CAPÍTULO 8

CAPÍTULO 8: "LA SÍNTESIS TEOLÓGICA"

Continuación del flashback: Dos días después de la vigilia de oración

La sala de conferencias había sido transformada para lo que Eliseo había llamado "El Retiro de Rediseño"—un nombre grandilocuente para lo que esencialmente era una reunión maratónica del liderazgo ampliado que comenzó el sábado a las 8 AM y que, según el itinerario que Esteban había distribuido, terminaría el domingo a las 6 PM.

Treinta y dos personas estaban presentes: los seis ancianos principales, los tres pastores asociados (Andrés, Raquel, y Miguel—pastor de jóvenes), los doce líderes de las Tribus, y otros nueve líderes de ministerios clave. Había termos de café, bandejas con sándwiches, y una sensación de urgencia histórica que hacía que el aire mismo se sintiera cargado.

Las paredes estaban cubiertas con papel de rotafolio donde Esteban había escrito los objetivos del retiro:

OBJETIVO 1: Definir teológicamente qué significa "tener aceite" OBJETIVO 2: Diseñar sistema que maximice la adquisición de aceite en tiempo limitado OBJETIVO 3: Establecer funciones claras para cada Tribu en el nuevo paradigma OBJETIVO 4: Identificar y eliminar todo lo que no contribuye directamente a preparación

Eliseo estaba de pie frente a una pizarra blanca donde había dibujado lo que llamaba su "Matriz Teológica"—un diagrama complejo que parecía algo entre árbol genealógico y diagrama de flujo.

"Hermanos," comenzó, con la energía de alguien que había dormido poco pero estaba funcionando con adrenalina teológica, "durante años, la iglesia evangélica ha estado dividida en tribus denominacionales. Bautistas despreciando a pentecostales por su 'emocionalismo'. Pentecostales despreciando a bautistas por su 'formalismo muerto'. Carismáticos despreciando a cesacionistas. Reformados despreciando a arminianos."

"Pero, ¿qué pasa si cada tradición tiene una pieza de la verdad? ¿Qué pasa si, en los últimos tiempos, Dios nos está llamando a sintetizar lo mejor de cada corriente en algo nuevo? No eclecticismo descuidado, sino eclecticismo esencial—tomando solo lo que es bíblicamente defendible y prácticamente efectivo."

Señaló su diagrama.

"He identificado cuatro corrientes principales de las cuales debemos extraer sabiduría. Permítanme explicar cada una."

DE LA TRADICIÓN BAUTISTA: Autoridad Bíblica Sin Cesacionismo

Eliseo escribió en la pizarra: BAUTISTAS = SOLA SCRIPTURA + CESACIONISMO

"Nuestra raíz es bautista. Creemos en la autoridad absoluta de las Escrituras. Creemos en el sacerdocio de todos los creyentes. Creemos en la autonomía de la iglesia local. Todo eso es bueno y lo mantenemos."

"Pero," continuó, trazando una línea a través de la palabra "cesacionismo", "necesitamos abandonar el cesacionismo—la doctrina de que los dones espirituales milagrosos cesaron con los apóstoles."

Un murmullo recorrió la sala. Don Arturo Méndez, sentado en la esquina, se enderezó visiblemente. A sus setenta y cinco años, era el anciano más veterano, un bautista de quinta generación cuyo bisabuelo había sido uno de los primeros pastores bautistas en la región.

"¿Por qué?" continuó Eliseo, anticipando la objeción. "Porque el cesacionismo era apropiado cuando necesitábamos establecer la autoridad de las Escrituras sobre la experiencia subjetiva. Pero ahora, en los últimos tiempos, cuando necesitamos preparación profunda en tiempo limitado, no podemos darnos el lujo de rechazar las herramientas que el Espíritu Santo ofrece."

"Primera de Corintios 12 lista dones espirituales—palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, fe, sanidades, milagros, profecía, discernimiento de espíritus, lenguas, interpretación de lenguas. No hay texto bíblico que diga explícitamente que estos cesaron. Primera de Corintios 13:10 dice que cesarán 'cuando venga lo perfecto'—y 'lo perfecto' es Cristo, no el canon cerrado de la Escritura."

Don Arturo levantó su mano, su voz temblando ligeramente—no de edad sino de emoción contenida:

"Pastor Eliseo, con todo el respeto que le tengo, y es mucho, esto es... esto es peligroso. Los pentecostales y carismáticos han causado tanto daño con su énfasis en experiencias que no se pueden verificar, con profecías falsas, con 'sanadores' que son charlatanes..."

"Lo sé," interrumpió Eliseo gentilmente. "Y tiene razón en que ha habido abusos. Pero la presencia de moneda falsa no significa que no existe moneda genuina. La pregunta no es si hay falsos profetas—los hay. La pregunta es si hay profetas genuinos. Y si 1 Corintios 12-14 todavía es palabra de Dios aplicable hoy, entonces la respuesta debe ser sí."

"Pero," añadió rápidamente, viendo la angustia en el rostro de Don Arturo, "no estamos adoptando el pentecostalismo sin filtro. Estamos tomando sus dones pero sometiéndolos a escrutinio bíblico bautista. Cada manifestación debe ser evaluada. Cada profecía debe ser probada. Mantenemos nuestra autoridad bíblica. Solo estamos expandiendo nuestra práctica para incluir lo que la Biblia claramente permite."

Don Arturo no lucía convencido, pero se recostó en su silla, procesando.

Eliseo continuó:

"Entonces, de los bautistas tomamos: estudio bíblico riguroso, teología sistemática, discernimiento doctrinal. Pero abandonamos el cesacionismo que nos impide acceder a recursos espirituales que necesitamos."

DE LA TRADICIÓN CARISMÁTICA: Experiencias del Espíritu Verificables por Fruto

Eliseo escribió: CARISMÁTICOS = EXPERIENCIA DEL ESPÍRITU + VERIFICACIÓN POR FRUTO

"Los carismáticos entienden algo que nosotros los bautistas a menudo olvidamos: el cristianismo no es solo asentimiento intelectual a doctrina correcta. Es relación viva con el Espíritu Santo. Es encuentro personal con Dios que transforma desde adentro."