A estas alturas el policía me contemplaba seriamente. Pero yo no sabía si sentía curiosidad por saber cómo la historia continuaba o si estaba harto de oír mi voz. Yo no tenía intención de detenerme. La historia de Trevor siempre ha sido muy interesante desde mi punto de vista. Yo había sido testigo de una serie de eventos trágicos que habían culminado con la muerte de Trevor delante de mis ojos.
Claro que me daba algo de pena ventilar su historia de vida delante de un policía, pero todo aquello que había guardado por años debía salir a la luz y, sabiendo que Trevor ya no podía poner objeción, yo considero que fue el momento perfecto.
Continué con mí monólogo en el momento que el policía sacó el segundo cigarrillo y luego de colocarlo en su boca, lo encendió. Tal y como esperaba, las desgracias ajenas siempre causan interés en los desgraciados.
En mi opinión Trevor Watson jamás había tenido un soporte. Su familia estaba a miles de kilómetros de distancia, el amor de su vida se había fugado con algún ricachón que esperaba conquistar el sueño americano en Colombia y sus amigos... Bueno, no estoy seguro de si alguna vez tuvo un grupo de amigos muy cercano. Y ya sé, yo fui durante mucho tiempo su mejor amigo, solamente que nunca me di cuenta hasta que fue demasiado tarde.
Ya todos saben que Trevor nació en un hogar de clase media, pero la única razón por la que tuvo acceso a una educación completa fue porque su madre se casó con un inglés de la alta sociedad luego de enviudar.
Trevor asistió a la mejor escuela primaria de todo Londres y allí, conoció a un grupo de niños que se creían la gran cosa por ser hijos de importantes empresarios, políticos o banqueros. El rumor de que Trevor no era hijo biológico de George, de que su padre real era un maquinista de clase media que había muerto trágicamente en la Gran Guerra y que su madre se había vuelto a casar, posiblemente por interés económico, no tardó mucho en dispersarse por los pasillos del colegio. Los niños son, fueron y serán crueles. Trevor se convirtió en el nuevo payaso del instituto y seguramente la pobre alma a la que reemplazó, lo agradeció.
Se burlaron de él; solían insinuar cosas repugnantes de su madre y de su origen humilde. Susurraban cosas cerca de él para que notara que estaban hablando mal de su persona. Lo excluían de todo evento social tanto dentro como fuera del colegio. A Trevor le costó mucho hablar de eso, pero incluso hubo algunas situaciones de violencia hacia él. Jamás se lo comentó a su madre porque no quería causarle más problemas; le daba vergüenza tener que decirle que todos en su clase consideraban que ella era una cazafortunas porque posiblemente los padres de esos niños pensaban lo mismo. ¿De dónde lo habían sacado sino?
Sospecho que esa fue una de las razones por las que aceptó venir a Argentina cuando George se lo propuso. Posiblemente consideraba este país como un escape a su miseria.
Aquí encontró un grupo de amigos que lo aceptó tal y como era, y yo me volví su confidente hasta un evento puntual que nos distanció. Pero antes de meterme en ese detalle, me gustaría hablar un poco más de nuestra relación.
La primera vez que vi a Trevor cargando su gran maleta, bajando del transatlántico en el puerto de Buenos Aires, me pareció un chico tímido. Quizás estaba asustado; con solo catorce años había atravesado el Atlántico de noreste a suroeste y había llegado a una tierra muy lejana en la mente de los británicos de la época. Estoy seguro de que esperaba encontrarse con una jungla, repleta de bárbaros hambrientos que se comportarían como animales. Jamás esperó una ciudad increíblemente moderna, con un epicentro cultural que destacaba por su parecido a las populares ciudades europeas.
Cuando Trevor entró a mi casa, sus ojos se posaron en el gran retrato familiar que había en el vestíbulo. Allí, mi madre, mi padre y yo posábamos cómo cualquier familia feliz de la época. Se quedó un largo rato inspeccionando cada trazo en la pintura. En ese momento me pareció raro, pero luego me dije a mí mismo que quizás él era un artista y estaba admirando el gran trabajo del fotógrafo. Tiempo después me di cuenta de que Trevor jamás había tenido una buena relación con su familia y contemplaba con sorpresa como nosotros, que parecíamos tan felices, teníamos múltiples recuerdos y anécdotas juntos. Y digo "parecíamos" porque en toda familia hay eventos desafortunados.
En las primeras semanas de Trevor en Argentina, recuerdo haber pensado que nosotros jamás seríamos amigos. ¿La razón? Él era un británico que había sido aceptado por mi familia; nosotros no teníamos nada en común y, además, yo veía una constante amenaza en mi popularidad dentro de mi entorno, especialmente con Esmeralda.
Mi grupo de amigos estaba tan emocionado cuando les comenté que un inglés se instalaría en mi casa que comencé a tener miedo de que Trevor robara toda la atención. Quizás fue mi culpa que, en un principio, mis amigos estuvieran algo desinteresados en conocerlo. Yo inventé toda clase de historias para desmotivarlos. Les dije que era un egocéntrico, que solo hablaba inglés y que estaba convencido de que nosotros éramos unos monos salvajes, que tenía un sentido de la superioridad digno de un europeo rencoroso y que no se bañaba.
Claro que eran todas mentiras. Trevor resultó ser todo lo contrario a la imagen que yo construí de él. En un principio era algo tímido, quizás porque su español todavía no estaba aceitado. Pero al poco tiempo, comenzó a abrirse. Lo que más me molestó en sus primeras semanas, era la atención que él atraía. Y claro, él era lo exótico y eso siempre llama la atención de los adolescentes. Yo, que en un principio estaba ansioso por su llegada, me había arrepentido de no poner objeción cuando mis padres me informaron de la noticia.
Mis amigos y yo no soportábamos que atrajera la atención de las señoritas. Pero Trevor no parecía tener interés en ellas, al menos no en un principio. De hecho, las primeras semanas llegamos a creer que quizás Trevor no estaba interesado en las mujeres, y creo que fueron sospechas que todos acarreamos hasta que nos enteramos de su historia con Rosa.
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Editado: 12.06.2025