Capítulo 4: En busca de mi verdadera familia

Violet, ahora Arabella, salió de la mansión Smith con la cabeza en alto. En su bolso llevaba consigo los ahorros de la antigua dueña. Desde que supo que tenía una madre biológica, había comenzado a guardar en secreto lo poco que podía reunir, como si en su interior supiera que un día necesitaría esa cantidad para algo importante. Aunque no conocía muchos detalles sobre su madre, ese descubrimiento había despertado una chispa de esperanza que ahora, bajo la identidad de Arabella, la impulsaba a actuar.

Las calles de la Ciudad del Valle estaban desiertas a esa hora, y mientras caminaba, su mente comenzó a recuperar fragmentos de memorias de Arabella Smith. Entre los recuerdos más nítidos, surgió una conversación que había escuchado antes de que los Smith la encontraran. Le habían dicho que tenía una madre y un tío biológicos, aunque nunca había conocido más detalles al respecto.

En esta vida, si tuviera la oportunidad de tener una familia, no desperdiciaría ni un solo momento. Su vida pasada como Violet Dray había sido una lección cruel: una infancia huérfana, marcada por la soledad y la pérdida de la única persona que alguna vez mostró interés en cuidarla. Aquella anciana que la acogió cuando nadie más lo hizo murió demasiado pronto, dejando a Violet con un vacío que ninguna otra relación pudo llenar. Ahora, en este mundo, Arabella estaba decidida a no permitir que el abandono definiera nuevamente su destino.

Con una nueva determinación, Arabella decidió seguir la pista de esas personas. Si existía la posibilidad de encontrar a su madre biológica, no descansaría hasta conocerla. Quizás este encuentro le daría un propósito en esta nueva vida.