CAPITULO 15

NARRA ABHA

Regresamos a casa. Los niños están felices, saltando como si hubieran ganado una medalla olímpica por actuación dramática. Yo, en cambio, estoy hecha polvo. Me siento como una croqueta emocional: frita por fuera, deshecha por dentro.

Me lanzo al sofá. Literalmente. Como si fuera una escena de telenovela. El estrés me aplasta. Estoy segura de que estoy despedida. Arkadiy va a ver los videos, las fotos, los gritos, el zapato volador. Me va a mandar de regreso a Guatemala en una caja de cartón.

Suena el celular. Mensaje de él.

Arkadiy Gaulle:

“¿Todo bien por allá?”

“Los niños están tranquilos?”

“¿Tú estás bien?”

Yo le miento. Porque no tengo el valor.

Yo:

“Todo perfecto. Día tranquilo. Los niños hicieron tareas. Vasilisa leyó. Timofey comió fruta. Lev no lanzó nada. Todo bajo control.”

Él responde rápido.

Arkadiy:

“Me alegra. Mañana regreso. No puedo esperar para verlos. Para verte.”

¿Para verme?

Me quedo mirando el mensaje como si fuera una carta de aviso de muerte próximas. Y entonces… entra Rolan.

—¡Abhaaaaa! ¡Prepárate para el apocalipsis mediático!

—¿Qué pasó ahora? —. Quiero morirme.

Rolan me muestra su celular. Una noticia de última hora.

“¿Sugar Baby o niñera? Abha Ximelú, la mujer que conquistó al magnate Arkadiy Gaulle. ¿Relación profesional o interés económico?”

—¡¿QUÉ?! —grito, sentándome de golpe.

—¡Y hay videos! ¡Editados! ¡Con música dramática! ¡Y efectos de fuego!

—¡¿QUÉ VIDEOS?!

—El del colegio. ¡El zapato volador!

Y justo en ese momento… entra el abuelo Fyodor. Empujando su silla.

—¡JAJAJAJAJA! ¡Abha, eres mi heroína! ¡Mira esto! —dice, mostrando su celular.

En el video, se ve claramente cómo lanzo el zapato a la directora. Lo repiten en cámara lenta. Le ponen música épica. Lo titulan: “La venganza de la niñera.”

Yo quiero morirme. Literalmente. Que me trague el sofá. Que me convierta en cojín.

—¡Esa puntería! ¡Ese giro de muñeca! ¡Eso fue arte! —grita el abuelo, llorando de risa.

Y entonces… entra Bogdan.

Yo me quedo tiesa. Lo reconozco por el listado de “personas bienvenidas”. Asesor legal de Arkadiy. Traje negro, mirada de halcón, voz de abogado que no perdona errores.

—Señorita Ximelú —dice, con tono grave—. Necesitamos hablar.

¡ya estoy muerta! Esto no puede ir peor.

—Estoy despedida, ¿verdad?

—Aún no. Depende de lo que Yakov logre hacer.

Y detrás de él… aparece Yakov. Ex hacker. Amigo de Arkadiy. Sudadera con capucha, gafas oscuras, actitud de “yo controlo el mundo desde mi laptop”.

—¿Dónde está el router? —pregunta, como si fuera un comando militar.

—¿Qué?

—¡El router! ¡La fuente! ¡La raíz del caos digital!

Le señalo el rincón. Yakov se lanza. Abre su mochila. Saca cables, dispositivos, pantallas. Parece un DJ de guerra cibernética.

—¡Voy a borrar todos los videos! ¡Voy a hackear las cuentas! ¡Voy a hacer que el zapato desaparezca de la historia!

—¡¿Puedes hacer eso?!

—Soy Yakov. Puedo hacer que el zapato le caiga a Putin si quiero. ¡ja! Eso será una lástima. Es el tiro perfecto. Como le cae en la frente, es lo mejor.

—Yakov —. Gruñe Bogdan —. Mueve las manos.

—¡ya voy, ya voy! Gruñón.

Y entonces… aparece Mila.

—¡¿Qué es esto?! ¡¿Mis sobrinos fueron acosados y el tonto de mi hermano no lo notó?! ¡¿Dónde está Arkadiy?! ¡¿Dónde está el hielo con traje?!

Me abraza. Me alaba. Me llama heroína. Me dice que soy la mejor cosa que le ha pasado a esta familia desde el pan con ajo.

—¡Abha, eres la luz! ¡La llama! Creía que lo de la chancla era un mito. ¡eres la heroína del zapato volador! ¡no se metan con nosotros porque sacamos nuestra arma ultra poderosa de ultima generación! ¡el zapato volador!

Me tapo la cara con las manos. Todos están locos.

—¡Tía! ¡Abha dijo! ¡mi hijo! ¡y boom! ¡zapatazo!

—¡así se habla!

—Bodgan, quita esa cara. ¡no vez que tenemos una super estrella en casa! —. Le grita Mila.

—Esa super estrella está haciendo que las acciones en la bolsa caigan el 0.01% cada minuto que pasa—. Bodgan en modo serio.

—¡ay! El dinero va y viene.

—¡voy a renunciar! ¡juro que renunciare! —. Le gruñe.

—Ay, siempre dices lo mismo.