La hija de la Madre Luna

Capítulo 15

Al caer la tarde, Cassie, Ania y Caroline se fueron a la sala de audio y vídeo a ver en pantalla gigante el especial sobre el grupo de k-pop que las tres seguían e iba a ser transmitido por señal de cable. Me invitaron a ir con ellas, pero en ese momento que ellas dejaban los asientos, llegaron Marie, Marion y Marianne, y quise aprovechar en pasar tiempo con ellas, a quienes quería conocer, no solo por ser la madre y hermanas de Stefan, sino porque eran maravillosas personas que me caían muy bien y de quienes podía aprender mucho sobre cómo desenvolverme entre los miembros de la manada y de las demás especies sobrenaturales.

Mientras nosotras estábamos conversando sentadas en los sofás de la pequeña terraza del jardín posterior, los varones de la familia estaban compitiendo por saber quién era el mejor en los dardos, futbolín y billar en el salón de juegos.

  • Pierden su tiempo. El mejor en todos esos juegos es Haldir. Su puntería es un don de su especie -dijo Marion con mucho orgullo.
  • Como sea, pero no les quites la ilusión de que le pueden ganar, así pasamos un tiempo a solas las cuatro -Marianne sonreía como si fuera una adolescente en plena pijamada.
  • ¿Cómo se comporta mi hijo, Amelia? –preguntó Marie con esa tierna voz de madre que tiene y me recuerda a la que escucho.
  • Muy bien, señora Marie –respondí tratando de ser lo más respetuosa posible. Además de ser la madre de Stefan, Marie Höller era mi referente de mujer de éxito por todo lo que había logrado al ser una de las mejores diseñadoras de modas y empresaria textil a nivel mundial.
  • Por favor, Amelia, solo Marie –su sonrisa me hizo sonrojar, y yo asentí con un movimiento de cabeza-. ¿Te está respetando como lo has pedido? –entiendo que para ellos sea preocupante cómo he pedido manejar la relación con Stefan, pero que me pregunten si está cumpliendo con su palabra de respetar mi decisión de mantenerme virgen hasta la noche de bodas, me hace sentir culpable, no sé por qué, y avergonzada.
  • Sí, le cuesta, pero ya hemos acordado que esperaremos hasta que nos casemos –dije en un tono bajito por la pena que sentía, pero ellas pudieron oír sin problemas al tener un agudo oído.
  • Eso va a ser un reto para Stefan -mencionó Marion con preocupación en su rostro.
  • ¿Por qué sería tan difícil? –pregunté muy confundida al notar el temor en Marion, ya que ella no solía demostrar debilidad ni miedo.
  • La conexión con el compañero predestinado se formaliza con la marca que el macho hace a la hembra sobre la piel de una de las clavículas. Eso es como la bendición del sacerdote o la firma en el acta matrimonial para los humanos. Pero antes de la marca, el macho debe poseer a la hembra, ya que así queda claro que él la desea, y por ello será la única en su vida, mientras que ella acepta el liderazgo del macho y ser la luz de su vida, su Luna -explicó Marion.
  • ¿A qué te refieres con poseer? –esa parte como que no la entendí muy bien.
  • Que el macho penetre a la hembra –que Marion sea tan explícita hizo que otra vez me sonrojara.
  • En términos humanos -intervino Marianne tratando de suavizar las palabras de su hermana-, significa que primero la unión se sella haciendo el amor y luego con una mordida a la altura de la clavícula de la hembra, así es como la marca y deja en claro que ya no está sola, que ha encontrado a su compañero predestinado.
  • Cuando un licántropo encuentra a su alma gemela, entra en celo –ahora era Marie quien explicaba lo que sucedía con los miembros de su especie ante la aparición del compañero predestinado-, pero no es un celo con un propósito reproductor, sino para ser uno solo en la carne, lo que se logra con la penetración.
  • ¿Por qué siento que esto del amor licántropo es muy carnal? –pregunté mostrando incomodidad por hablar sin reparos sobre el tema.
  • Aunque las otras especies no entran en celo, también sellan el compromiso predestinado con la unión carnal –respondió Marianne-. Y que todo gire alrededor de lo sexual cuando las almas gemelas se encuentran se debe a que lo carnal es la parte que falta unir, ya que espiritualmente son uno desde antes de encarnar.
  • ¿Y por cuánto tiempo se está en celo? –pregunté con la intención de saber si en algún momento a Stefan se le pasaría esa necesidad de intimar conmigo.
  • Hasta que se selle la unión carnal de la pareja predestinada –respondió Marianne lanzando un suspiro, detalle que llamó mi atención porque ella también empezó a notarse preocupada.
  • ¿Algo malo le sucederá a Stefan si se mantiene en celo por mucho tiempo? –creo que hice la pregunta correcta porque todas quisieran responder a la vez, pero Marie pidió a sus hijas ser quien explicara ese punto.
  • El celo es muy doloroso –mientras hablaba, se notaba que Marie trataba de ocultar su preocupación-. Mientras no se logre formalizar la conexión entre almas gemelas, el macho sufrirá de dolores corporales y fiebres altísimas durante la noche, cuando la luna está en lo alto del cielo. Además, a más noches sin sellar la conexión, el macho corre el riesgo de enloquecer -ahí entendí que estaba preocupada por su hijo.
  • Entonces, ¿Stefan está sufriendo por el celo? –pregunté con una angustia que nunca había experimentado. Yo no quería que él padeciera algún tipo de dolor por el hecho de hacer realidad mi deseo de llegar virgen al matrimonio.
  • Es muy probable. Quizás no lo ha padecido esta última noche porque recién acaba de encontrarte, pero es posible que a partir de hoy experimente el celo -imaginarme el dolor que sentiría cada noche por no sellar la conexión conmigo me causó que empezara a sentir mucho miedo y una gran tristeza. No me gustaba esa idea, la de ver sufrir y enfermar a quien amo. En ese momento entendí que Stefan no bromeaba cuando propuso que nos casemos en dos semanas porque desconocía si podría soportar los dolores y las fiebres por el celo.
  • Pero no te preocupes, Amelia. Si Stefan te ha prometido esperar, lo hará -trataba de tranquilizarme Marie, ya que notó el miedo y la tristeza en mi rostro.
  • No me imaginaba que toda esa lujuria fuera una manifestación de la necesidad de sellar el compromiso, la conexión entre compañeros predestinados. Creía que era solo morbo, calentura, como sucede con los humanos –dije para explicar cómo percibí la actitud de Stefan conmigo.
  • No, lo que nos sucede a los licántropos no tiene punto de comparación con la lujuria o morbo humano -explicaba Marianne-. Nosotros no vemos pecado en que una pareja de compañeros predestinados inicie su vida juntos a las horas de haberse encontrado. La conexión es el compromiso, la primera noche de intimidad sexual es la ceremonia matrimonial y la marca el acta de matrimonio.




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