Llegue a la preparatoria el primer día de clases con el uniforme que era un pantalón azul marino y una camisa blanca, llegue y aprendiendo de la vez pasada, en esta ocasión lo haría diferente.
Empecé haciendo nuevos amigos, no se por qué razón pero ese día parecía otra persona completamente diferente. Ya no era aquel chico tímido de la secundaria, incluso todos decían que yo probablemente tenía varios amigos en la secundaria, cosa que no era cierta.
El primer día pasó normal, clases aburridas con maestros aburridos; incluso, de tan aburrido que era todo consideré si irme a esa escuela había sido la mejor opción.
Por otro lado en mi salón estaban unas personas que nunca olvidaré: estaba Jorge, un tipo grande, de tez morena y bastante fuerte, cualquiera que se lo encontrara por la calle pensaría que es una persona con malas intenciones, pero las apariencias engañan, aunque no era mi mejor amigo siempre estaba ahí para ayudarme en cualquier cosa que necesitara; estaba Damián, una persona increíblemente capaz y bien parecida, él sin duda era el más inteligente de todo el grupo, siempre se le veía arreglado y elegante, yo diría que es de esas personas que se preocupan mucho por su apariencia y dejan de lado otras cosas; estaba Frank, el tipo más divertido de todo el grupo, pocas veces se le veía triste, el siempre era ese estudiante que hacía un chiste muy malo en clase pero aún así la gente se reía con él, de alguna forma lo que decía siempre era aceptado, supongo que por su carisma; estaba Fernanda, ella era una visionaria, tenía muchos sueños y metas, sin duda ella quería ser una líder pero no le salía muy bien, a diferencia de Frank, ella había sido una chica tímida toda su vida y justo en esta etapa quería cambiar, Fernanda tenía una cualidad, si estaba de buenas podía ser un ángel, preocuparse por todos y defender a los inocentes, pero si estaba enojada era otra persona diferente, casi como si tuviera un transtorno de doble personalidad, se volvía cruel, manipuladora y fría, aún así a todos nos caía bien y por suerte nunca usó sus trucos en nosotros; pero sobre todo, estaba Gwen, ella era hermosa sin duda alguna, era inteligente, no al nivel de Damián pero podía resolver bastantes cosas, ella era la perfección, su sonrisa, su cabello, su personalidad, todo en ella era perfecto, al principio no me interesó mucho ya que se veía como esas adolescentes típicas que si no concuerdan con una idea tuya se ponen a alegar hasta que uno de los dos cede, por suerte no era así, era todo, era la combinación perfecta de todo lo que existía, podías mantener una conversación seria con ella acerca del maltrato animal y al mismo tiempo enseñarle memes de humor negro y ella seguía siendo la misma persona, al inicio negué que me atraía pero es muy difícil engañarte a ti mismo.
Ellos y yo formamos un pequeño grupo al que llamamos "la legión", nos pareció un buen nombre ya que éramos bastantes y a todos nos gustaba la cultura romana así que simplemente dijimos "¿Por qué no?"
Todos en la legión nos llevamos bien, éramos muy buenos amigos, sí teníamos algún problema entre todos lo resolviamos, diría que han sido los mejores amigos que he tenido, todos compartíamos intereses similares así que nos llevamos bien casi al instante que nos conocimos.
En especial, me hice muy amigo de Damián y Gwen; casi siempre me la pasaba con ellos, cuando no estaba con uno, estaba con el otro. Llegue a ser el mejor amigo de ambos.
Todos en la legión me hacían una pequeña burla diciendo que me gustaba Gwen, ambos negabamos todo, ya que nos contábamos casi todo y ella me había contado de un chico que le gustaba, por otra parte, a mi no me gustaba al inicio, de hecho había intentado estar con otra chica de fuera de la escuela; cosa que no funcionó.
Cómo sea, este es el punto en el que todo se fue a la mierda: un día, estábamos hablando con Gwen, para ser honestos no sé que carajos me dijo pero ahí empecé a sentir algo por ella, aunque llevábamos poco tiempo conociéndonos era algo muy sincero, algo que nunca había sentido, ni siquiera por Julie. Le hablé de esto a Fernanda y ella fue la que me dijo que estaba empezando a sentir amor, platiqué con Damián de mi situación, él me dijo que lo mejor sería mantenerlo en secreto ya que yo sabía que a ella le gustaba otra persona y solo la terminaría incomodando con mis sentimientos.
Desde ese momento… ese maldito momento… empecé a tener una pelea conmigo mismo, es horrible cuando sientes algo sincero por alguien pero no le puedes decir, se siente horrible tener que reprimir esa sensación y hacer como si nunca hubiera existido.
