Esas semanas pasaron más lentamente que de costumbre. No sé si era que ya quería que llegara el próximo encuentro con Daniel o si la decisión que debía tomar era importante y eso provocaba que tenia la sensación que el tiempo fuera más lento.
Le consulté a mis papás sobre la decisión que debía tomar y ellos respondieron que escuchara a mi corazón. ¡Qué lindas resultaban esas palabras: escuchar a mi ❤️.
Todos los días al volver en el bus del liceo hacia mi casa, mientras miraba el paisaje pensaba además en esa respuesta que debía dar.
Fue así como llegó el día y la noche tan especial dónde me reencontraria con Daniel y debía responderle, si quería o no ser su novia.