La hija de la Madre Luna

Capítulo 32

Stefan y los demás partieron hacia la hacienda muy temprano. Serían cuatro semanas de entrenamiento para cien nuevos guerreros seleccionados unos meses atrás por Bastian Heinz. Ellos serían los primeros de Perú, ya que cuando la delegación de la Manada Höller llegó al mando de Marianne y Ravi, la mayoría de los guerreros eran infantes o aún no nacían.

Entre los dieciséis y diecisiete años, paralelo a los últimos años de estudios escolares, los licántropos reciben instrucción en el combate sin excepción, ya que es importante que hembras y machos sepan cómo defenderse. Después de ese período, seleccionan a los mejores para que sigan un entrenamiento más específico por dos años adicionales, convirtiéndose en los guerreros que conforman los ejércitos, siendo un honor ser elegido para tan noble y riesgosa labor.

Para que los jóvenes licántropos no tengan inconvenientes a la hora de ser convocados a los entrenamientos para ser un guerrero, es ley que durante este período no realicen ninguna actividad cerca a los humanos, por lo que cursar estudios superiores es una labor que inicia terminado el entrenamiento. Esta disposición solo no es acatada por la familia del Alfa y las del séquito, ya que ellos son entrenados en el arte de la guerra desde que nacen, por ser quienes liderarán y guiarán a la manada.

Fue así como Stefan, Matthias, Gonzalo y Patrick iniciaron su entrenamiento con solo tres años de edad, cuando comenzaron a estudiar y practicar ajedrez, dando inicio a la instrucción de estrategias. Ya a los seis años empezaron los trabajos de acondicionamiento físico y fortaleza mental. Todo este proceso era realizado a la par de la instrucción escolar. Cuando cumplieron la edad para ir a la universidad, el entrenamiento solo se mantenía en los meses de verano, ya que quedaba bajo la responsabilidad de cada uno el mantener la condición física adquirida.

En Stefan, por ser hijo de la Familia Alfa, recayó en una mayor proporción la atención de los entrenadores. Él, como sus antepasados, debía ser sobresaliente en todo. Es así como el entrenamiento lo dirigía a ser el más fuerte, el estratega de mente equilibrada e intuición acertada, capaz de consolidar alianzas y ejercer la diplomacia. Sin embargo, el no encontrarme en su adolescencia le había causado cierto desequilibrio emocional, el cual empeoró con la relación de Laura Barone. Por eso este nuevo entrenamiento le serviría para completar aquello que nunca pudo conectar cuando todavía no había encontrado a su compañera predestinada.

Matthias, Gonzalo y Patrick tenían funciones específicas en la manada y ante los tiempos de guerra. Matthias era el Beta y por ello el estratega. Su instrucción se focalizó en aumentar su destreza numérica, creatividad, imaginación, percepción de la realidad global, intuición para que sea diestro en la creación de estrategias. Era el que podía leer entre líneas, el que razonaba a una velocidad mayor que el resto para encontrar soluciones o generar conflictos a los enemigos. Al tener como madre a una bruja, Matthias había heredado una gran intuición, lo que le ayudaba a su labor. Sus habilidades no solo se destacaban durante los conflictos bélicos, también era quien ayudaba al Alfa a encontrar soluciones a los problemas diarios de la manada y quien lo reemplazaba en la gestión de las empresas y negocios que proveían económicamente a todos los miembros. Aunque había estudiado Música, llevó en paralelo cursos de administración de negocios, lo que le permitía tener un buen panorama sobre la gestión empresarial.

En las manadas, el Gamma era el mejor entre los guerreros. Durante una batalla era quien llevaba a los ejércitos a desarrollar la estrategia planeada por el Alfa y el Beta. Al ser el mejor guerrero, usualmente era el más fuerte y corpulento. Gonzalo calzaba en la descripción de Gamma. Era bueno en todos los deportes de contacto y en los que se compite en grupo. Aunque mostraba individualmente un alto desempeño deportivo, gustaba de sacar lo mejor de los demás y trabajar en equipo. En tiempos de paz, el Gamma aportaba al mejoramiento de las condiciones de vida de la manada, por lo que normalmente decidían estudiar algún tipo de ingeniería. Gonzalo estudió Arquitectura, así que era quien diseñaba las estructuras de viviendas, edificios para la comunidad, áreas verdes y asesoraba sobre temas de desarrollo urbano.

El Delta tenía la misión de trabajar en el ámbito de la Diplomacia y de las Leyes. Era el abogado que buscaba llegar a un acuerdo para solucionar el conflicto. Asimismo, cuando el Alfa no podía presentarse ante el Consejo de Alfas o a una invitación de las manada o pueblo sobrenatural, era el Delta quien lo representaba. En los temas de las empresas y negocios era el asesor y representante legal del Alfa. Sabiendo lo que sería su función en la manada, Patrick decidió estudiar Leyes. Sin embargo, conocer sobre las leyes humanas no le bastaban para ejercer su cargo, así que a los doce años inició su instrucción sobre las leyes de las manadas y de los otros pueblos sobrenaturales, lo cual le tomó seis años de arduo estudio.

(…)

Milena, Nadia y Gaia acompañaron a sus parejas al entrenamiento. Eso me hizo sentir apenada, ya que nuevamente Stefan estaba solo. Cuando llegaron a la hacienda recibí una llamada de mi compañero predestinado. Escuchar su voz con un toque de tristeza me hizo tomar la decisión de ir todos los viernes por la tarde a la hacienda para pasar el fin de semana con él.

  • ¿En serio, mi Luna? -su voz sonaba alegre.
  • Sí. Los viernes tengo clases hasta la 1 pm, así que conversaré con la familia para coordinar con quién viajaré hacia la hacienda cada uno de los fines de semana que estarás en el entrenamiento -la verdad es que tenía horas lejos de él y ya lo extrañaba.
  • ¡Perfecto! Entonces me enfocaré en el entrenamiento de lunes a viernes para estar disponible para ti, mi amada Luna, durante los fines de semana. Te extraño mucho -y se le escapó un suspiro. Ambos sentíamos la tristeza del otro por estar separados, pero yo debía ser más fuerte para darle seguridad a mi amado Alfa.
  • Yo también te extraño, Stefan, pero son solo cuatro semanas. Nuestro amor puede superarlo todo, y el fin de semana podré darte todos los besos y decirte al oído todos los “te amo” que no pude durante la semana.
  • El fin de semana me darás más que tus besos y “te amo”, mi Luna -sentí que me deseaba-. Aunque no voy a sentir el celo porque ya te marqué, igual voy a estar intranquilo por no tenerte cerca.
  • A los humanos les funciona hacer ejercicio y tomar una ducha fría ante esas situaciones. ¿Crees que funcionaría contigo? -le comenté con la intención de ayudar a que controle su deseo.
  • Será de probar. Igual voy a tener mi mente enfocada en el entrenamiento, así no me fijo tanto en que no te tengo cerca –dijo tratando de mostrar determinación.
  • Recuerda que en esta oportunidad entrenarás con tu nuevo estado físico. Además, ahora que tienes a tu Luna, podrás completar el entrenamiento mental que no pudiste concluir a los dieciocho años –eso fue lo que más motivó a Stefan a ir al entrenamiento, además de recibir la recomendación de la Madre Luna.
  • Sí, ahora estoy completo, así que cerraré mi instrucción en combate. Gracias, Amelia -dijo y sentí que de él emanaba amor y ternura-, por aceptarme sin demora. Eres mi luz, mi corazón, mi vida.




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