La gota que derramó el vaso fue un día que habíamos ido a hacer un trabajo fuera de la escuela, en un pequeño parque no con mucha gente, teníamos un proyecto que hacer así que empezamos manos a la obra. El trabajo no era nuestra mejor obra, todos nos habíamos esforzado pero pudimos haber hecho algo mejor, y con todo lo que estábamos payaseando no ayudó, aún así, ese día nos la pasamos bien todos. Ya casi para cuándo nos íbamos a retirar llegó un tipo más bajo que yo, tenía tez morena y un pelo muy maltratado, parecía tener ropa que le quedaba muy grande aparte de llevar un cigarro en la mano, al verlo pensé que sería solo otra persona que iría al parque a destruir lo hermoso de ese lugar, de alguna forma solo al verlo me causaba desconfianza. Al entrar, Gwen se levantó y corrió hacia él, llegó y lo abrazó, le dijo: "Goliath, que gusto verte por aquí!", Me quedé perplejo por un momento, volví a sentir toda esa ansiedad recorrer mi cuerpo, Goliath ERA EL TIPO QUE LE GUSTABA A GWEN, cómo pude mantuve la calma, Gwen nos lo presento y en sí nadie hizo el intento de hablar con él, ya que nadie se interesaba, decidí hablarle un rato, solo me fui más desilusionado, el tipo tenía una personalidad plana, no era ni gracioso, ni inteligente, ni carismático, NI NADA. La desesperación recorría mi cuerpo, no sabía que hacer, estaba lleno de rabia al pensar que a Gwen le gustaba ese tipo, no me molestaba mucho que le gustará, lo que si que me dolió, fue el saber que Gwen prefería a ESE TIPO en vez de a mi… Goliath se cansó de hablar conmigo y se fue con Gwen, ellos se quedaron hablando en el parque mientras que toda la legión se retiraba.
Llegue a mi casa y no había nadie como de costumbre, estaba muy enojado así que subí a mi cuarto y me acosté para tratar de calmarme, cosa que funcionó bien por un rato, pero aún así no podía quitarme a ese tipo de la cabeza, era como un pensamiento que mientras más quieres eliminar más los recuerdas.
Los siguientes días fueron muy frustrantes para mí, no dejaba de pensar en Goliath, ¿Qué tenía él que yo no tuviera?, ¿Y si tenía amenazada a Gwen con algo para que estuviera con él?. No pude resistir y le mandé un mensaje a Gwen preguntándole de Goliath, ella me respondió después de cuatro horas y la respuesta no me ayudó en nada, decía algo así: "Hola William, no te pude responder porque estaba en una cita con Goliath, y ¿Sabes? Él es una buena persona, creo que me estoy empezando a enamorar de él… ¿No es increíble? Creo que es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Cómo sea, ¿Qué querías que te dijera de él?". Obviamente con ese mensaje sabía todo lo que necesitaba conocer así que no tuve más opción que decirle que nada, que había sido una equivocación, no respondió, seguro por estar con Goliath.
La noche después a esa mis papás tenían que salir a una fiesta y me habían dicho que no regresarían hasta la noche siguiente. Yo no le tome mucha importancia. Pasó un tiempo desde que se fueron cuando escuché una voz "JA JA JA, bien hecho genio, debes ser muy miserable para que prefieran a esa horrible persona antes que a ti". Me asusté, no sabía quién hablaba y al estar encerrado en mi cuarto no podía haber nadie ahí, de todas formas chequé el clóset, debajo de la cama y hasta afuera de la ventana… pero no había nadie. De pronto la volví a escuchar:
- "No puedes ignorarme por siempre William… tarde o temprano me terminarás aceptando"
- ¿¡Quién eres!?
-"Yo soy… David, no sé si te hayas dado cuenta pero soy tú … el verdadero tú, soy una parte de ti que has guardado en el fondo, muy en el fondo…"
- ¿¡Qué es lo que quieres de mí?!
- "Tranquilo William, solo quiero que seas feliz, pero así, nunca lo vas a conseguir."
- Entonces tú me dirás cómo ser feliz ¿no? ¡Oh si, tengo que tener autoestima y todas esas estupideces que todos dicen!"
- "Yo no soy así, yo quiero que la historia se cumpla, que sea David quien derrotó a Goliath y no de la forma opuesta."
- ¿!Y como piensas hacerlo eh?!
- "Fácil, ¿sabías que en el cuello tenemos una venas muy importantes para todo el cuerpo?… ¿Y lo fáciles que son de cortar?"
- NO… yo nunca asesinaría a alguien, ¡¿estás demente?!
- "¿Sí lo estuviera qué? Soy tú, ¿lo olvidas? Mira William, soy tu mejor opción, yo soy el único que no te abandonará cuando todos los demás lo hagan, porque tú y yo somos uno, y quiero que seamos felices… con Gwen…"
Después de esas últimas palabras la voz se calló y no la volví a escuchar en toda la noche.
Los días pasaban, los pendientes aumentaban, la legión seguía, Gwen pasaba más tiempo con Goliath y yo solo me sentía agobiado. Llegué a pensar en que todo el asunto de Gwen me estába estresando mucho.