La Medicina Del Dolor

6.Rebelion en le rose rouge

Seis

 

Mientras caminaba por el parque, miraba los gigantescos árboles que ocultaban la luz del sol, dejando caer las delicadas hojas de otoño. Miraba las obscuras sombras de los árboles y decidí sentarme en una banca viendo un lago gigantesco en el cual se entrelazaba la belleza y el sol que lo hacía verse tan radiante por los rayos de la luz. Preocupado y hostigado decidí estar sentado en una banca, buscando alguna idea, ya que casi tenía por terminar mi novela y no tenía ninguna idea y de repente la había encontrado, recordé de lo que hablaba con Jeannette hace tiempo y me formulé una idea. Fui lejos de los árboles los cuales esparcían el olor de la humedad y vi un cerezo el cual mis ojos solo reaccionaban a la creación divina de la naturaleza en sí y entonces saqué la hoja en la que tenía escrita un poema el cual le había enseñado a Jeannette:

 

Cuando veo el color de sus ojos

Me hace recordar, a los pétalos rojos

Como el color de tus labios

Me hace a dar fantasía

A las constelaciones Y astros

 

Y Al sonido de las aves,

Veo los mojados charcos

Que reflejan la noche

A tus bellos ojos

 

Oh, que podría sentir yo

Que he perdido la conciencia de mi camino

Oh, que podría decir yo

Ante el significado del amor

 

Divagando y soñando

E vistos cerezos rosados

Nuestro camino va a segur desvaneciéndonos

Como hojas de otoño sobre el aire

Nunca sabrás donde pararas

 

Oh que podría sentir yo

Que he perdido la conciencia de mi camino

Oh que podría decir yo Ante el significado del amor

Y así fue queridos lectores, como llegué a culminar mí novela la cual me inspiré y dediqué a Jeannette en honor a ese cariño y aprecio que sentía por ella, y de repente decidí levantarme de la banca e irme hacia mi hogar, fui a la editorial “Le Rose Rouge” y me di cuenta que estaba cerrado debido a la manifestación que daban los trabajadores a su escaso salario e inclusive la injusticia de no darse lo que se merecen.

Sabía también que era demasiado tarde y que no podía hacer nada, por la ciudad vi al grupo de trabajadores que corrían por la calle, como soldados de combate aferrando su vida o en su caso sus trabajos. Algo que pude darme cuenta de mi editorial era la manera injusta en la que se trataba a las personas y que sabía que merecían algo mejor, pienso que el hecho de hacer una rebelión contra el jefe fue una de las terribles cosas que jamás haya ocurrido, después de todo somos demócratas y así es como funciona el mundo.

Sin embargo, al haber hecho mi libro abandoné la editorial, ya que sabía que no era el único culpable de estar a donde estoy, tampoco decidí hablar del como fui a ascender en mi trabajo ya que la gente sospecharía y tal vez solo estarían en contra conmigo, el rumor de Andrew era cierto e inclusive fue vista por la televisión, noticias, periódicos e inclusive estaban ellos por todas partes, como no habían buses decidí irme en tren, también estaba bloqueado por las personas y era como si estuviera en una prisión sin salida.

Me preguntaba a mí mismo el cómo estaría ahora sin mi Jeannette y que estaría haciendo, solo estaba preocupado.

En ese momento, otra vez pasando por mi editorial vi el cómo lanzaban botellas y piedras sobre las vitrinas del lugar. Estaban furiosos y no había nada que se pudiese hacer, hasta que vi a la policía también interfiriéndose con cascos y escudos antidisturbios los cuáles se protegían de las botellas y también piedras que lanzaban. En ese caso, solo decidí hacer una cosa, si no podía ir a mi casa mi única señal era hablar con los míos, si tuve un ascenso, ellos también podían llegar a un acuerdo. En una vía telefónica cerca llamé hacia un teléfono a mi jefe, y solo decidí decirle sobre la manifestación que se daba, pero sabía lo que quería hacer, después de eso dejé colgado y me pude dar cuenta de sus verdaderas intenciones. Nunca me quiso por mi libro, tampoco por ser la gran cosa según él, lo quería como propaganda y esa propaganda sería la censura a esto, él sabía lo que estaba por venir era el inicio de la caída hacia el desastre empresarial pero no pudo lograrlo y ahora solo huye, porque sabe que nunca quiso nada con su empresa sino llevarse el dinero, de una manera fácil y sin saber nada sobre él. Y decidí hablar por teléfono con Andrew y decirle sobre él problema que ocurría. Entonces él me contestó y me dijo:

-Escucha hijo, si te ascendieron fue por algo y es verdad talvez él ha sido un traidor, pero tú no y ahora que estás ahí intenta hacer un acuerdo.

Entonces decidí hacer una junta con todos los jefes de cada editorial en Quebec y entonces empezamos a hablar sobre la idea de sacar al jefe de la empresa editorial, la cual ocultaba una gran falsedad ante la editorial y también de la opción de mi libro. De repente decidimos hablar con todo el grupo de trabajadores con carteles los cuales llevaban las palabras “derecho’ y piedad” entre otras cosas, me di cuenta al ver al grupo de personas a lo que yo también fui antes y como llegué al lugar donde ahora estoy, por eso decidí hacer aquella junta, porque a pesar del cómo era ésta empresa me hizo entender de que todos tenemos derechos y así lo hice, decidimos aprobar el cargo que ocurría con nuestro jefe.

Estaba reunido con cada uno de ellos cuatro eran estadounidenses y lo supe por no tener perfección de la lengua francesa y dos tipos con rostro amarillentos uno se hacía llamar Charles y el otro Roseau, mi cuerpo estaba tenso y nervioso ya que nunca había hecho una junta y uno de ellos dijo:

-Bien señor Banderas, supe que quería hablar con nosotros sobre un problema que está ocurriendo del supuesto “bajo presupuesto” que tienen los canadienses de Montreal y que ahora están haciendo una manifestación mediante lo ocurrido por su jefe de una editorial ¿cierto?



#4755 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama

Editado: 23.05.2020

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