La hija de la Madre Luna

Capítulo 48

Territorio Dracul en Bran, Braşov, Transilvania, Rumania, hace tres semanas.

En un frío, oscuro y sucio callejón del poblado de Bran, Sasha y su familia pasaban inadvertidos entre la población. Si bien era cierto que los vampiros habitaban el castillo y las medievales construcciones a las afuera de la ciudad, no estaban fuera de peligro porque toda la población humana de Bran eran sus fieles sirvientes. No había magia alguna que atara a los humanos a estar disponibles a los requerimientos o caprichos de Los Dracul, solo era la sed de poder, la ilusión de vencer a la muerte ganando la inmortalidad lo que les llevaba a atender a sus nefastos amos con la esperanza de recibir como recompensa el beber la suficiente sangre de un vampiro para que se dé la transformación. Por ello, aunque no hubiera vampiros merodeando, era altamente riesgoso que él y su familia transiten por las calles tratando de abandonar el área al mando de Los Dracul. Sin embargo, el brujo no podía recuperar sus fuerzas bajo el estrés que sufría al estar a la expectativa de que algún morador se percate de su presencia y la de los suyos. Debían salir de Bran.

Las fuerzas no le eran suficientes para hacer un hechizo de invisibilidad, por lo que se propuso ser lo más sigiloso posible para pasar inadvertido en su camino de reconocimiento de una viable ruta de escape. Recitó el hechizo para ocultar su olor y salió del callejón esperando encontrar algo que le ayudara a orientarse, ya que las grises nubes del cielo de Bran no le permitían ver el sol y ubicar los puntos cardinales. Caminó sin toparse con humano o vampiro hasta llegar a una casa abandonada que era la última construcción antes de salir del poblado por ese lado de la urbe. Consideró que sería prudente sacar a su familia del callejón, ya que ratas u otros inmundos animales podrían dañarlos, así que retomó sus pasos con la idea de trasladarlos a ese lugar. Paula lo esperaba armada con un palo que encontró entre la basura acumula en el callejón. Aunque ella era una licántropa, no era una guerrera, y eso reafirmó que la mejor decisión sería sacarlos de ahí para llevarlos a un posible mejor ambiente.

Con Laura en brazos caminaba detrás de su mujer e hijos, indicándoles hacia dónde debían dirigirse. Cuando llegaron a la casa abandonada, sintió que sus fuerzas volvían al creer que su familia estaba alejada del peligro, pero la voz que escuchó detrás de él le hizo caer en la cuenta de que su decisión de trasladarlos por el poblado no fue la mejor.

  • Cuando alertaron que había un extraño merodeando por las calles pensé que era una ilusión que algún pobre diablo agobiado por sus vicios se había alucinado, ya que quién ajeno a estos lares, y con un poco de sentido común, entraría sin ser invitado a la urbe de Los Dracul; pero veo gratamente, para la diversión de mi especie, que el aviso es real. Sí hay quienes desgraciadamente han caído en mis dominios.

Sasha miraba a Paula, cuya cara de horror le mostraba que el dueño de dichas palabras no era más que un vampiro. Ella abrazaba a sus hijos, ocultando sus rostros, tratando de protegerlos; esa imagen desgarró el corazón del brujo, y al recordar que todo ese desagradable momento era por los excesos de Laura, maldijo la existencia de su cuñada y la conexión de gemela que compartía con su amada.

  • Suelta lo que estés llevando en brazos y quita el hechizo que oculta tu olor y el de los tuyos, quiero saber de qué especie son, aunque asumo que tú eres un brujo.

Lentamente dejó a Laura en el suelo. Por el comentario del vampiro entendió que no se había percatado que lo que cargaba era una mujer. Recitó el hechizo de liberación de olor y se volteó para ver a aquel vampiro que dirigía la captura. El brujo sintió que la sangre se le helaba al ver que Lucian, el primer general de los ejércitos Dracul, estaba enfrente de él. Esos ojos rojos opacaban toda la belleza que el mayor de los hijos de Morgan Dracul poseía. Lucian era tan alto como Sasha, por lo que calculaba su talla en 1.90 m. Los cabellos castaños claros caían desprolijamente hasta la base del cuello, y sus facciones delicadas y simétricas le prodigaban de una belleza que cautivaría gratamente a cualquiera si no fuera un vampiro el dueño de tal apariencia.

  • Un brujo, una licántropa y tres crías híbridas. Interesante familia… -Lucian cortó su comentario al percibir el aroma de Laura-. ¿Quién es ella?
  • Es mi cuñada, hermana gemela de mi compañera predestinada.

La mirada del vampiro no se despegaba de la imagen débil y descuidada que Laura proyectaba bajo el hechizo para dormir que el brujo le impuso. La cargó en brazos y dio la orden de trasladar a los prisioneros al castillo.

