La gran farsante

Capítulo 26: La eternidad de Danton

Emily despertó por lo que pudieron ser cinco minutos. Tenía el brazo de Danton enroscado a la cintura y la respiración pausada del mismo sobre la frente.

Sus sentimientos estaban plenamente alborotados en alegría y el cuerpo aún le respondía a Dan.

Unos escalofríos la recorrían de punta a punta sólo de recordar las cosas que ese hombre era capaz de hacer.

Las cosas que había provocado en su alma y en su cuerpo no tenían nombre ni explicación posible.

La había extasiado por completo, en cada una de sus terminaciones, y no paró siquiera cuando oyó el último de sus gemidos, el que le demostraba que había hecho un gran trabajo.

Él siguió.

Sus ojos habían dicho “tú puedes más” y no habrían aceptado un no por respuesta.

Dos veces vio la galaxia entera estallando frente a sus ojos, el cosmos girando en espiral, llevándola con una velocidad torturante al límite entre el espacio y el paraíso. 

Dos veces su cuerpo se arqueó y tembló como si fuese su último espasmo, como si de ahí sólo pudiera deparar la muerte. La muerte riendo de los tres penosos minutos de Stuart, su ex novio, y alabando la eternidad de Danton.

La eternidad de Danton, ese fue su último pensamiento antes de caer rendida al sueño nuevamente.




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