Capitulo 3

¡Qué momento! Ese mi primer baile era la oportunidad para conocer mi ídolo de radio. Ese era el motivo de salir esa noche.

Al estar todo el día fuera de mi casa porque me iba a estudiar, no tuve ni tiempo de pensar qué vestimenta me iba a poner para el baile. La ropa era lo de menos, nunca fui una persona de preocuparme demasiado por la vestimenta a usar. Sólo me importa estar prolija y discreta.

Al llegar la tardecita llegó mi cuñado a casa, pues íbamos a ir los tres en el ómnibus. Cada vez que había baile, pasaba un ómnibus que era exclusivamente para la ocasión. Pasaba alrededor de las 23 hrs y debíamos salir caminando unos cien metros,que era lo que quedaba desde mi casa hasta la ruta. 

A las 22.30 ya estábamos los tres prontos para salir a la calle, pero mi padre dijo que él nos acompañaría porque estaba medio fresquito y esperaríamos con él en el auto.

Yo sentía un poco de frío, pero realmente estaba nerviosa. No me sentía segura de salir porque habría muchas personas y siempre traté de evitar la aglomeración de personas. Pero bueno, ya estaba lista y no podía decir que me quería quedar a dormir.

Así fue como esperamos el ómnibus y cuando lo vimos venir, entendí que ya no había marcha atrás. Sentía una situación rara: mezcla de nervios, frío, emoción...

Al subir al ómnibus, fue mi primer gran prueba: iban personas conversando, gritando y para completar, ya venían personas de pie porque no quedaban asientos. 

¡Qué larga noche me esperaba!