A veces pienso que esa mentira tuvo un por qué, quizás fue obra del destino que así fuera. Lo cierto es que fue el motivo de una separación definitiva entre él y yo, que provocó un cambio en nuestros destinos.
Y pienso... cuántas personas habrá en la vida qué pasan por este tipo de cosas, cuántas personas verán truncados sus destinos por mentiras, engaños, falsedades.
Y me pregunto...por qué hay personas mal intencionadas en esta vida, que disfrutan hacer daño a los demás, que no quieren que otras personas sean felices.
Y agradezco... haber sabido la verdad aunque sea treinta años después para no seguir jugando a Daniel de la manera cómo lo juzgaba. Eso al menos me sirvió para saber la verdad.