La Historia Del Porqué

La Historia Del Porqué

Hola, bienvenidos al porqué, si, al porque me encuentro en este lugar, todo empezó hace unos dias atrás, en el que yo me encontraba sentado en un parque que quedaba enfrente de una escuela de primaria leyendo un libro sobre identidades, tenía un nombre algo así como “identidad a través del espejo” o “identidad del romance”, no me acuerdo muy bien, producto tal vez de la vejes en que me encuentro ahora, pero el caso fue que mientras leía mi asombroso libro, un viejito un poco testarudo el maricón, se sentó a mi lado, si, y como ustedes pueden imaginar el gonorrea viejito se puso a contarme una historia que de verdad no me importaba, ni me interesaba para un culo -irónico no (?)-, yo me encontraba sentado ahí queriendo leer mi libro tranquilo, por eso fui a ese parque, donde casi nadie iba, pero tenía que aparecer este viejo a no dejarme leer, bueno al comienzo no le pare bolas, es más lo ignore, si, él hablaba y hablaba que los meses de renta, que los hijos ya no le prestaban atención, que lo uno y que lo otro, bueno, así siguió y siguió, hasta que yo no aguante más, me estrese, ya no podía mas, así que lo volteé a mirar, mis ojos reflejaban la fiereza de un leopardo, si, cara de puta mierda puse, con ira y desprecio lo mire, el viejo entendió rápidamente el mensaje, entonces me miro con un poco de asco y se atrevió a decirme que si él hubiese sido mi profesor, me hubiese corregido instantáneamente, con una regla me hubiera pegado, y hasta me hubiese hecho arrodillar ante él, porque la autoridad se debía respetar, que le pasa a ese viejo marica, fue lo que pensé, así que me levante, le voltee la cara, y proseguí caminando hacia otro asiento, me senté, respire hondo, y seguí leyendo mi libro, en eso, sentí que alguien se sentó a mi lado, pensé lo peor, voltee a mirar rápidamente, mmmm, ustedes hubieran visto, ufff, una mamásota, un cuerpazo riquísimo, un culote, unas tetas, una cara, no, no, no, no, es que donde esta vaina se me parara ahora, solo de recordarla ya andaría como una antena papá, así que levante la mano, me la pase por mi cabeza arreglando un poco mi pelo de loco, y dije como todo un galanaso, gallo fino, muy buenos días reina, y eso que viene a este parque tan solitario, ella me miro con esa pepas hermosas que tenía por ojos, yo dije no aquí fue, y me respondió – espero el bus – ¡ay marica, yo si soy bruto!, ni cuenta me había dado, que me había sentado en la parada del bus, así que me dio una pena, y mejor me pare y me fui por allá bien lejos, me senté como el viejo Newton debajo del arbolito, abrí mi libro y continúe con la lectura, y pasaron unos minuticos, y llego una niña, usted viera, corriendo por ahí, acompañada de un perrito, hasta bonito el sapo ese, en eso la niña se me arrimo y dijo – ¿Qué hace?- ay por Dios, se la pase porque era una niña, y simpaticona entre otras cosas, así que le respondí suavecito, con maña, estoy leyendo un libro, ella suspiro y dijo – ah, ya- un momento de silencio, y prosiguió – ¿y de que se trata? – yo volví, como ay que hago, y respondí otra vez suave – de identidades – ella volvió y dijo – ah, ya – otro momento de silencio, así que yo la mire a los ojos, y ella dijo – ¿y que son identidades? – ay maldita sea, así que me contuve y dije ya un poquito más fuerte – la identidad es lo que te hace ser tú, y te diferencia de los otros – ella de nuevo dijo – ah, ya – se calló y volvió y dijo – mi mamá dice que lo que me hace diferente de mi hermano es que yo soy niña y él es niño, yo tengo vaginita y el penecito; ¿usted que tiene, vaginita o penecito? – ay si ya no aguantaba más y le respondí muy fuerte – tengo penecito – ay yo no me había dado cuenta que había gente detrás mío, y no se en que momento el puto perro, me había mordido el pantalón, que me había dañado el botón, y los pantalones se me cayeron, toda esas viejas que había por ahí gritaron, hicieron que escándalo, no eso salieron vecinos, no de todo. Uno de esos me golpeo, diciendo que yo porque iba a violar a esa niña, no un poco de cosas, hasta llego la policía, y ahí si llega rápida la muy perra, yo trataba de explicar mi situación, pero nadie me escuchaba, el viejo que había visto hace rato dijo que si, que yo andaba por allá, mirando una escuelita que mínimo era para secuestrar y violar una niña de ahí, no eso se armó el borojó, bueno, la policía me llevo con ellos, y me preguntaron un poco de cosas, eso una cosa por allá, otra por acá, vieron mi historial criminal, todo eso y luego me mandaron donde un juez, que lo uno y que lo otro, el caso fue que solucionaron eso tan rápido que al otro día ya estaba aquí, si, no me encarcelaron de milagro, pero no me puedo acercarme a ese parque, ni por eso lares, así que me toco cambiar de escuela y de lugar, y ahora ando por acá.



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En el texto hay: cuento negro, inmoral

Editado: 25.02.2018

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