Epílogo.

Venganza.

—Dime que desististe de la idea, no tiene sentido, ya está muerta esa chica. —dijo Sara con obstinación, era la tercera vez que tocábamos este tema.

—Está muerta, pero nadie remedió el daño que esa maldita loca me causó, sabes todo lo que tuve que pasar, las burlas que soporté por el estado en el que quedé, inmóvil, inútil, inservible,

¿crees que dejaré eso así? No Sara, no puedo. —Protesté enojada. Estaba cansada de escuchar el mismo sermón siempre. Debo tomar venganza, esa chica arruinó mi vida.

—Bien Mairem, haz lo que desees, sácala de la tumba y cumple tu venganza. —El sarcasmo me hervía la sangre.

—No sacaré a nadie de su tumba, me vengaré con quien sea que posea su asquerosa sangre, no quedará impune el daño que Emmy Kell me causó, voy a cobrar todo lo que viví, y lo cobraré mil veces peor.

—No te apoyo en esto Mairem, sé que no puedo evitarlo, lo cumplirás a pesar de todo. —dijo con nostalgia.

—Cumpliré con mi palabra, aunque sea lo último que haga. Cobraré el daño que me causaron, la familia de Emmy me recordará hasta el final de sus días.

Iré por tu sangre, Emmy…

FIN.