La historia de Emmy Kell

8, La realidad de Emmy.

Samantha Phillip.

 

 

 

—¿Hace cuánto comenzó ese comportamiento? preguntó el señor Flinn. Era incomodo hablar de éste tema.                                                          

—Desde sus cinco años, mi esposo y yo pensábamos que era normal, al sentirse sola, nos pareció natural que ella crease alguien imaginario con quien jugar. —Hice una pausa para tomar un poco de agua—. Pero todo se comenzó a salir de control.

—¿A qué se refiere? preguntó mientras tomaba nota.

—Me refiero a que, su obsesión por esta amiga imaginaria se fue elevando, comenzó a decir que era su hermana, y que su nombre era Anny. Se alteraba cuando negábamos la existencia de ella, actuaba realmente como si esta niña estuviese presente. —Me aceleré ante el recuerdo de Emmy platicando sola.

>Al pasar los años, comenzaron las peleas en el colegio, por defender a su supuesta hermana. Emmy golpeaba a las niñas que decían que Anny no existía, o que por molestarla decían que era fea su hermana. Emmy se alteraba tanto, que parecía otra persona, sus gestos cambiaban, su rostro era distinto. Incluso me atemorizaba, así que opté por dejar de negar la existencia de Anny.

—El peor error que cometieron. —afirmó el doctor.

—Lo supimos muy tarde, Emmy se salió de control. Fue llamada del colegio muchas veces. Se volvió una chica agresiva.

—¿Qué le ocurrió en el abdomen a Emmy, señora Phillip?

—Aún no encontramos respuesta. Recuerdo que ese día, escuché gritos provenientes de mi Emmy, salimos corriendo, y al llegar,  ella estaba en el suelo, con un cuchillo clavado en su estómago. Su única explicación fue decir que Anny lo había hecho porque no quería mudarse. En ese instante el miedo nos invadió. Notamos lo que siempre habíamos querido negar. Nuestra niña tenía un problema. Así que decidimos mudarnos.

—¿Por qué volvieron?, ¿Acaso les fue mal? El doctor me miraba con precision.

—Quisimos que ella volviese unos días a su antiguo hogar, se estaba comportando tan diferente, físicamente había cambiado, incluso su comportamiento. Pensamos que realmente extrañaba su hogar, pero volver a nuestra antigua casa fue la peor decisión. Ella perdió el control de sus actos. Siempre había optado por salir y llegar una o dos horas después, pero desde que volvimos, desaparecía durante más de cinco horas, no entendíamos por qué, hasta que me llamaron de la estación de policía para reportar el caso de Emmy.

—¿Supo usted, que la chica se salvó, pero quedó con daños permanentes? Uno de esos daños, fue un tumor cerebral, debido a la cantidad de golpes que recibió allí. Me miró de forma severa. Para él, la única culpable era yo. Y así lo era. No quise aceptar que mi pequeña tenia un problema, y ahora las consecuencias son irreparables.

—Sí, me enteré hace poco. Sé que soy culpable, debí controlar a Emmy desde temprana edad, pero no podía aceptar que mi hija estaba mal. Después de Emmy no pude volver a tener hijos. Era mi único tesoro, quería protegerla, y pensé que esa era la mejor manera. —Limpié las lágrimas que habían caído.

—La mejor forma de haberla controlado, era despertándola del mundo que ella poco a poco fue formando. Pero de eso me encargaré, ahora quiero saber, ¿Qué sucedió mientras Emmy estaba en el colegio especial? ¿Algo mejoró?

—No, la verdad,  Emmy empeoró, a pesar de haber buscado el mejor lugar especializado en niños con comportamientos inadecuados, ella seguía actuando igual. Pensamos que al recibir clases particulares estaría mejor. El hecho de no tener que compartir con otros chicos, creí que le ayudaría. Pero ella se volvió otra chica. A menudo comentaba de algunos compañeros que le caían mal, o que no quería ver, eso nos desquició a mi esposo y a mí, era una realidad que Emmy necesitaba ser internada. Pero no podíamos desprendernos de nuestro angel. —Lloré, saqué todas las lágrimas que durante tanto reprimí para no preocupar a Damián. Él, al igual que yo, se sentía devastado al saber que su única hija tenía un problema severo.

—En unos minutos iré a platicar con Emmy, espero que su medicación esté haciendo efecto. Si mi diagnóstico no falla, ella deberá estar aquí por mucho más tiempo de lo que había establecido. Pero primero debo cumplir con mi entrevista a la paciente. Luego de eso, observaré el resultado de los exámenes, y le daré el diagnóstico de Emmy Kell. Le agradezco haberse tomado el tiempo de responder mis preguntas, y estar al pendiente del avance de Emmy, no todos los representantes se comportan así. Algunos ven este centro como un cuidado de sus hijos, los dejan aquí, y se olvidan de que alguna vez los trajeron al mundo. Le llamaré cuando deba volver, cuídese. — El doctor me abrió la puerta, y cordialmente se despidió. No le brindé una respuesta a lo que me había dicho. A decir verdad no la tenía, no tenía alguna palabra que sirviese para esta ocasión.



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En el texto hay: paranoia, dolor, no me dejes

Editado: 29.11.2018

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