Esa noche me costó mucho dormirme; tenía mucha rabia y bronca porque era la única vez al mes que salía a bailar, a bailar con mi novio que me estaría esperando allá y que no sabía la causa por la cuál yo no había ido. Podía enojarse y con motivo, pues le había fallado.
Fue una larga noche de muchos pensamientos cruzados y nada positivos, por cierto. Tenía como una fea sensación de que algo iba a pasar, o estaba pasando.
Pasó esa larga noche y llegó el domingo, el cuál estaba dedicado para hacer los deberes de la semana del liceo, por lo que mi mente estuvo bastante ocupada.
Cuando llegó el lunes tenía la esperanza de que Daniel me estaría esperando en la agencia de ómnibus para acompañarme hasta el liceo, pero lamentablemente no fue así.
En el patio del liceo me crucé con su hermana quien me saludó amablemente, pero no me animé a preguntarle por su hermano. Sólo respondí su saludo y me fui a mi salón. Allí estaban varias compañeras que siempre van a ese baile.
Si primera pregunta fue:-¿Te peleaste con tu novio? Eso lo sentí como una puñalada directa a mi corazón, porque sabía que esa pregunta tenía un trasfondo.
Mi respuesta fue:-No, lo que pasa es que el sábado no pude venir al baile. Entonces él vino sólo. La respuesta de una de mis amigas fue:-"Mmm, con razón. Igualmente no se aburrió porque bailó toda la noche con la misma" las demás compañeras la miraron de mala manera, pero no emitieron opinión.
Todas se dieron cuenta que ese había sido un golpe duro y que no me había gustado nada. Encima no sabía cuándo iba a ver a Daniel y hablar con él. Además él no.sabia el.motivo por el cual yo no había ido..
Terminó la jornada de clases y lo único que deseaba era llegar a mi casa a acostarme . No quería ni ver ni hablar con nadie.