La paleta del diablo

Desde la luz hacia tu sueños

 

Hola, hace tiempo que no te escribo... Perdona si te molesto, pero no quería irme sin decirte "gracias".

Gracias por ser la única que me trató bien, la única que no se burló de mí... por ser la única que me amó.

Gracias por tu tiempo y tu momento, por tu alegría y tu sonrisa; por ser la única que me sonrió.

Gracias por alentarme y apoyarme en lo que quería ser, por enseñarme a darle la espalda al mundo y por las palabras de ánimo que siempre me diste, a pesar de que para mí, era ya un poco tarde.

Lo último que recuerdo de ti, es cuando alegre me dijiste que te habías enamorado. Después de ese momento lo otro que me acuerdo, es lo amargo que eran esas pastillas.

...Perdona si te molesto, pero quería decirte que estoy bien; que ya sé que la persona de la que te habías enamorado era yo...(perdóname).

Y aunque ahora, solo te pueda ver desde aquí arriba, te sigo amando como aquel primer día... o tal vez, aún más. 
El verte feliz me reconforta.

Espero que recibas esta carta y cuando, despiertes recuerdes que la leíste.

Bueno me despido; sigue soñando con las hadas, angelitos y magos.

Ah! se me olvidaba; espero que la próxima vez que nos veamos sea dentro de muchos, muchos años.

Se feliz, te quiero mucho.

Atentamente: césar



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En el texto hay: cartas, amor, dolor

Editado: 03.09.2018

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