La nueva niñera de Anya

Capítulo 25: Addison

Capítulo 25

Addison

—Si Taylor Swift dice que el desamor es el nuevo himno nacional y que las personas libres son las mejores, le creo. No porque esté decepcionada una vez más del amor y de los hombres, eso no tiene nada que ver. Es porque ella lo dice y lo que dice Taylor Swift es ley.

Dany me mira como si tuviera mucho qué decir, pero no quisiera hacerme sentir peor, y no sé si su silencio es lo mejor en este momento cuando sus emociones están por toda su cara.

La chica no tiene cara de póker.

—No voy a contradecir a una voz tan poderosa como la Taylor, pero no sé si eso es lo que de verdad estás viviendo en este momento. —Pongo mala cara y ella extiende su mano en mi dirección, acariciando mi brazo como si tuviera que tranquilizarme para no hacer algo en su contra—. No dudo de tus palabras, pero tus acciones hablan más alto, es lo que intento decir.

Dejo ir un largo suspiro, paseando mi mirada sobre el espacio concurrido frente a nosotros.

La estoy acompañando en su puesto en la feria para la recaudación de fondos. Se supone que iba a estar con Paul, pero él me vio llegar y, con su habitual ceño fruncido, dijo que era hora de ayudar a Danielle en sus deberes mientras nos hacíamos compañía.

—Se acabaron las distracciones —gruñó en un tono enojado antes de alejarse en dirección a un puesto de bebidas alcohólicas.

Mi amistad con su empleada no le está haciendo bien al pobre hombre y como muestra de agradecimiento por aguantarnos a ambas, me quedé a ayudar a Dany.

El lugar está lleno de gente; niños corriendo en todas direcciones, padres gritando detrás de dichos niños, adolescentes pasando el rato y adultos dejando de lado sus preocupaciones por un momento para ayudar a otros.

Es tan bonito cómo todos han venido a ayudar.

—¿Quieres repetirme lo de Jamie y la nueva niñera? —me pide Dany, cruzándose de brazos y girando en mi dirección—. Quiero saber si, luego de escucharlo otra vez, se me pueda ocurrir una excusa lo suficientemente buena para que hables con Lucas y aclares esta situación.

Le lanzo una mirada envenenada que ella responde con una sonrisa forzada. Nos metemos en un guerra de miradas, yo enojada y ella insistente, en la que termina ganando porque es demasiado linda como para machacarla.

—Jamie dijo que ya había encontrado alguien que cumplía todos los requisitos que Lucas estaba pidiendo y que era una lástima que tuviera que dejar a Anya porque lucía más feliz ahora que estaba pasando tiempo con ella.

Su mirada se enternece ante esto último, como ocurrió las otras dos veces que le conté lo que pasó con lujo de detalles.

—No he pasado mucho tiempo con Anya, pero es cierto que se nota más feliz —concuerda y hace una seña con la mano para que continúe—. Adelante, ahora dime cuál fue la reacción de Lucas cuando le dijiste que descubriste su pequeño secreto.

Esta parte no se la había contado de forma detallada, había sido más bien vaga, más para mi beneficio que por amortiguar las cosas con Lucas. No quería que ella supiera que no le había permitido explicarse porque me iba a enviar a su casa o me iba a arrastrar ella misma hasta allí para que terminara esta conversación con Lucas y dejara las cosas claras con él.

Vuelvo a apartar la mirada, sabiendo que debo ser sincera con ella porque va a terminar descubriéndolo por sí misma.

Dany no es una tonta.

Sin embargo, espero que ella lo deje pasar esta vez también para darme un poco más de tiempo siendo la completa víctima, cosa que sí soy.

—Le reclamé, le dejé el papel con el contacto de la mujer y me fui —musito, rogando no lea entre líneas.

La miro de reojo, encontrando su mirada acompañada de una ceja alzada.

—¿Vas a ser más específica esta vez? —inquiere con una tranquilidad que me pone nerviosa—. Porque siento que me estoy perdiendo de algo importante aquí.

Suelto el aire, resignada. Es momento de afrontar mi metedura.

Aunque no debería ser crucificada por ello, el hombre no merecía ser escuchado en ese momento y es normal que las personas actúen de forma inmadura cuando están enojados.

No soy la excepción.

—Él me pidió un segundo para explicarse y podría decirse que yo no se lo di.

Danielle, poniendo los ojos en blanco, esboza una sonrisa.

—Lo supuse desde que no querías dar más detalles del momento en que lo enfrentaste. —Se gira el pasillo por el que pasan las personas y saluda con la mano a una mujer mayor y a su pequeña nieta—. No puedo culparte, sin embargo. Es normal dejarse llevar por el enojo. Pero, Addie, creo que deberías hablar con él, dejarle explicarte las cosas, porque según recuerdo, hiciste algunas cosas cuestionables los primeros días con Anya.

No lo había pensado, pero tiene razón. Cometí errores creyendo que Anya no era tan traviesa como él dijo y acabé metida en problemas. Y no hablemos de lanzar a Manchas sobre esa niña. Yo tampoco confiaría en mí del todo. Sin embargo, pensé que habíamos superado esos errores, Lucas no lo había mencionado y yo había asumido que estaban en el olvido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.