no puedo, pero me iré si no acepta —mis ojos se abren en demasía —Zoe, quiero que estés bien y en mi casa vas a estarlo, sería bueno que dejes unos días de ir al restaurante y yo voy a encargarme de que Liam no te moleste ¿vale? 

—Tampoco quiero que lo despidas

—No, pero lo mandaré a otro restaurante, no quiero que ninguno de ellos se acerque a ti y te haga daño —Adrien me besa y es como si todos mis problemas desaparecieran de golpe, ahora solo quiero estar con él y no pensar en el mañana, sé que lo nuestro en algún momento va a acabar cuando él sepa todo sobre mí, pero voy a disfrutar cada segundo que esté a su lado. Le dejo claro que no quiero solo dormir cuando comienzo a desabrochar los botones de su camisa, Adrien deja de besarme y me mira, estoy nerviosa y eso hace que la tarea se me haga un poco difícil, al final él termina de quitarse la camisa.

—Zoe te deseo y estoy loco por estar contigo —sus manos acarician mi rostro con delicadeza —pero quiero que estés segura de esto y no solo que lo hagas porque estás mal

—Me gustas Adrien, te quiero y hoy no voy a poder dormir contigo a mi lado sin poder tocarte —él sonríe —quiero estar contigo —llevo mis manos a los tirantes de mi vestido —quiero que me hagas el amor —el vestido cae al suelo cuando termino de hablar y Adrien no espera más y vuelve a besarme.

Despierto sonriendo por causa de los besos que Adrien reparte por toda mi espalda, estoy cansada y deseo quedarme en la cama durmiendo aunque al parecer él tiene otros planes, ya que sus manos no dejan de acariciar mi cuerpo.

—Quiero desayunar —dice en mi oído con suavidad —¿me dejas Zoe?

—Y supongo que no hablas de comida —abro mis ojos topándome con su intensa mirada

—¿Que vamos a hacer? Soy adicto a tu cuerpo, eres mi plato favorito —él besa mi boca y sé que ya no podré negarme a nada de lo que pida.

Organizo la habitación, limpio algunas cosas y observo todo lo que Adrien tiene aquí desde sus fotos hasta sus libros, suspiro y me siento en la cama, Adrien ya salió para el restaurante y estoy sola aquí, no me atrevo a salir de la habitación aunque me dijo que podía hacer lo que quisiera, ya que esta ahora era mi casa, pero no quiero ver a su hermana y tampoco a su madre con la cual él no ha hablado y la ha ignorado por completo, el problema es que no soy una persona que esté cómoda sin hacer nada mirando las paredes y aquí me estoy asfixiando.

—¿Castigada? —miro hacia la puerta cuando escucho a Valeria, la pequeña se acerca a mí

—Por qué lo dices? 

—Porque cuando papá me castiga tengo esa misma cara y debo estar todo el día sin hacer lo que me gusta en mi habitación —yo río —Zoe no creo que el plan de papá al traerte aquí sea tenerte solo para él en su habitación.

—Ya, pero no creo ser bienvenida, tu tía lo dejó claro ayer y tu abuela, bueno, no dijo nada

—La tía siempre está de entrometida —alzo una ceja al escucharla —es una envidiosa que no le gusta ver feliz a papá, esa es la verdad, en cuanto a la abuela, tú misma acabas de decir que no dijo nada y eres bienvenida, la casa es de papá, él hace lo que quiere —yo río mirando la sonrisa en sus labios

—Entonces me estás animando a salir de aquí —ella asiente

—No quiero que estés sola, es malo —hace una mueca con sus labios —y por cierto, si Alan no ha venido es porque tenía clases, pero está muy feliz de que estés aquí y créeme, se pondrá muy celoso cuando le diga que eres mi amiga.

—Entonces quieres ser mi amiga —mi sonrisa se amplía

—Pensé que ya lo éramos Zoe, me has roto el corazón —ella lleva una mano a su pecho mientras reímos —qué tal si bajas y cocinas algo para mí? Le daré más envidia a Alan

—Así que Alan es celoso

—Como papá y ambos te adoran —ella rueda los ojos

—¿Pero qué tal si en vez de cocinar vamos a otro lugar Valeria? —la pequeña me mira confundida —podemos ir al restaurante de tu padre y darle una sorpresa —ella respira hondo, no quiero ir ahí por Liam, pero después de todo lo que Adrien ha hecho por mí quiero darle una sorpresa, sé que estará feliz si su hija va.

—Sé lo que quieres, pero no me gusta salir de aquí, además —ella mira sus manos —aunque papá y yo ya no estamos tan mal, sigo sintiendo que él tuvo algo de culpa en la muerte de mamá.

—Adrien me ha contado algo sobre eso —ella me mira —¿de verdad crees que tu padre le fue infiel a tu mamá? —cuestiono mirando sus ojos y luego voy a la foto que vi ayer 

—Mamá pensaba eso, no recuerdo muy bien por qué, pero ella hablaba sobre unas fotos y unos mensajes de texto —dejo la fotografía sobre las piernas de Valeria, la niña toma la foto en sus manos y sus ojos se llenan de lágrimas




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