Mi nombre es… William... Aunque la mayoría de la gente me conoce por otros nombres; La legión, El enmascarado, La devastación y muchos otros que me tardaría en nombrar.
Ahora mismo estoy oculto en un hospital abandonado, estoy aquí por una razón, pero sería confuso si solo escribiera porqué estoy aquí así que empezaré por donde creo que todo empezó.
Yo era una persona bastante común y promedio, no me destacaba en nada y según las personas "por eso me destacaba" valga la redundancia, destacaba porque no destacaba en nada, según ellos, podría adaptarme a cualquier cosa y hacerla bien sin destacar pero en muy poco tiempo. Ahora que lo pienso, tal vez ese es mi don, la adaptación. Cómo sea, esto empieza desde la época en la que iba en la secundaria. Acababa de entrar y era un nuevo mundo para mí, era una página en blanco en la cual yo decidiría como sería; podría ser una comedia, una historia amorosa, una increíble historia de superación o cualquier cosa que se me viniera en mente; por desgracia, no todo fue como yo quería, no encajé muy bien ya que mis compañeros se conocían desde hacía ya bastante tiempo y yo era como el colado, como el único que no pertenecía ahí.
Primer año fue muy común, no me llevaban bien con casi nadie excepto con una persona, Cole, el era un poco más pequeño que yo, casi siempre tenía el pelo corto mientras que yo lo tenía largo, ninguno de los dos solíamos ser muy apuestos, de hecho, varias chicas nos rechazaron en el transcurso de primer grado solamente, siempre ibamos juntos a todos lados, nos complementabamos como nadie, llegamos a ser mejores amigos por lo bien que nos entendíamos, había veces que ni siquiera necesitábamos hablar para saber lo que queríamos o necesitábamos, llegó un punto en el que pensé que nuestra amistad duraría para siempre, qué probablemente sus hijos jugarían con los míos, qué seriamos como esas familias que salen en televisión que cada sábado se juntan para comer juntos o cosas así. Lo único que siempre me inquietaba era una libreta que tenía Cole, muchas veces se la pasaba escribiendo en ella aunque los maestros no dictaran, aunque estuviéramos en un tiempo libre o incluso cuando salíamos; siempre le preguntaba acerca de ella pero nunca me respondió, siempre me dijo que eran cosas tontas o que solo eran bocetos de algunas cosas que imaginaba. El 20 de agosto de ese mismo año, un día antes de mi cumpleaños nos vimos en un curso propedéutico para segundo año, el seguía escribiendo en su libreta pero yo ya no le tomaba importancia, el curso fue de lo más normal, la gente me seguía ignorando y los maestros solo decían la frase típica "ya no son niños, las cosas van a cambiar", nos dieron nuestro horario y a las dos de la tarde nos permitieron salir para ir a nuestras casas; Cole se notaba molesto, le pregunté que si estaba bien pero el solo respondió con un "No lo entenderías, ahora déjame por favor", me decepcionó un poco oír esa frase pero le hice caso y lo deje, mientras él iba a la puerta para salir yo iba al baño, después de todo no había ido en todo el día, todo fue normal solo que escuché una voz que me dijo "Eres feliz?… O es que acaso solo es una ilusión?…." Seguido de una risa burlona. Volté pero no había nada ni nadie, pensé que solo había sido una alucinación y seguí, salí del baño y cuando ya iba camino a la puerta para salir vi una libreta familiar, era la libreta de Cole, moví mi cabeza tratando de buscarlo para encontrarlo pero no lo vi por ningún lado. Decidí tomarla para guardarla y entregársela el primer día de clases.
Llegue a mi casa y mis papás no estaban, cosa que no me sorprendía ya que normalmente se la pasaban trabajando y llegaban algo tarde o a veces yo me dormía mientras ellos todavía no llegaban, por esa misma razón habían decidido adoptar un gato para que yo no estuviera solo. Decidí hacerme un sándwich para calmar mi hambre mientras veía la televisión, de pronto en un comercial mi gato se acostó en mi mochila, no me sorprendió en absoluto, mi gato era de esos típicos que se podrían dormir hasta en una piedra, era un poco flojo pero lo quería mucho, él me recordaba a mi y a final de cuentas los dos nos necesitábamos el uno al otro. Después de verlo un rato sobre mi mochila recordé que soltaba mucho pelo y si lo dejaba iba a llenar toda mi mochila de estos así que lo quité, al quitarlo vi que adentro de la mochila estaba el diario de Cole, traté de resistirme de verdad, pero la curiosidad me ganó, tomé la libreta y la empecé a ojear, las primeras páginas eran bocetos o cosas que hacer, "justo como me dijo…" pensé que todo esto era algo decepcionante, estaba apunto de dejar la libreta cuando vi algo interesante, eran los pensamientos de Cole, en ellos describía las cosas que le pasaban, algunas eran bastante crudas mientras que otras eran de lo más normales, después... Seguí leyendo hacia adelante hasta que vi una página con el título "William", me emocioné, iba a ver si él también pensaba las mismas cosas que yo e incluso ver mis errores para ver cómo podría mejorar, lamentablemente... Lo que me encontré fue algo muy diferente, eran cosas horribles, decía cómo me odiaba, cómo podría matarme o como yo era la peor persona que había conocido; me decepcione… y no solo era decepción, era un sentimiento único, era como si hubiera perdido algo que al mismo tiempo me destruyera mis ilusiones.
Trate de reflexionar porqué habría dicho eso de mi pero no se me ocurrió nada, solo lo deje pasar, abrace a mi gato y seguí viendo la televisión pero con un muy mal sabor de boca.
Dos días después ya era lunes, iba a ser el primer día de segundo grado donde aprovecharía para pregúntale a Cole porque había escrito eso sobre mi. Llegue a la escuela armado de valor para decirle, ya tenía todo pensado, cómo se lo diría, cuando y donde. Todo iba bien pero Cole no llegaba, pasaron las clases y no llego; intenté lo mismo en el martes, pero no llegó, el miércoles lo mismo, el jueves no fue diferente y el viernes tampoco llegó, a la hora de salida del viernes fuí con la directora para ver qué había pasado con Cole, para ver si ella sabía algo de él, llegue a la oficina de la directora y le comenté mi preocupación, ella se me quedó viendo por unos segundos hasta que soltó una exaltación de tristeza, seguido, con una voz suave y algo triste solo para decir: "William… Cole… Cole se suicidó, William; sus papás llamaron el martes para avisar que ya no vendría, lo siento en verdad, sé que eran muy cercanos" me quedé paralizado ante la información que la directora me había proporcionado, solo le di las gracias y me retiré.