La hija de la Madre Luna

Capítulo 24

Después de despedirnos de Los Höller, nos quedamos unos minutos en el frontis de la mansión para definir a dónde iríamos. Gonzalo mencionó que conocía a uno de los dueños de una de las mejores pizzerías de Lima, La Linterna, que tenía un local cerca de Renania.

  • Pero en esa pizzería siempre hay clientes en lista de espera -se quejó Patrick.
  • Deja que llamo a Alfredo y le pido que nos tenga una mesa para ocho -dijo Gonzalo y marcó desde su celular.

Alfredo era uno de los dueños de La Linterna, a quien Gonzalo conoció mientras hacía las compras en un supermercado junto a Nadia. El humano le había invitado a entrenar en un equipo amateur de rugby, de seguro porque vio que el licántropo tenía cualidades para ello al ser tan alto, grande y fuerte. Durante la llamada, Gonzalo le explicó a Alfredo que con un grupo de amigos querían celebrar el compromiso de uno de ellos, que éramos ocho y queríamos ir al local de Surco. Alfredo se sorprendió de que alguien de la edad de Gonzalo se vaya a casar, y cuando él mencionó el nombre de Stefan, Alfredo se sorprendió.

  • Carajo, Gonzalo, ¿Stefan Höller es tu pata? –todos pudimos escuchar lo dicho por Alfredo.
  • Sí, es uno de mis mejores amigos, mi hermano –y Gonzalo golpeó puños con Stefan.
  • Pucha, yo soy bien pata de Ravi, su cuñado. Nos conocimos cuando recién llegó con Marianne, y Kiram apenas tenía un año. Sabes, vengan, justo estoy en el local de Surco. Ahorita les armo la mesa para ocho –todos empezábamos a sonreír al saber que esa noche pasaría un agradable tiempo reunidos los ocho.
  • ¿En serio, Alfredo? –preguntó Gonzalo muy entusiasta.
  • Claro, cachorro. Vengan que los vamos a atender como si fueran reyes.

Subimos a los autos y nos fuimos al local de La Linterna en el distrito de Surco. Cuando llegamos, en la puerta había algunas personas esperando por una mesa. Para no causar alboroto, Gonzalo volvió a llamar a Alfredo para avisarle que estábamos a fuera. Este salió y saludó con un abrazo a Gonzalo y con un beso en la mejilla a Nadia. Noté que a Stefan le pareció inapropiado lo del beso, me miró y solo pude levantar los hombros porque ya teníamos a Alfredo enfrente de nosotros.

  • Stefan Höller, qué gusto conocerte –Alfredo extendió la mano a Stefan, quien respondió el saludo-. Con Ravi y Marianne somos viejos amigos. Los conocí un día que fueron a comer al local de San Isidro, hace muchos años atrás. Ellos son mi hindú y mi alemana favoritos, cachorro. Te puedo decir cachorro, ¿no? –Alfredo preguntó porque Stefan lo miró con algo de confusión cuando lo llamó “cachorro”.
  • Sí, claro –respondió Stefan tratando de ocultar la leve incomodidad que sintió al ser llamado de esa manera por Alfredo-. Si es amigo de Gonzalo, Ravi y Marianne, es mi amigo. Solo le pido que, si no le entiendo algo, comprenda que recién he llegado a Lima y algunas expresiones idiomáticas son nuevas para mí –al decir eso Stefan, todo reímos.

Alfredo nos hizo pasar y nos llevó a la mesa que había preparado en el mezanine. Él mismo nos entregó la carta y nos sugirió algunas pizzas. Pedimos sangría para brindar, limonada de hierba luisa, pan al ajo especial y una pizza para cada uno. Al principio creí que se referían a una pizza personal, pero todos pidieron tamaño familiar, cosa que no llamó la atención de Alfredo porque ya había visto comer a Gonzalo, y sabía que este podía comerse más de una pizza familiar.

  • Pero yo no puedo comer doce tajadas de pizza -le dije a Stefan alzando las cejas cuando Alfredo se retiró con nuestro pedido.
  • No te preocupes. Lo que no comas, me lo das. Necesito mucha energía para cuando estemos solos en nuestra habitación -me susurró al oído.
  • Creo que mejor me pido dos porque una es nada -reflexionaba en voz alta Gonzalo.
  • Mejor veamos cómo nos va con lo que hemos pedido -opinó Matthias-. Quizás yo quiera un postrecito después.
  • Así que están entrenando con un grupo de humanos. ¿Por qué no nos contaron para ir también a jugar rugby? -preguntó Patrick.
  • Es que fue justo la semana en que llegaron Gaia y Milena, y Matthias y tú estaban muy ocupados tratando de recuperar el tiempo perdido con sus compañeras -Gonzalo movió las cejas pícaramente.
  • ¿No se han dado cuenta de lo que son? -pregunté.
  • No, somos muy cuidadosos. Tampoco es que necesitemos hacer gran esfuerzo para ganar en el juego -respondió Nadia.
  • ¿Y no dicen nada raro de que Nadia no te deje ni a sol ni a sombra? -estaba curiosa por saber si habían sufrido bromas machistas.
  • No. Algunas novias y hermanas van a entrenar, pero no juegan. Al principio miraban mucho a Nadia, y yo quería arrancarles la cabeza, pero un día ella pidió jugar, y como les ganó comenzaron a verla de otra forma. Cuando ya había confianza me dijeron que era un “pisado”.
  • ¿Qué es eso de “pisado”? -preguntó Matthias.
  • Le llaman así al hombre que todo lo consulta con su compañera, al que siempre lo ven con su mujer y no hace nada solo –explicaba Gonzalo-. Dicen que es el hombre que es dominado por su pareja, el que hace todo lo que su mujer le pide, pero como yo lo veo, ser pisado significa que amas a tu hembra -todos comenzamos a reír.
  • Entonces los cuatro somos pisados -dijo Patrick y todos reímos-. ¡Salud por los pisados! -y brindamos con la sangría que acababan de servir.
  • Cambiando un poco el tema -hablaba Stefan-. ¿Por qué Alfredo le dio un beso en la mejilla a Nadia?
  • Los peruanos son latinos, Stefan, y por eso se saludan de beso, como los españoles, italianos, franceses y portugueses -respondió Patrick.
  • Además, Alfredo es amigo y sabe que, si yo le puedo arrancar la cabeza, ¡qué no le haría Gonzalo si se sobrepasa conmigo! -bromeaba Nadia.
  • Por eso, si ves que un hombre saluda a Amelia con un beso -le decía Matthias-, no vayas a golpearlo. Crearías un gran problema.
  • ¿Y Alfredo nos dice cachorro porque sabe qué somos? –preguntó susurrando, haciendo que Gonzalo y Nadia rieran.
  • No, Stefan. Alfredo nos dice cachorros porque somos jóvenes -respondió Gonzalo lanzándole una bolita de servilleta a Stefan-. Nadie sabe la verdad sobre nosotros.




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