La Medicina Del Dolor

8. Extraviados en grenville

Ocho

D

urante la época de invierno, hubo un diluvio que provocó una inundación, el agua se convirtió en pequeños riachuelos adentrándose por las alcantarillas y las alcantarillas llevaban al agua hacia los lugares más desconocidos, las hojas de otoño se cubrían de la nieve y la nieve estaba por toda la ciudad, convirtiendo la ciudad en un lugar gélido. Mientras tanto, me encontraba reflexionando en una silla porque un pensamiento que perturbaba mi mente provocaba una gran preocupación, cerré los ojos y logré recordar aquel acontecimiento tan amargo, a veces me digo como logré sobrevivir.

 Hace varios años atrás cuando vivía en Madrid de pequeño solía salir con mis padres de paseo, vivíamos en una antigua casa la cual parecía que se iba a caer en pedazos, podía sentir el olor húmedo de la lluvia y de vez en cuando me sentía perturbado ante el ruido de los automóviles como una especie de poltergeist siniestro que adentraba con fuerza.

Una mañana tranquila, recuerdo haber salido con mi madre, mi padre estaba también. Mientras caminábamos por las calles y decidimos tomar un autobús, tenía miedo porque presentía algo terriblemente atroz y ese miedo que estaba todo este tiempo en mi mente se hiciera realidad, no sabía que iba a pasar pero de repente mientras estaba sentado en el autobús vi a un grupo de terroristas colocando a escondidas explosivos detrás de una tienda de ropa, de repente la tienda explotó y un fuerte incendio amenazo a toda la ciudad mientras llegaban los bomberos, estaban huyendo de la policía, no querían ser atrapados por la policía y se les ocurrió subir al autobús, al subir le dispararon en la cabeza al chofer y el terrorista dijo:

 

-No os mováis, el primero en moverse será gravemente lastimado.

Mis ojos estaban afligidos ante tal atrocidad y de repente, el terrorista cuyo nombre desconocía, decidieron estúpidamente tirar al cadáver al piso y de repente mientras tenía el arma, ellos conducían hasta su hogar. Yo solamente estaba tan asustado y mi madre me decía que me calmara, mientras tanto al seguir el autobús, se paró y de repente llegó la policía que logró detenerlos a tiempo, sin embargo, el tipo tiró una bomba de gas tóxico y entonces más de una persona resultó muerta, sin embargo, de una extraña forma la puerta de autobús estaba abierta, cosa que habían dejado la puerta abierta debido a que uno de ellos olvidó cerrarla. Al poco rato, bajamos de allí, sin embargo, las lágrimas no paraban de salirme, corría hasta llegar a mi casa, pero en el momento inesperado alguien me disparó en la pierna, solo recuerdo que había quedado inmóvil, pero seguía con fuerza arrastrándome y de repente solo mis ojos se cerraron. Abrí mis ojos y cuando vi la luz estaba en un cuarto cerrado sentado en una camilla, las paredes estaban pintadas de blanco y tenía pegado en mi brazo estaba conectado a una bolsa de sangre, estaba algo asustado, no sabía realmente lo que había sucedido y en ese entonces llegó mi madre y me dijo:

 

-Fuiste valiente al huir de ahí y me alegra que lo hayas hecho. Decía llorando con alegría.

 

Aquel día era el camino entre la muerte y la vida y por cosas del destino logré vivir después de todo. Mientras lloraba porque el pasado estaba invadiendo mi mente, cuyos recuerdos tan oscuros y crudos estaban ahí presentes entonces Jeannette llegó y le dio curiosidad del porque me encontraba llorando y cuando le había dicho sobre esto ella solo me abrazó y me dijo:

 

-Te amo demasiado, que es difícil entender por qué el destino nos llevó a esto, solamente quiero decirte que huyamos de aquí y quedémonos por un tiempo en Grenville.

-Haría lo que fuera por estar a tu lado querida, recuerdo que solía pedir a gritos a alguien como tú y siento que eres mi medicina ante cualquier problema.

Entonces aquella mañana Jeannette y yo habíamos decidido escapar a Grenville ya que era un lugar cómodo para nosotros, mientras una fuerte tormenta corría, nuestra alma se volvía más fría. Para aquel tiempo faltaba poco para navidad y puedo decir que el mejor regalo fue estar acompañado de Jeannette, para aquel entonces ella y yo no estábamos preocupados de lo que iba a suceder después, solo disfrutábamos el momento y eso era todo, aquel día decidimos ir al restaurante ya que Hugo tenía un Ford con el que podíamos viajar, al entrar la luces eran de color neón y una música Jazz sonaba de fondo la cual me hacía sentir bien y lo que me rodeaba. Hugo se acercó y hablamos sobre el negocio que habíamos hecho con Clint el cual ahora solo está descansando, talvez drogándose como siempre lo hacía o talvez no, pero estábamos agradecidos por la gran ayuda que nos había dado Hugo, él trabajaba hasta noche y solamente decidimos conversar sobre un tema y le dije:

 

-Te agradezco mucho por lo que hiciste por mí y sabes necesito que ahora me hagas otro favor, necesito tu auto, aunque sea por un tiempo. Ella y yo vamos a estar lejos de casa por unos días y necesito que por favor me lo prestes por un tiempo.

-Está bien, no puedo negarle a mi hermano que esté con su chica durante un tiempo, solo te digo que espero que la pases el mejor tiempo posible con ella y que espero que ojalá vivas los buenos momentos, porque esos solo se viven una vez en la vida.

Él sin pensarlo dos veces decidió darme las llaves del auto y decidí irme con ella, mientras íbamos en el auto veíamos como la ciudad  se había apartado de nuestro recorrido y entonces cuando iba conduciendo miraba por delante la carretera a mi izquierda y derecha, De repente pasábamos por un bosque frondoso por el cual habían altos pinos y grandes riachuelos los cuales se cubrían por piedras, nada parecía molesto solo estábamos ella y yo y de repente decidimos parar, allá  lejos del bosque había un pequeño muelle de madera y paramos y pregunté a donde ir después del final  o solo debo seguir con mi camino y entonces bajé del auto y me senté en el muelle y de repente vi que Jeannette no salía del auto. Con sus despavoridos y su terror era tan grande por salir y entonces decidí hablar con ella. Mi confianza era grande en ese entonces con ella y no teníamos ningún problema y entonces caminé y puse mi mano en su pierna y contesté:



#32897 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama

Editado: 23.05.2020

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