Yo no salía aún a bailes porque tenía recién cumplidos los 14 años. Además como estudiaba de lunes a sábado me cansaba y no pensaba ni en salir.
Los sábados de noche me gustaba escuchar un programa de música que había en la radio. Allí pasaban buena música y leían cartas de oyentes. Pasaban direcciones de esos oyentes y se les podía escribir para hacer amistades por correspondencia.
Así fue como fui haciéndome de amistades por correspondencia con personas de varios países. En eso ocupaba mi fin de semana a la noche.
Ese programa de música al cual yo escuchaba, comenzó a hacer bailes saliendo a diferentes lugares del país. Un día dijeron que en el mes de mayo irían a hacer un baile al club donde siempre iba ella a bailar con su novio.
Cuando ellos se enteraron de ese baile, me preguntaron si yo no quería ir. ¿Yo ir?- les pregunté.
-Si-me respondieron.
-Nooooo, soy chica. Además no tengo ganas -les respondí.
En realidad, no creía que mis padres me dejarán ir porque hacía poco que había cumplido los 14 años. Pero, me quise hacer la superada y les respondí eso.
Al otro día mis padres comenzaron a hablar del tema y me preguntaron si no quería ir. Nuevamente respondí que no y ellos respondieron que si tenía ganas de ir, ellos me dejaban ir porque mi hermana y su novio me acompañarían.
Así estuve dos semanas decidiendo si iría o no. El día antes del baile les dije a mis padres que si, que quería ir a conocer personalmente al locutor del programa que escuchaba los fines de semana.