(…)

Habían pasado dos horas desde que Lucian los había atrapado. Sasha y su familia fueron trasladados a los calabozos subterráneos del Castillo Dracul. La preocupación llegaba al no saber de Laura, ya que Lucian la había separado de ellos después de obligar al brujo a quitar el hechizo que la mantenía dormida. Sus fuerzas habían retornado, pero no podía teletransportar a su familia, ya que no conocía la suerte de Laura, y el propósito inicial de toda esa trágica aventura era salvaguardar la vida de su cuñada para que su predestinada no sea afectada. Estando a punto de perder las esperanzas por no saber el destino de Laura, unos guardias abrieron la celda que los aprisionaba para ser trasladados al Salón de la Corte donde Morgan Dracul los esperaba.

Con cadenas que limitaban el uso de sus manos y andar, Sasha y su familia llegaron a la presencia del patriarca vampiro de ese clan. Morgan miraba expectante al brujo y a su familia, ya que a quién con una familia mestiza se le podría ocurrir arribar a territorio Dracul.

  • Bienvenidos, forasteros. Su inesperada visita ha puesto en alerta a los guardianes y guerreros de mi clan, ya que desconocemos cómo han podido ingresar a la urbe sin ser detectados en la frontera. Aunque asumo que la llegada a estas tierras es un juego macabro del destino porque en su sano juicio nadie ajeno a Los Dracul quisiera hacer ni siquiera una simple parada en Bran -iniciaba el interrogatorio Morgan enfrente de los consejeros, la corte y demás altos miembros del clan. Lo más llamativo para el patriarca vampiro era la presencia de Lucian en el salón, ya que su hijo siempre fue renuente a participar en ese tipo de reuniones -. Preséntate, brujo, así como a tu familia, dinos de dónde vienen y qué hacen en mi territorio.
  • Soy Sasha Barone, brujo que por unión predestinada dejó el Aquelarre Vasylev de Ucrania para integrar la Manada Barone de Italia. Ella es mi compañera, Paula Barone, hermana menor del Alfa Barone. Ellos son mis hijos, Boris, Bianca y Brunella de ocho, seis y cuatro años. Nos dirigíamos a Kiev por medio de un hechizo de teletransportación, pero al ser la distancia muy larga, mis fuerzas no fueron suficientes y tuvimos que hacer una escala. Como bien lo ha dicho, es una jugada macabra del destino que esa escala haya sido justo en sus tierras. Por ello le imploro que nos permita retomar nuestro viaje, ya que nunca fue nuestra intención incomodarlos con nuestra presencia –Sasha agachó la cabeza cuando suplicó por ser liberado junto a su familia.
  • ¿Quién es la mujer que traías en tus brazos? -preguntó Lucian desde su lugar, recostado en la pared cercana a la puerta contigua al trono de Morgan.
  • Ella es Laura Barone, hermana gemela de mi compañera y también hermana del Alfa Barone.
  • ¿Por qué la traías dormida? -continuó interrogando Lucian.
  • Porque Laura está algo desequilibrada de los nervios, y trasladarla dormida era lo mejor para ella y nosotros.
  • ¿Por qué dejaban la Manada Barone? -continuaba Lucian haciendo preguntas.
  • Porque queríamos salvar a Laura de una muerte segura. Ella atacó a la Luna Höller y causó la pérdida de su cría en gestación, así que fue condenada a muerte.
  • ¿Una simple pelea entre perros causó la pérdida de una cría? Que yo sepa las hembras licántropas no son tan débiles -comentó Morgan con un gesto muy divertido, ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien ajeno al clan o especie vampírica llegaba a sus tierras.
  • La Luna Höller no es licántropa, es humana -las palabras de Sasha que revelaban el origen de Amelia llamaron la atención de todos en el salón. Morgan esbozó una malévola sonrisa al saber que Los Höller tenían un Talón de Aquiles al ser la nueva Luna una humana; tan débil, tan fácil de dañar.
  • ¿Por qué Laura Barone atacó a la Luna Höller? -siguió consultando Lucian.
  • Por celos, envidia, odio y venganza. Laura sostuvo por casi cinco años una relación con Stefan Höller, y cuando este terminó la relación tras encontrar a su predestinada, ella enloqueció y quiso matar a la mujer que le quitó a Stefan -el ceño fruncido de Lucian mostraba que la respuesta de Sasha no fue para nada de su agrado.
  • Vaya. ¡Pero qué situación de telenovela! -Morgan rio a carcajadas al conocer el motivo por el cual Laura estaba condenada a muerte.
  • Como pueden entender, nuestra presencia en Bran no se debe a que seamos espías o que queramos atacar a Los Dracul. Por ello les suplico piedad y que nos permitan continuar con nuestro viaje -el brujo completó su ruego agachando nuevamente la cabeza en señal de sumisión.
  • Bueno, debo explicarte cómo funcionan las cosas entre Los Dracul -comenzó Morgan con ironía-. Si bien yo soy el líder, tenemos consejeros que podrían abogar por ti y tu familia ante la Corte, que es el organismo que al final decidirá tu futuro y el de los tuyos. Sin embargo, tú y tu familia representan lo que más odiamos Los Dracul: la mezcla de especies. En todo este gran salón no vas a encontrar ni siquiera un solo argumento que defienda que debemos dejarles ir, ya que tú y tu predestinada son el reflejo de lo que despreciamos, y tus hijos híbridos la muestra aberrante de la unión de un brujo con una licántropa. Lo siento, pero para ustedes lo único que queda es la muerte.




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