Cristian llega al apartamento, se encontraba tan estresado porque le tocaba un concierto en los próximos días. Se encontró que Angeline tenía amigos en casa, que se fue a su estudio. Se sentó en el escritorio recordando la conversación de su mánager.
— Estas distraído Christian que es lo que te esta pasando. —le dijo el mánager serio y con el ceño fruncido. — Por favor amigo que es lo que te tiene así, donde esta tu cabeza en este momento.
— No sé que es lo que me ocurre, he estado así desde hace unos días. —dijo el dejando el violín a un lado de donde el estaba. — En serio Fabián no sé que me ocurre. —acercándose a la ventana que tenía frente de el.
— Espero que no sea Angeline que quiere otro de sus viajes loco, por el mundo. —señalándole con el dedo índice así donde estaba el. — no se te vaya a ocurrir dejar todo esto del concierto votado a causa de ella. —se acerco su mánager a su lado y le toco el hombro, Christian le quita la mano del hombro y le dice.
— No… Sé Fabián que es lo que me ocurre, siento que la inspiración se me ha ido. —dijo el poniendo una mano en el vidrio de la ventana y frunciendo el ceño profundamente.
— Bueno ya Christian ahora vamos vete a casa y mañana será un nuevo día.
Aquella conversación se había dado en el trascurso de la tarde, ahora se encontraba allí en su estudio y con la música a todo volumen, otro día más de las fiestas de Angeline. En ese momento tocan la puerta y lo sacan de sus pensamientos. Era como siempre Angeline que quería que le tocaras a sus amigos de la fiesta. Como siempre el a todo lo que le decía lo hacía. Así que salió a tocar, pero algunos de esos amigos de ella era muy extraños. Pero ella siempre le gustaba, Cristian se sentó tomó su instrumento lo afino y toco la música más bella, pero a mitad de camino dejo de tocar y Angeline lo miro extrañada el nunca era así.
— ¿Qué te pasa Christian, te encuentras bien?. —ella se acerco a el y le toco una mejilla, luego el le tomó la mano y se la beso se levanto de allí y volvió al estudio no antes de decirle algo a ella.
— No quiero que me moleste Angeline, por favor. — la dejo sola en la sala entre sus invitados.
Angeline sabía que algo le estaba ocurriendo, pero no le importo y siguió disfrutando con sus amistades. Casi era la medía noche cuando todavía quedaban invitados que se iban poco a poco. Después de tres hora quedaron solo poco, que solo hablaban y disfrutaban de las bebidas. Uno de ellos hizo un comentario que Angeline no supo como contestar.
— Vi que tu marido esta como distraído que le esta pasando, es el mejor violinista del mundo y anda como si no estuviera entre uno. —dijo uno de los amigos hombre de Angeline. — La verdad que eso preocupa, ya que pronto tendrá un gran concierto.
— Cristian esta bien, solo esta cansado. —le dijo ella con altanería. — Y dejemos de hablar de ello.
— Esta bien Angeline, no te molestes por lo que dije. —dijo el hombre x.
Después de aquello siguieron en la reunión, hasta que amaneció y Angeline les permitió que descansaran en unas de las habitaciones de la casa. Mientras ella volvió al estudio y allí estaba Cristian durmiendo en el sofá. Ella se acerca a el y lo mueve para que despierte.
— Cristian ya ha amanecido, te has quedado dormido en el sofá del estudio.
— Ya ha terminado la fiesta. —dijo pasándose las manos por la cara al levantarse. — Por qué no me avisaste que harías una fiesta hoy. Siempre te he dado libertad Angeline pero sabes que cuando tengo un concierto no quiero fiesta eso me estresa. —dijo al ver que ella se molestaba por lo que había dicho.
— Lo sé pero era algo especial ayer, bueno Cristian pero ya paso. —le dijo ella dándole la vuelta para dirigirse a la sala. — Me voy a dormir, también quería decirte que hay dos personas en el cuarto de invitado si querías dormir allí.
— Pro favor Angeline, porque lo has hecho, sabes que tengo que descansar. —le dijo el levantando un poco la voz. — Será mejor que me quede aquí en mi sofá.
— No vas a dormir conmigo… —dijo ella levantado una ceja.
— No… Angeline anda a dormir sola tu, solo voy a la cocina a preparar algo y espero que esa visita se vaya antes del desayuno, no los quiero como vagos aquí todo el día. —le dijo el molesto caminando a la cocina.
— Esta bien, me voy a dormir y no te preocupes ellos se van antes de lo que digas tu.
— Eso espero Angeline….
Esa fueron sus últimas palabras que dijo y las dejo en el aire. El mientras en la cocina se preparaba café cuando escucho el ascensor privado, sabía que las personas se habían ido ya. En ese momento entro Angeline lo miro y después se fue a dormir. El solo al ver eso, golpeo la pared de la cocino y dijo unas palabras ocenas.
— Maldita sea… Angeline que esta pasado con nosotros…